Hoy son las elecciones en USA y eso está causando un gran revuelo y
un gran temor ante la posibilidad de que Donald Trump gane las
elecciones (lo que tampoco sería una sorpresa si lo pensamos bien dada
la ajustada ventaja de Clinton en las encuestas). He leído muchas cosas
en las redes sociales sobre lo que ocurriría, que sí el SP 500 caería
como mínimo un 10%, que sí es el fin del mundo, que sí esto y lo otro...
Hace tiempo, cuando empecé con esto, sucesos similares me ponían muy
nervioso, las bolsas caían, me saltaban los stops, cerraba posiciones
antes de hora..., vamos, lo típico que creo que hacemos todos al
principio. Y sucesos que parecen que van a abrir las puertas del
infierno los tenemos siempre, ¿os acordáis de China y Grecia el año
pasado? ¿Os acordáis del Brexit? Por resaltar los ejemplos más cercanos
que me vienen a la memoria.
Creo que es bueno recordar que hay veces en que lo mejor que podemos
hacer es estar fuera del mercado o, si tomamos una posición, gestionar
el riesgo y saber asumir las consecuencias de nuestros actos.
Lo cierto es que, después de leer todo lo que se ha dicho y
especulado en internet sobre el tema, poco puedo aportar que no se haya
dicho ya, lo único que me gustaría compartir es una historia que a mi me
ayuda ante estas situaciones, que cuando pasan suelen ser más bien
oportunidades pues el hombre tiende a ser negativo en su pensamiento y
el temor lleva a actuaciones extremas y exageradas. La historia que
quiero contaros forma parte de la leyenda del anillo de Salomón, dice
así:
«El rey David estaba agonizando y llamó a su sucesor, su hijo
Salomón, para despedirse de él. En el lecho de muerte David habló con su
hijo. éste era jovén e inexperto y estaba muy preocupado por el reino
que iba a heredar pues no se veía capaz de gestionarlo correctamente, le
rogó a su padre que le dejara algo que le ayudase en tiempos de crisis.
David le dió un joyero que contenía una moneda y le dijo: «cuando te
encuentres en aprietos abre este estuche y mira la cara de la moneda.
Pero cuando te encuentres en la cima del bienestar, vuelve a abrirla y
dale la vuelta y mira el lado opuesto».
A Salomón le fueron bien las cosas y olvidó mirar la moneda hasta que
un día fue engañado por el demonio Asmodeo que le quitó su anillo y su
poder y lo abandonó a cuatrocientos kilómetros de su reino; la gente le
tomaba por loco cuando decía ser el rey Salomón, el hombre más sabio.
Miró la moneda y leyó: «Gam zeh ya'avor», que significa: «Esto también
pasará». El mensaje le reconfortó y poco a poco fue reconstruyendo su
poder hasta acabar recuperando su reino y desterrando a Asmodeo.
Pasó el tiempo y, en la cima de la gloria, decidió hacerle caso a su
padre y leer el reverso de la moneda para descubrir el mensaje que
ocultaba y el consejo que se le daba para esos momentos de explendor.
Dió la vuelta a la moneda y leyó las palabras hebreas: «Gam zeh
ya'avor»...«Esto también pasará»....