Hoy empezamos una nueva saga de artículos biográficos que iremos entrelazando con las demás entradas, y en los que descubriremos la vida y obra de algunos de los más famosos y exitosos inversores del mundo. Dada la temática del blog, no cualquier inversor tendrá cabida, sino únicamente aquellos inversores exitosos que toman la escuela de la inversión en valor como fiilosofía, los llamados Value Investors.
La primera de las fuentes de información que utilizaré será un libro, concretamente el libro "The Value Investors" de Ronald W. Chan. En él, el autor entrevista a 12 de lo más legendarios Value Investors dando a conocer su visión de los mercados, su historia personal, su filosofía personal de inversión, etc. Inversores de la talla de Irving Kahn, Walter Schloss, Jean-Marie Eveillard o el que inaugurará esta saga que esperemos sea prolífica, el español Francisco García Paramés.
Francisco García Paramés: El inversor hecho a sí mismo.
Seguramente, muchos de los lectores asiduos habrán oído hablar miles de veces de Francisco García Paramés; sin embargo, a aquellos que no sean tan seguidores de la inversión en valor, quizás no les suene de nada. Si decimos Bestinver, es probable que mayor número de público sepa de lo que hablamos, ya que la mejor gestora de fondos española de los últimos años es cada vez más conocida.
Pues bien, Paramés no es ni más ni menos que el CIO (Chief Investment Officer) de Bestinver, es decir, el director de inversiones de la subsidiaria del conglomerado Acciona. En la firma desde 1989, dos años después de su creación cuando se gestionaba únicamente el patrimonio de la familia Entrecanales, Paramés ha llevado a Bestinver al siguiente nivel en lo que a gestión de fondos se refiere. Los retornos obtenidos en los fondos que gestiona hablan por sí solos y le sitúan como uno de los mejores gestores de todos los tiempos.
"Aprender de los errores de otros" es una de las máximas de este gallego que en Diciembre cumplirá los 50 años de edad. El segundo más joven de una familia de cinco hermanos dónde él es el único varón, entró por casualidad en la industria de la gestión de inversiones ya que en su etapa adolescente soñaba con ser jugador profesional de baloncesto. Tras estudiar Económicas en la Universidad Complutense de Madrid y trabajar en El Corte Inglés durante su último año de carrera, decidió estudiar un MBA en la escuela de negocios IESE, en Barcelona. Fuera el destino o cualquier otro azar el que quisiera premiarnos con uno de los mejores Value Investors, la cuestión es que tras unas jornadas de empleo organizadas en su escuela de negocios, Bestinver estaba allí y decidieron contratarle en el momento.
Autodefinido como una persona serena, tímida y analítica, en sus inicios trabajó únicamente con su jefe y con el patrimonio de la familia Entrecanales, analizando fusiones y adquisiciones en el mercado español en busca de oportunidades. No tardó mucho en empezar a analizar todos los valores españoles desde un punto de vista fundamental que adquirió de su superior, del que dice le "señalo el camino sensato de la inversión".
Tras quedarse al mando de Bestinver ya en 1991, Paramés admite que leer el libro de Peter Lynch "One Up On Wall Street" cambió su vida para siempre. En concreto, las palabras que reforzaron y desarrollaron su lógica de inversión por siempre fueron éstas: "El precio de las acciones a menudo se mueve en dirección contraria a sus fundamentales, pero a largo plazo, la dirección y sostenibilidad de los beneficios prevalecerá. Se necesita una paciencia destacable para mantener una acción en una compañía que te atrae, pero que todo el mundo parece ignorar. Empiezas a pensar que todo el mundo está en lo cierto y tu estás equivocado. Pero cuando los fundamentales son prometedores, la paciencia es recompensada; únicamente siendo fiel a una estrategia a lo largo de los años buenos y malos conseguirás maximizar tus ganancias a largo plazo"
Ya dirigiendo el portfolio de la compañía por sí solo con el beneplácito y la total confianza de la familia Entrecanales, Paramés pudo poner sus principios de inversión a trabajar y centrarse en el largo plazo. Sabía que debía construir un buen track record (historial de inversiones) para poder así construir algo mucho más grande. Es por ello que aconseja a la gente joven empezar a invertir lo antes posible, ya que "si la lógica de inversión es sensata y el historial es aceptable, serás reconocido con el tiempo".
No invertir en bancos dada la "dificultad para entender el negocio y evaluar los activos", así como no usar apalancamiento ya que "cualquier cosa puede ir mal", son dos de las lecciones que aprendió en sus inicios como inversor comprando acciones de Acerinox y Santander. "Lo que realmente importa no es hacerse rico pronto, sino protegerse contra las pérdidas, entendiendo que el juego de la inversión se basa en la calidad y la sostenibilidad". Por ello, una de las lecciones más valiosas que nos aporta es la de no comprar negocios solamente porque sean baratos, sino buscar negocios buenos. Un negocio barato puede "matarte", pero uno bueno nunca lo hará.
En 1993, Paramés comenzó a dirigir el primero fondo de inversión de Bestinver, el Bestinfond. Este fondo se basó esencialmente en compañías españolas hasta 2005, momento en el que decidieron incluir acciones internacionales ya que las locales no presentaban grandes oportunidades de inversión en valor. Leer periódicos, libros, revistas, análisis e incluso las carteras de sus competidores es la forma general en la que desde Bestinver generan las ideas de inversión. La acumulación de información, y la correcta sincronización de ésta con un buen entendimiento del mundo, es lo que permite estar preparado para cuando se presente la oportunidad, o más bien, para darnos cuenta de ella. Centrado en la investigación y el análisis, Paramés admite que no sigue el mercado hasta las 18:00h, una vez que ya está cerrado. Además, no cree en modelos sofisticados de valoración de empresas como el descuento de flujo de caja libre, sino en conocer bien la compañía y detectar sus ventajas competitivas. Particularmente, utiliza un ratio que es muy de su agrado, el Price to Free Cash Flow (Precio / Flujo Caja Libre (FCF)), reconociendo que compran buenos negocios con múltiplos por debajo de x11 o x12, con el objetivo de que se revaloricen hasta llegar a x15. No obstante, juegan con la sensibilidad de sus hipótesis, así como con la calidad de los negocios, pudiendo fijar el objetivo en x17 o x13 veces el FCF, según el caso. Aunque pudiera parecer un método muy sencillo, la dificultad proviene de estimar adecuadamente el FCF de la empresa en el largo plazo, una ardua tarea necesaria de habilidad y buen juicio.
Utilizando el FCF en la valoración de las empresas, el otro gran aliado que emplea Paramés para determinar sus inversiones es el RoCE (Return on Capital Employed). Según sus propias palabras, el RoCE es una medida de la calidad del negocio muy útil ya que te permite hacerte una idea de la evolución histórica de la compañía y también hacer comparaciones con otras empresas. Este RoCe, entendido como beneficio neto operativo después de impuestos, dividido entre el capital empleado (total activo menos pasivos corrientes) ayuda a entender el marc competitivo entre empresas y descubrir ventajas competitivas. Pese a no tener una cifra ideal, ya que varía de año a año y de compañia a compañía, Paramés reconoce que un RoCe por encima de 20% sería bastante bueno.
Aunque no directamente relacionado con su carrera como inversor, un accidente de avión en Marzo de 2006 tuvo un profundo efecto sobre Francisco García Paramés. Volando a Pamplona para reunirse con un inversor, el avión en el que volaba chocó contra una montaña y se estrelló. El copiloto y el director administrativo de Bestinver con el que viajaba, murieron en el acto y los demás pasajeros fueron gravemente heridos. Siendo Paramés el único capaz de andar, recorrió la montaña durante una hora en busca de ayuda. Este accidente le enseño que tanto en la vida como en las inversiones, la esencia de los seres humanos es el instinto de supervivencia.
"La ventaja competitiva de Bestinver es su horizonte de inversión a largo plazo, pero no refiriéndonos a 3 o 4 años, sino a 20 o 30 años vista". "Algunas gestoras de largo plazo marcan un periodo de tenencia de acciones de 3 o 4 años, mientras que nosotros podemos estar hasta 10 años comprando una acción". Esta característica diferenciadora es la que ha permitido a Bestinver obtener unos retornos espectaculares en el largo plazo, éxito que hizo a Paramés necesitar de colaboradores. En 2003 se incorporó Álvaro Guzmán de Lázaro Mateos, y en 2006 fue Fernando Bernad Marrase quien se unió al equipo en su búsqueda de valor. Además, recientemente contrataron a un analista Taiwanés, que está situado en China y les proporciona información in situ para un mayor conocimiento del continente asiático. Los ya más de 10 fondos de Bestinver, están basados en únicamente dos carteras de acciones: la cartera global y la cartera ibérica. Todos los fondos son combinaciones de estas acciones formando productos adecuados a las distintas necesidades de los clientes.
En contraste de lo que pueda parecer, la rotación de las acciones de sus fondos es muy alta, pero no debido a cambios en las elecciones de inversión, sino a la evolución de las mismas acciones. Compran y venden frecuentemente, pero siempre las mismas acciones. Esta metodología se basa en que si una acción ya ha subido un 20% o 30%, es un 20% o 30% menos atractiva para ellos, y por eso deciden reducir su peso en la cartera para dárselo a otras que todavía cuentan con mayor potencial.
"La mayor satisfacción se da cuando encuentras una inversión que está infravalorada. Cuando encuentras una oportunidad de este tipo, a menudo pienso que no puede ser posible. Miro otra vez, y si es realmente cierta, me siento tan excitado como si hubiera encontrado un tesoro, la alegría que se siente no se puede describir". El éxito de Bestinver es el éxito de Francisco García Paramés. Él ha mostrado el camino de cómo un gestor puede aportar valor añadido (alfa) a un fondo de inversión. Ha mostrado que una firma independiente puede superar a la inflación, a la rentabilidad de los bonos del Estado, al retorno del índice de referencia e incluso a la mayoría de la bancarizada industria de fondos europea.
Esta ilusión y pasión que él tiene para investigar y analizar en busca de tesoros perdidos, es la que quiere transmitir a sus dos hijos y tres hijas, "si no los encuentras, aún así puedes disfrutar del viaje, pero si lo haces, habrás descubierto el verdadero valor de la vida"
---Artículo original Febrero 2013---
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