Publicadas las conclusiones sobre una reforma fiscal de un grupo de “expertos” encabezado por Manuel Lagares, llegamos a la conclusión que se busca un compromiso electoral de rebaja fiscal sobre el impuesto de la renta, manteniendo una suma cero sobre la cuantía que nuestro gobierno quiere seguir ingresando, lo que viene a significar que también se incrementan los tipos o se mueven los grupos de bienes y servicios en el IVA, por ejemplo.
Algunos economistas han publicado recientemente sus propias conclusiones, entre las que destacaría la de Carlos Sánchez y mi estimado Daniel Lacalle. Pero aquí me gustaría que el lector se detuviera a leer el artículo de B. Amigot para Expansión donde se indica que España tiene la fiscalidad más alta y es donde se recauda menos en términos de PIB. A los que nos movemos en estas cuestiones de una forma directa o indirecta, no nos sorprende, puesto que muchas veces se confunde el esfuerzo fiscal con la presión fiscal. Por lo demás, una alta tasa de fraude fiscal, de la que ya he hablado en varias ocasiones, promovido en primer lugar por la corrupción política, tanto por el fraude directo que supone esa corrupción, como por el ejemplo que ofrece diariamente a los contribuyentes. Y aquí no vamos a hablar de prebendas de todo tipo que nuestra casta política se ha atribuido a sí misma.
Pero vayamos por partes.
En primer lugar, la tan cacareada rebaja en el IRPF lo hace en el tipo máximo que pasaría del 53 al 45%, por encima aún de cómo Rajoy lo encontró cuando fue nombrado presidente del gobierno. Por tanto, lo único que hace es desandar una parte del camino que ha recorrido en sentido contrario.
Se propone eliminar el impuesto sobre el patrimonio, que beneficia a las personas que tienen más de un millón de euros de patrimonio, además de ahuyentar a los grandes patrimonios internacionales que de otra manera podrían gastar e invertir en España, lo que nos vendría de maravilla. Debemos reconocer que es absurdo que haya que pagar impuestos por algo que es nuestro y por lo que ya hemos pagado impuestos cuando lo adquirimos.
Propuesta para dar un tajo a la deducción por fondos de pensiones, incorporando al sistema mayor inestabilidad, incongruencia e inseguridad jurídica. Si desde hace un par de décadas se viene promoviendo que el ciudadano contrate este tipo de productos de ahorro para contrarrestar la insostenibilidad del sistema público de pensiones, la medida le va a parecer odiosa a estas personas que llevan años apretándose el cinturón para completar su pensión del sistema público.
Aparte de algunas otras medidas, especialmente en lo referente al impuesto de sociedades, el gobierno también tiene sobre la mesa una serie de propuestas para recentralizar algunas figuras impositivas y la pretensión de prohibir que las comunidades puedan crear nuevas, lo que podría entrar en conflicto con varios estatutos de autonomía que, por cierto, han sido aprobados por las Cortes.
En numerosas ocasiones he comentado la extrema necesidad de conseguir unidad de mercado como elemento indispensable para salir de esta recesión. Si estas medidas finalmente lo consiguen, seré el primero en reconocer el mérito.
Total, una serie de medidas que pretenden ir en la dirección de que la administración pública siga manteniendo o incrementando su nivel recaudatorio, dando al ciudadano la ilusión de que se está promoviendo una rebaja fiscal en su IRPF. Si a esto unimos la propuesta de estos “expertos” de subir aún más el IVA, nos encontraremos con lo que pensamos muchos antes de conocer las conclusiones: se seguirá detrayendo de la economía una cantidad de recursos que son absolutamente necesarios para incrementar el consumo interno, casi el único arma disponible para reactivar la producción y la creación de empleo.
Las cuentas son claras para el ciudadano: aunque pague algo menos de impuestos en la declaración de la renta, pero los bienes son más caros como consecuencia del incremento del IVA, ¿qué motivos va a tener para aumentar su consumo?
Muchas ideas sobre la modificación de las figuras impositivas, pero nada que nos ayude a reactivar de verdad nuestra economía.