Imaginemos un índice donde se mueven de media un millón de contratos de futuros al mes.
Es un ejemplo.
Por un lado por cada contrato que se compra, otro se vende, en esto no hay ningún misterio.
El misterio y la clave, es saber el número de compradores y el número de vendedores.
Imaginemos que alguien encuentra la manera de obtener esos números, y que revisa el dato una vez al mes.
Esa persona, en una de las revisiones mensuales se encuentra con esta situación:
Ese mes, que se intercambiaron un millón de contratos, resulta que hubo Cien mil compradores, que de media compraron 10 contratos.
Del otro lado de la balanza, resulta que hubo, diez mil personas, que de media vendieron 100 contratos cada una.
Esta situación, una persona con un mínimo de experiencia, al descubrir esto, quería estar del lado de esa minoría de bajistas, que es capaz de mover de media diez veces más contratos que los que están del lado alcista.
Seguramente, en ese grupo de bajistas, alguno estará por casualidad, por pura suerte, y seguramente, también hay personas que simplemente han cerrado posiciones alcistas y se mantienen fuera del mercado.
Tanto una cosa como otra, poco importan, el asunto que importa, es que en ese conjunto de personas, como conjunto, de media, tienen una capacidad económica superior a los que están comprando.
Como conjunto, esas personas, de media, saben muy bien lo que están haciendo.
Uno al descubrir estos datos, lo que quiere es estar con esa minoría que sabe lo que está haciendo, y por tanto, o bien uno cierra las posiciones alcistas en este hipotético índice, o bien, va más allá y adopta posiciones bajistas, siempre con algún tipo de límite que tenga algún tipo de base, por ejemplo, sumándole a la apertura del día en que se abren las posiciones bajistas, X veces la volatilidad que hay en ese momento.
El ibex 35 está en esta situación que acabo de describir, en el Nasdaq 100 la cosa es un poco más extrema todavía.
En ambos índices, desde la última lectura mensual, podríamos decir que “los enteraos” o bien han liquidado todo y se mantienen fuera de ambos índices, o bien después de liquidar todo, se han puesto bajistas.
Uno quiere estar con “los enteraos”.
El saber cómo están posicionados los enteraos también puede usarse como filtro para entrar o no entrar en aquellas acciones que están alcistas y cumplen con algún requisito más.
Como los enteraos, puede que se conformen con una pequeña bajada y después decidan girarse al alza, o puede que el mercado vaya en contra de ellos unas semanas o varios meses, si una acción se compró en su momento con todo a favor (incluyendo que los enteraos del índice correspondiente estuvieran posicionados al alza), lo mejor es mantener esa acción mientras respete lo que tiene que respetar.
Claro que, la mayor parte del personal, incluyendo los que juegan con el dinero de los demás (explicación de quienes son esas clases de personas al final de todo), están en esquemas sin rey ni roque, en el mejor de los casos tienen algún tipo de ventaja, pero incluso en estos casos reina la política de no admitir pérdidas.
Eso significa que se agarra a algún tipo de estadística generada por algún cuantitativo de esos que pululan por ahí, que muestra una gráfica en la que a veces se cae más o menos, pero al final se vuelve a subir, y por tanto ¿para qué quieres límites, especialmente cuando juegas con el dinero de los demás?.
La bolsa es muy, muy, muy, muy, muy difícil.
Exige muchas cosas de uno, tienes que tener la configuración mental adecuada, por ejemplo y tienes que trabajar con esquemas que admitan pérdidas, y tienes que hacer llo que tienes que hacer cuando toca, y esto no es un asunto de echarle narices, la bolsa está llena de narices rotas de gente que pensaba que iba de eso de echarle narices, hacer lo que toca va de disciplina.
En marzo del año pasado un montón de gente que por ejemplo están con esa cosa que no admite pérdidas y terminarás ganando si o sí, como la venta de opciones, reventaron cuando sus estadísticas saltaron por los aires por la velocidad y la magnitud de la caída de marzo del año pasado.
Y esto es sólo un ejemplo de todas esas cosas que no admiten pérdidas y ganas si o si.
Ese cuento que se vende, de que es muy sencillo invertir en bolsa, es un cuento que a los que juegan con el dinero de los demás, les gusta contar.
En el mundo financiero se da mucho lo que de que se junta el hambre con las ganas de comer.
Con el problema de los tipos de intereses negativos, en los últimos años, están entrando en bolsa montones de personas que saltan de la sartén para caer en las brasas, y no tienen ni la más remota idea de donde se están metiendo.
Hay incluso quien piensa que un fondo de renta fija es más o menos como un depósito.
Las calificaciones de riesgo están muy mal hechas, hay fondos que pueden estar corriendo grandes riesgos ocultos por estar cargados con renta fija y resulta que están calificados como de bajo riesgo.
En fin, ahora paso a otra cosa.
Las personas que juegan con el dinero de los demás.
Personas que juegan con el dinero de los demás: personas a los mandos de un fondo de inversión que o bien no ponen ni un pavo en el mismo, en España el 98%, o bien se les llena la boca con que se distinguen de la mayoría de gestores porque ponen unos pavos, pero se callan como zorritos sobre la cantidad que ponen por dos motivos:
El primero porque la alineación de intereses de la que presumen, es ridícula.
Esto incluye a los que supuestamente son dueños de su propia gestora, gestores de fondos y dueños al 100% de su propia gestora son poquísimos, gestores de fondos con una participación de un 20% o como mucho de un 30%, de una gestora en la que se da por supuesto que son los dueños, esto último es mucho más abundante.
El segundo motivo, es porque aquí, en España, el regulador no se entera de nada, y esto de poner tu dinero en un fondo no está regulado.
Todos y cada uno de esa minoría de gestores que presumen de poner su dinero, y cuyos inversores se tienen que imaginar a cuando asciende esa supuesta alineación de intereses, resulta que todos se callan la boca como zorritos sobre la cantidad, porque previamente se han informado de que el regulador de España no les obliga a decir nada.
En estos casos, piensa mal y acertarás, especialmente si hablamos mundo financiero y especialmente si hablamos del mundo financiero Español, que por si alguien no lo sabe, como conjunto, alguna excepción existe, pero como conjunto, es dentro de los países desarrollados una de las peores industrias financieras del mundo.
En el mundo financiero hay muchísima sinverguenzenería, los que juegan con el dinero de los demás se dedican a chupar y chupar comisiones, cosa que se les da muy bien, y a freír y freír la cabeza de los sufridores de turno con montones de gaspachadas que no sirven para nada.
Los que juegan con el dinero de los demás tienen la gran manía, además de no tener límites por ninguna parte de adivinar.
El problema es que no adivinan nada, no adivinaron el brexit, no adivinaron que lo del brexit iba en serio, algunos incluso decían que eso era imposible, aunque hubieran dicho que si, que saliera adelante.
No adivinaron que el animal ese del país de los mandones, el Trumpito, ganaría las elecciones y no adivinaron cuales serían las posibles consecuencias.
No adivinaron el tema de los tipos de intereses negativos y claro, tampoco adivinaron lo de la pandemia.
Lo gracioso es que no adivinan nada, la inmensa mayoría están jugando a la lotería con el dinero de los demás, se hacen pasar por supuestos expertos que adivinan que a largo plazo todo se arreglará y pista.
Un dato, el 61% de los fondos de inversión de España no llegan a cumplir ni los diez años de vida, o sea, les cuenta el cuento del largo plazo a los clientes y después el fondo se liquida, o en algunos casos queda abandonado y lo funde con otro parecido, total que más da, los clientes tragan con casi todo, y encima la mayoría ni se enteran de donde se meten y después a través de un foro, cuando ya llevan tiempo en el fondo se enteran de que su fondo pueden hacer o lo otro o lo de más allá.
El 50% de los fondos españoles, capitalizan menos de 4 millones de euros, esto pequeños fondos si no espabilan, son candidatos a formar parte de ese 61% de fondos que no llegarán ni a los diez años de vida.
A nivel mundial, casi la mitad de todos los fondos no llegan a cumplir quince años de vida.
Yo llevo ya unos cuantos años escuchando vídeos de gestores de muchos fondo e imprimiendo muchas cosas que dicen en cartas a los inversores y en entrevistas, bien veo como hacen las cosas.
Básicamente, además de su actividad principal de chupar y chupar comisión y freír y freír la cabeza al sufridor de turno, para que aguante “en el largo plazo que todo lo va a arreglar”, se dedican a adivinar y a explicar a toro pasado los desastres a los que están abocados, no ellos, que recordemos que están muy concentrados en chupar y chupar comisión y freír y freír cabezas.
En marzo del año pasado, tras la desinflada de ese mes y el anterior, el 93% de los fondos españoles estaban en números bastante rojos.
Lo gracioso, es que en la minoría que iban ganando dinero, muchos eran fondos como uno que en ese momento iban ganando un 20%, pero que a pesar de la subida, acumulaba desde 2013, pérdidas de más del 70%, y era un fondo de un tipo que desde 2013 estaba cabezón con que habíamos entrado en un ciclo bajista.
Otros de los que iban ganando en ese momento eran fondos inversos que siempre están a la baja, por tanto el año anterior habían perdido y con la desinflada de ese mes, pues iban ganando.
Los que juegan con el dinero de los demás, básicamente suben menos que el mercado cuando el mercado sube y caen más o mucho más, cuando el mercado baja.
Además de todo esto, resulta que han convencido a la gente de que es malísimo que les paguen dividendos, así que miles y miles de millones de los dividendos que no reparten, en vez de irse al bolsillo de los partícipes, se va al agujero de las caídas, cuando sus esquemas de juego de lotería sufren desinfladas.
El interés de los que juegan con el dinero de los demás es intentar que la gente no saque ni un céntimo del fondo.
Así pueden chupar y chupar comisión al máximo.
Les cuentan mentiras a la gente, como que si reparten el dividendo, no pueden hacer la cosa esa del interés compuesto, lo que se traduce como que son incapaces de aportar valor por su operativa.
Otro cuento que suelen contar, es que si reparten dividendos, el sufridor de turno, recibirá un sablazo de hacienda.
Esto es así, porque a ellos les da la gana.
Se puede repartir dividendo de una manera fiscalmente justa, con reembolso de participación.
De esta manera si recibes 100 euros de dividendos y ese año el fondo, ha ganado un 5%, el impuesto que te toque pagar, es sobre el 5% de esos 100 euros.
Mientras que el reparto de dividendos de la forma tradicional, da todo igual, pagas lo que te toque sobre los 100 euros, cosa que es injusta y no tiene ni pies ni cabeza.
El tema es que con engaños y cuentos chinos-filipinos-mandarinos, los fondos de España, como conjunto no aportan valor ninguno y no tienen sentido ninguna estar en ellos, alguna excepción habrá, pero hay que mirarla con una lupa muy gorda, porque yo he visto mucho fondos e incluso alguna sicav que tal y que cual, y al cabo de un tiempo descubres cosas negativas que alucinas por colores.