Value Investing y CFD's. Invertir con principios, invertir sin prejuicios (1ª Parte)

24 de abril, 2013 5

En los westerns suele haber una escena que tiene lugar en el bullicioso saloon. Los vaqueros beben y juegan mientras el pianista no deja de interpretar una alegre pieza. Es entonces cuando aparece el bueno y se encuentra con el malo o sus esbirros. Tras una breve conversación cargada de testosterona las palabras dejan lugar a los hechos y comienza una pelea en la cual los puños son los protagonistas pero a los cuales se les van añadiendo más elementos. Uno de ellos son las sillas donde previamente estaban sentados nuestros rudos cowboys y que pronto se convierten en armas arrojadizas que, por cierto, no parecen tener una alta calidad dada la facilidad con la cual se parten en las espaldas de los vaqueros. Mientras tanto el pianista sigue tocando…

Quisiéramos compartir con el lector de Inbestia una experiencia real de inversión, finalizada este mes de abril, que tuvo lugar con una empresa portuguesa llamada Semapa realizada a través de CFD’s. Ha sido una pequeña inversión conjunta realizada con mi socio Santiago Casal y a través de ella queremos exponer a los lectores una idea esencial respecto a la actitud con la cual se puede invertir. Esa idea es que unos principios de inversión sólidos normalmente darán lugar a unos resultados sólidos y, simultáneamente, que invertir es una actividad que puede llevarse a cabo de muchas maneras sin que una sea mejor que otra pero que podemos encarar y es conveniente abordar sin prejuicios ni dogmatismos.

Las sillas del saloon. CFD’s y la naturaleza de las cosas

Las sillas que mencionábamos antes tienen una utilidad básica: sirven para sentarse. Esa es su naturaleza, ese es su propósito. No obstante, debido a las circunstancias, en un momento determinado pierden esa naturaleza básica y se convierten en un arma contundente y arrojadiza. No es su naturaleza ni su propósito ser un arma. Pero en ese momento lo son. Los vaqueros se pelean y necesitan cualquier cosa que tengan a su alcance para defender sus argumentos. Los puños están bien pero la silla ejerce de atajo para conseguir el resultado que también se persigue con los puños, esto es, tumbar al oponente. Podría decirse que los vaqueros no pierden su tiempo pensando si es o no correcto usar una silla en la pelea. Los vaqueros no son dogmáticos. Son pragmáticos y realistas. Eligen un medio que consideran el más apropiado para conseguir sus fines y lo usan sin aparente remordimiento ni prejuicio. Se hallan lejos de disquisiciones nominalistas o morales porque en el saloon no hay más verdad que la pelea que acaba de surgir.

Los CFD’s son las sillas del saloon. Hugo Ferrer ha tratado de ellos en Inbestia señalando sus ventajas e inconvenientes. Recomendamos al respecto la lectura de sus artículos. Nosotros creemos que, generalmente, quizá el CFD no es el instrumento más adecuado para la mayor parte de los inversores. Asimismo, nosotros preferimos las acciones al CFD. Preferimos el activo real al derivado. Sin embargo, admitimos excepciones. Pero mi socio y yo sólo las admitimos si concurren determinadas circunstancias. Es entonces cuando evaluamos conjuntamente la situación y, si pensamos que las ventajas del CFD para un caso concreto son mayores que sus conocidas desventajas, pasamos pues, como los vaqueros, de las palabras a los hechos. Eso sí, pacíficamente.

Los principios no deben ser dogmáticos porque los mercados no son dogmáticos

Los principios de inversión que a nosotros nos gustan son los que enlazan con el value investing.  Se puede invertir de muchas maneras diferentes con el value investing y en empresas de todo tipo y condición. Pero el principio básico es siempre la diferencia entre precio y valor. El margen de seguridad. La plasmación operativa de ese principio no es para nosotros un dogma. Aquí sostenemos que los mercados ni entienden ni pierden tiempo en cuestiones acerca del “deber o debería ser”. Los mercados no son dogmáticos. Su verdad es sólo el precio. Eso es todo. Prejuicios y dogmas, ideología, son lastres para el inversor si opera conforme a ellos dado que el lugar en el que va a operar, el mercado, es completamente “adogmático.” Los principios, en cambio, son necesarios porque es necesario un esquema intelectual conforme al cual operar. Nos ayudan a evaluar racionalmente la situación, a analizar, nos dotan de lógica y capacidad de interpretación y, tan importante como lo anterior, nos enseñan cómo comportarnos en entornos muchas veces hostiles e inciertos. Son, pues, una guía imprescindible. Un GPS que nos marca de dónde partimos y hacia dónde vamos pero que nos ofrece caminos alternativos para llegar al punto B desde el punto A según las circunstancias y conveniencia del usuario.

Circunstancias en torno a nuestra inversión en SEMAPA.

Santiago y yo procedíamos de culturas inversoras diferentes. Él siempre había sido un inversor a corto plazo en CFD’s y yo un inversor en acciones o fondos con una perspectiva temporal mucho más dilatada. Los dos comenzamos a compartir nuestras distintas ideas de inversión y de esa interacción surgió la idea de realizar una operación usando CFD’s con SEM de subyacente. Ambos nos despojamos de prejuicios que no nos eran útiles y nos dedicamos a evaluar y examinar la que creíamos era una buena oportunidad de inversión. La guerra entre análisis técnico y fundamental no estaba en nuestra agenda y nuestra perspectiva siempre fue la de encontrar coincidencias y ventajas en ambas facetas en lugar de discutir acerca de quién tenía o no razón. Eso nos parece estéril y lo dejamos al albur de aquellos a quienes les guste tener la razón y que otros se la den. Para nosotros tal cosa carece de interés y valor si no nos aporta algo constructivo que veamos sensato y razonable, al mismo tiempo que práctico, para lograr nuestros objetivos. Al mercado, además, no parece importarle demasiado las necesidades de autoestima y autocomplacencia de inversores y expertos. Al mercado sólo le importa el precio.

En el siguiente artículo relataremos por qué elegimos Semapa y por qué usamos un CFD para invertir en ella. Haremos hincapié en varios aspectos de esta empresa a nivel general dado que queremos mostrar al lector el razonamiento que nos llevó a elegirla y cómo consideramos que el precio de adquisición de la misma era lo suficientemente protectivo como para llevarnos al convencimiento de que el CFD, algunas veces letal para el pequeño inversor, podía perder en esta ocasión su naturaleza de silla y convertirse en arma de rentabilidad.

 (Escrito en colaboración con mi socio Santiago Casal Pereira)

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Este artículo tiene 5 comentarios
antiguo usuario
Esto se parece mucho al último episodio de los Soprano, al menos aquí prometéis el desenlace en lugar de los puntos suspensivos, pero haced el favor de datos prisa
Saludos
25/04/2013 14:19
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