En el gráfico, vemos la línea azul, tasa interanual de inflación de la zona euro, y la línea roja, ídem para el PIB real.
La inflación acabó el año 2020 más baja que nunca, en negativo, mientras el PIB, indicador trimestral, y podría ello más retrasado, está en el tercer trimestre en el -4% interanual.
Es decir, una situación de debilidad de la demanda agregada de la zona, que por supuesto nos amenaza a todos. No es extraño, por tanto, que Bruselas esté acelerando su plan de asignación gratis de fondos, aunque lo que haga cada país con ellos ya depende del gobierno nacional. Ya he hablado de eso en en post https://www.miguelnavascues.com/2021/02/espana-objetivo-restablecer-la.html
en todo caso, una inflación tan débil no indica buenas sensaciones sobre la pujanza económica, y la prolongación de la pandemia gracias a sus mutaciones no anuncian nada bueno.