Hay un tipo de operativa en los mercados que se denomina "contrarian" y se caracteriza por hacer lo contrario a lo que el resto del mundo está haciendo.
En términos un poco más técnicos podríamos definirlo como apostar contra el consenso.
A efectos prácticos, y simplificando, se traduce de vender lo que todos los demás están comprando o comprar cuando todo el mundo está vendiendo.
La lógica de este "método" se sostiene en que la masa (muchas veces) está equivocada y que es el propio comportamiento gregario él que empuja el mercado hacia extremos (que en opinión del contrarian) no se justifican.
Este tipo de operativa obtiene su glamour de muchas frases célebres que dan por sentado que lo que suele pensar todo el mundo es incorrecto. Mark Twain así lo expresó en una de sus más famosas reflexiones.
"Siempre que te encuentres del lado de la mayoría, es el momento de hacer una pausa y reflexionar”.
Esta frase puede haber ayudado a hacer algunas fortunas pero muy probablemente haya provocado la pérdida de muchas más.
Y es que ponerse delante del tren, tanto cuando el mercado está en subida como en bajada libre, implica elevados riesgos de salir mal herido.
Se debería tener muy claro que ponerse enfrente sentimientos tan poco racionales como los que vemos especialmente en la fases finales tanto de un mercado alcista (euforia, codicia) como de un mercado bajista (pánico) es una práctica de alto riesgo.
¿Qué puede puede salir bien alguna vez? Sin duda, alguna vez la moneda de canto puede caer de canto. Pero a largo plazo es mucho más fácil que se te lleve por delante que te haga rico.
Es además un tipo de operativa que tanto psicológica como financieramente es mucho más fácil de planear que de ejecutar.
Ponerse al otro lado del mercado significa que a menos que tengas la fortuna de hacerlo en el punto de inflexión (nunca pasa) lo que te espera es una temporada de remar duramente a contracorriente.
Aguantar una posición cuando tanto el precio como los argumentos mayoritarios van en tu contra, y hacerlo un día tras otro, es muy difícil de llevar.
Y ya que hemos acudido a dichos bursátil mente conocidos no olvides nunca uno muy útil.
"El mercado puede permanecer irracional mucho más tiempo del que usted puede permanecer solvente" JM Keynes.
En el cementerio de inversores el contrarian es una de las especies más repetidas. Que no se te olvide.
Pero, aunque realizar esta operativa de manera masiva con tu cartera es muy arriesgado, hacer pequeñas operaciones puntuales que completen una cartera tradicional puede añadir unos interesantes puntos de rentabilidad vs pequeñas pérdidas permanentes de capital.
Ahora mismo, si tuviéramos que señalar una posible operación contraria en mercado una de las grandes candidatas seria la compra de acciones chinas, y más concretamente las de tecnología china.
Las acciones de este país están siendo barriadas por algunas preocupaciones de largo recorrido (el intervencionismo estatal, la posible desaceleración económica en el país etc) más otras de nuevas (el “caso” ruso).
Ver como la guerra tradicional ha añadido un fuerte y nuevo componente económico tiene capacidad para cambiar muchas realidades financieras.
Ver el ejemplo de cómo los activos rusos se han transformado de repente en “uninvestable” (con caídas de su valor cercanas a la su totalidad) ha provocado que los inversores valoren de manera mucho más agresiva el posible riesgo geopolítico asociado a las acciones chinas. Muchos inversores temen que esto pueda provocar que sean “las siguientes” en caer.
Cada uno debe valorar la posibilidad de que esto pueda suceder pero si nos ceñimos a la información actual que podemos ir leyendo en prensa vemos como los gobernantes chinos se toman está amenaza muy en serio y se esfuerzan sobremanera en comunicar que están en una posición neutral en este conflicto que se extiende mucho más allá del puramente bélico.
El valor de estas compañías en bolsa está ahora mismo muy disociado del valor que podríamos asignar a sus negocios subyacentes ya que su “prima” de riesgo asociada ha explotado radicalmente al alza.
Otros elementos que incrementan la presión vendedora están relacionados con la enorme volatilidad que están sufriendo (inversores cuantitativos que venden por exceder sus métricas de riesgo, inversores minoristas que capitulan ante las pérdidas acumuladas etc), es decir, están en el clásico patrón de circulo vicioso).
En resumen, si uno pretende “estar” tranquilo ahora lo último que se le ocurre comprar es este tipo de acciones, siendo (a veces) este tipo de sentimiento uno de los marcadores contrarían más efectivos.
Pero, otro concepto a recordar antes de darle al botón de compra es que en el mercado no hay billetes de 500 olvidados en el suelo.
El precio de cada momento refleja riesgos y oportunidades, y como más grande es una acción, con mayor finura suelen estar estos criterios ponderados adecuadamente.
Podemos pensar que el mercado no es eficiente y que muchas veces sobre reacciona a ciertos eventos o temores. Puede ser.
¿Pero de verdad pensamos que los grandes cerebros que habitan el mundo financiero no son capaces de ver gangas cuando las tienen delante de los ojos?
Difícil.
Y mientras esto sucede es curioso ver cómo tanto inversor que como quien dice acaba de llegar a los mercados considera que es el listo que sí tiene un olfato fino para identificar lo que esta “inequívocamente barato”
Solo así se entiende como algunos pueden llegar a pensar que dónde los "mayores" fracasan en su percepción (del valor de una acción) llegan ellos con su conocimiento, tiempo y recursos (probablemente) bastante más modestos.
La humildad es una de las virtudes que primero puede perderse en el mercado. Cuidado.
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