Los emprendedores, el espíritu empresarial, la tecnología, la innovación y los startups son términos usuales en el ámbito de los negocios. El marketing digital y los startups como expresiones de las empresas emergentes de reciente creación que comercializan y lanzan servicios y /o productos nuevos están desarrollándose de manera arrolladora. Mediante el intensivo uso de las redes sociales, de las que se han apoderado las nuevas generaciones en búsqueda de un futuro inmediato prospero.
En un siglo convulsionado por pandemias, guerras, catástrofes naturales o conflictos de tolerancia e inclusión, el mundo del “business” ha logrado encontrar un nicho con ideas como el casino online, educación a distancia, o visitas (virtuales) sin tener que trasladarte hasta la sede de un mueso o galería de arte. Las redes sociales han cambiado drásticamente los mecanismos y maneras de vender y posicionar un producto o servicio. Los startups son protagonistas en este nuevo modelo de negocios.
¿Qué es un startup?
Mark Zuckerberg, un joven programador logro el posicionamiento de Facebook, WhatssApp, Messenger y logro comprar Instagram haciendo realidad un sueño en el que ni pensaban los emprendedores actuales. Aun con las críticas destructivas que se le han hecho sigue siendo un éxito rotundo. Un éxito al que apuntan las startups.
Las grandes e innovadoras posibilidades de crecimiento de una mediana o pequeña empresa de reciente creación, se he transformado en un “dolor de cabeza” que no deja dormir tranquilos a los nuevos emprendedores. Comenzar en un garaje o una pequeña habitación como fueron los comienzos de Zuckerberg ya no intimida a los jóvenes que quieren cambiar el mundo. Los líderes y equipos de los startups ya saben que saben a ciencia cierta que es posible lograrlo con constancia y mucho trabajo.
Un componente tecnológico muy marcado
El marcado componente tecnológico que caracteriza a la mayoría de estas empresas, de las cuales muchas carecen de recursos de crecimiento y capital para acelerar su desarrollo, les ofrece casi infinitas posibilidades de innovación y crecimiento. Los costes de los startups basados en trabajo intelectual o manual es muchísimo menor al que implica una empresa que necesita una fábrica para producir productos manufacturados, por solo nombrar un ejemplo.
El financiamiento para la puesta en marcha de una empresa emergente es una necesidad menor si la comparamos con los requerimientos que exigía implementar una empresa de alimentos o calzado. El ímpetu inicial es directamente proporcional a la novedad de la idea y a su planteamiento.
Novedad, cambio y adaptación al mercado
El recurso humano que caracteriza estas empresas emergentes usualmente está conformado por profesionales especializados en un área o ámbito específico: Investigación, Nuevos materiales y Recursos, Marketing, Economía y muchos más, según sea el emprendimiento del startup que emerge para poco a poco “comerse el mundo”. Y para lograrlo Internet está hecho a la medida de cada profesional apoyado por un equipo que colabora, revisa y analiza, que producto, servicio o rumbo tomar.
Una vez decidido el Target, ya no es necesaria la infraestructura y parafernalia del siglo pasado para lograr sus cometidos. Las campañas publicitarias y de marketing de antaño pasaron al olvido. Conseguir clientes masivos y fidelizarlos es el nicho que ofrecen las redes sociales o “mass media” sin tener que recurrir a costos exorbitantes en medios audiovisuales o impresos, ni pagar a “top models”.
¿Quiénes son los Business Angels?
Aumentar desde 5 hasta 20 veces el dinero invertido es un atractivo que no pueden dejar a un lado los inversores que prestan el dinero para concretar un determinado proyecto que ya está pensado, analizado y programado. Estos inversores son los “Business Angels”, quienes ganan una comisión, usualmente es una parte de la empresa materializada en participaciones o acciones, con la certeza de que en un futuro inmediato las ganancias crecerán exponencialmente.
