La Teoría del Caos (impulsada en los años 60 por el matemático y meteorólogo Edward Lorenz) es la rama de la matemáticas que estudia los sistemas sensibles a las variaciones de las condiciones iniciales. Estas pequeñas variaciones en dichas condiciones iniciales pueden implicar grandes diferencias en el comportamiento futuro, haciendo más difícil la predicción a largo plazo.
Edward Lorentz
La meteorología, es uno de los campos donde más se usa la teoría del caos, ya que las condiciones climáticas son cambiantes y estos cambios los producen diversos factores que no son controlables.
Se estima que una predicción meteorológica de un día para otro tiene un 85-90% de posibilidades acierto y si nos vamos de una semana para otra la tasa de acierto es mucho menor. Esto sucede debido a lo imprevisibles que son algunas variable meteorológicas.
¿Y qué tiene que ver esto con la Bolsa?
En lo referente a la teoría del caos, la diferencia principal entre la Bolsa y la meteorología es que en la meteorología lo que digamos no influye directamente en el clima. La Bolsa, en cambio, es un sistema dinámico donde las decisiones de cada uno de los partícipes influyen en las cotizaciones presentes y futuras. Además, las decisiones individuales, afectan al comportamiento colectivo, por ejemplo:
- Si Warren Buffett compra una cantidad relevante de acciones de una determinada empresa, condicionará al resto del mercado, ya que el contexto de las acciones de esta empresa habrá cambiado (si Warren Buffett no la compra, el mercado seguiría un curso distinto, pero al comprar, esa decisión afecta a las futuras decisiones del resto de partícipes.)
Esto nos lleva a la siguiente pregunta, ¿El análisis técnico, fundamental o macro funcionan realmente?
Mi respuesta es no. No funcionan de por sí. Estas herramientas funcionan o pueden funcionar en determinados momentos simplemente porque los partícipes del mercado los usamos. Si nadie usase los soportes y resistencias, dejarían de ser útiles. Si nadie mirase el PER de las empresas, dejaria de ser útil. Así con todo.
Es importante darse cuenta de esto para saber que ninguna de estas herramientas es mejor o peor, simplemente nos sentimos más cómodos usando unas más que otras.
Como bien dice Luis Mayoral, "La Bolsa es impredecible, pero no anárquica.". Y es cierto, que pese a estar dominada por factores incontrolables, la Bolsa no se mueve por el azar.
Ganar dinero invirtiendo o especulando se relaciona con un entorno de probabilidades. Por lo tanto, empeñarse en buscar un sistema, señal, indicador o figura 100% ganador es una pérdida de tiempo. No existe. Y si existiese, en el momento en el que el mundo lo conociese, dejaría de funcionar. Porque los mercados son un entorno de suma negativa y por lo tanto, siempre debe haber los ganadores, los perdedores y los brokers (que siempre ganan por las comisiones).
La primera condición que se debe dar para que una operación sea exitosa es que las probabilidades estén a tu favor. Y la segunda condición (aún más importante) es que hay que saber esperar al momento en el que las probabilidades vayan a tu favor para operar. Si las probabilidades juegan en tu contra, no operes.
Como ya he comentado en algún otro artículo, debemos operar cuando la rentabilidad potencial sea por lo menos el doble del riesgo que asumimos.
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