La semana acabará con subidas generalizadas de la renta variable tras romper las bolsas europeas al alza el movimiento lateral iniciado a principios de mayo. Pero tras este tirón al alza, tenemos de nuevo a los principales índices en zonas de resistencias claves. Hoy nos mantendremos en estos niveles a la espera del dato del PIB del primer trimestre de EE.UU., así como los datos de confianza del consumidor elaborado por la Universidad de Michigan. En general, los datos macro presentados esta semana han superado expectativas, por lo que si terminamos la semana con la misma tendencia, podemos concluir que los mercados están ya preparados para digerir una nueva subida de tipos de interés en EE.UU. sin que aumente fuertemente la volatilidad.
Veamos la situación de los principales índices de renta variable. Empezando por el S&P500, vemos que ayer volvió a pararse al acercarse a la zona de 2.100 puntos, zona que viene funcionando como resistencia desde finales de 2014. En el gráfico semanal de largo plazo vemos cómo el movimiento lateral de los dos últimos años ha servido para eliminar las fuertes sobrecompras e incluso divergencias bajistas que marcaba el RSI durante todo el año 2014.
Viendo el gráfico del S&P500, podemos ser pesimistas y pensar que hemos subido mucho y muy rápido desde mínimos de febrero, o bien, ser algo más optimistas y pensar que el S&P500 está más o menos en los mismos niveles de hace dos años (verano del 2014), por lo que el S&P500 podría mantener las subidas. Lo que sí que está claro es que, si el S&P500 supera en cierre semanal la línea que une los máximos de los últimos años (línea verde discontinua) que pasa por 2.100 puntos, se generará una clara señal alcista en uno de los índices más importantes de las bolsas mundiales.
En Europa tenemos una situación similar si miramos el Eurostoxx 600. Esta semana hemos comentado que el nivel de 350 puntos es clave para las bolsas europeas. Superarlo sería una clara señal alcista desde el punto de vista de largo plazo, ya que daríamos por anulada la hipotética figura de techo en forma de H-C-H. Además, igual que en el S&P500, la corrección del último año ha servido para eliminar la sobrecompra del RSI del año pasado.
Otro activo que está en zona de resistencia es el petróleo. Ayer veíamos que nos enfrentábamos a la resistencia de 50 dólares el barril. Ahí se giró a la baja y hoy continúa la corrección. Sin duda, la reunión del próximo 2 de junio de la OPEP provoca que los inversores tomen beneficios y sea más probable que nos movamos en un entorno entre 42-50 dólares que en un entorno 50-60 dólares en los próximos meses. Este entorno de 42-50 dólares entendemos que sería el más beneficioso para todo el mundo en general. Se aleja los temores de recesión y problemas financieros de los productores ya que estos precios están muy lejos de los mínimos del año, y sobre todo, se genera la mejor de las expectativas de inflación posibles. Estas expectativas no serían débiles como para hacer temer deflación, pero tampoco serían tan agresivas como para que el mercado empezara a temer más de dos o tres subidas de tipos por parte de la Reserva Federal (esto generaría muchísima volatilidad).
Por tanto, esta semana hemos roto el lateral de corto plazo por el lado bueno, pero hay que esperar a que se rompan las resistencias de largo plazo comentadas para terminar de ser optimistas. Lo que sí que parece claro, y queremos seguir insistiendo en ello, es que se están dando todas las condiciones para que definitivamente estas resistencias se superen al alza, bien sea a corto plazo o bien quede otro recorte adicional antes.