(Revisión y Actualización de un artículo publicado anteriormente)
Hoy
vamos a intentar desgranar una materia prima de la que todos hemos oído hablar
(normalmente de forma negativa), y de la que forma parte de nuestro día a día
por lo necesaria que resulta en las centrales nucleares para la generación de
electricidad. Se trata del Uranio, el componente 92 de la tabla periódica con
el símbolo ‘U’, pero tranquilos que no estamos aquí para hablar de química sino
de inversiones. Por eso es importante conocer un poco de lo que estamos
hablando primero.
En la naturaleza se presenta en muy bajas
concentraciones (unas pocas partes por millón) en rocas, tierras, agua y los seres vivos. Para su uso, el uranio
debe ser extraído y concentrado a partir de minerales que lo contienen, como por ejemplo la uranitita. Las rocas son tratadas químicamente para separar el
uranio, convirtiéndolo en compuestos químicos de uranio. Como curiosidad
comentar que las emisiones de uranio decaen muy lentamente, dándole a este
mineral una duración de más de 700 millones de años. (Como es el caso del
uranio-235, el utilizado como combustible en centrales nucleares).
El uranio se extrae de minas repartidas por todo el
mundo, y aunque pueda parecer sorprendente el mayor productor mundial es Kazajistán, produciendo hasta el 36% de la
producción mundial, seguido por Canadá (17%) y Australia (11%, aunque cuenta
con un tercio de las reservas mundiales en su territorio). Por otro lado
tampoco os creáis que su producción este muy extendida, ya que solo hay 117
minas operativas hoy en día que lo extraigan en todo el mundo. (Como
comparativa, decir que hay alrededor de 1.500 trabajando en la extracción de
oro).
De todas formas, lo
importante no es cuanto se extraiga, sino si la cantidad es suficiente para
cubrir la demanda, verdad? Pues aquí empieza lo interesante, porque si bien
históricamente se producía muy por encima de su consumo, a partir de 1990 eso
cambió y llevamos más de 2 décadas produciendo por debajo de la demanda,
tirando de reservas, y eso a pesar de que se ha aumentado la cantidad producida
en los últimos 3 años (reflejo del aumento de extracción producida por el alza
de precios del periodo 2003-2007)
A
este gráfico de la oferta y la demanda tendríamos además que añadir otro dato
importante, y es que en 2013 finaliza el acuerdo con Rusia para convertir Uranio altamente enriquecido extraído de antiguas armas nucleares para convertirlo en uranio poco enriquecido para usos energéticos, mas conocido como acuerdo HEU (Highly Enriched Uranium). Lo que esperamos reduzca aproximadamente en un 15% la oferta mundial de Uranio a partir del
año próximo. Entonces parece que seria
cuestión de aumentar la producción, pero parece que no es tan sencillo, ya que
debido a la complejidad de la extracción pueden pasar hasta 10 años entre el
descubrimiento de reservas de uranio y su extracción para una mina de tamaño
mediano. El problema real es que debido al precio actual del uranio, los
incentivos a abrir nuevas minas no son muchos actualmente, y quizás cuando sean
más viables sea tarde debido al retraso comentado. Y es que debido al descenso
del precio del uranio, ya se han suspendido varios proyectos de extracción,
como ya han informado varias compañías extractoras como BHP, AREVA o Paladin.
Os dejo con la evolución del precio del uranio.
Por la parte de la demanda parece que se va a necesitar más
uranio en los próximos años, a los datos me remito, según Bureau of Resources & Energy Economics (BREE), y la World Nuclear Association (WNA), existen 434 reactores nucleares en el mundo, con la
expectativa de que se creen 560 nuevos hasta 2030 ( un 130% mas), visto así
parece mucho, pero hay tiempo por delante hasta 2030, el problema es que la
mayor parte de este crecimiento se va a dar en los próximos 5 o 6 años, con
China triplicando su consumo de uranio en 2017, debido a que pasaran de 16
reactores a 60 ( + 300%), en India se pasara de 18 a 30 (casi + 100%), a esto
también le podemos añadir los 49 reactores japoneses que han estado trabajando
debajo de su nivel habitual por las revisiones post-Fukushima. En resumen se
espera que consumo pase 77.000 toneladas en 2012 a 110.000 en 2017, a todo esto le podemos añadir que en 2011 se extrajeron en todo el mundo 'solo' 53.000 toneladas.
Parece pues que no es descabellado pensar que los precios bajos en el Uranio pronto pueden ser cosa del pasado, y ya sabemos como se suelen tomar las materias primas la incertidumbre respecto a la capacidad de que la oferta no pueda suplir las expectativas de demanda....normalmente con grandres tirones al alza, como ejemplo el 'spike' del mismo uranio en 2007, y es que la historia nos demuestra que el uranio es capaz de realizar movimientos de entre$5-10/lb
en cuestión de semanas, como a mediados de 2009 y finales de 2010.
Os dejo un par de gráficos con distinto horizonte temporal
para que veáis los distintos cambios de cotizaciones.
Visto todo esto podría parecer interesante invertir en Uranio a medio plazo, el tema es que debido a no ser una materia prima de referencia las opciones de Bº asociada a ella parecen reservada a los profesionales. Nada mas lejos de la realidad, es por eso que en el próximo post voy a analizar las posibilidades de inversión del Uranio al alcance de todo el mundo.
Podéis ver el artículo sobre las posibilidades de inversión que ofrece el Uranio aquí.
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