El fuerte giro a la baja de los sectores tecnológicos tiene un líder. Esencialmente el mismo líder que en su camino al alza durante los últimos meses: Tesla.
La compañía de vehículos eléctricos liderada por Elon Musk que hasta hace poco era capaz de apreciarse en un solo día hasta toda la capitalización de mercado de BMW, repentinamente ha comenzado a declinar en magnitudes récord, declinando en el día de hoy un -21,06% y acumulando desde el máximo reciente, de hace 5 sesiones, una caída del -34,29%.
El catalizador o excusa que ha traído la fuerte sobreventa del valor, ha sido la decisión de no incluir al valor dentro del índice S&P 500, a pesar de que en principio por el tamaño de su capitalización de mercado debería ser incluida.
Esta negativa del comité que decide las entradas y salidas de las empresas que componen el más famoso de los índices estadounidense, según varias fuentes no oficiales, se debe a que Tesla no cumple con los requisitos de beneficios continuados, ya que el comité -de nuevo, no oficialmente- considera que algunos beneficios sólo se deben a operaciones puntuales, como la venta de derechos de emisiones, que no son realmente el negocio principal de la compañía. Esto, junto con el hecho de que a muchos observadores Tesla está en medio de una burbuja, posiblemente pesó mucho en la decisión de dicho comité.
Igualmente, otro factor que se está mencionando es la alta exposición con opciones que muchos operadores minoritarios, y hasta algunos institucionales como Softbank, mantenían en el valor. Si aquellas operaciones con opciones retroalimentaban el valor al alza, ahora estaría retroalimentando las caídas.
