Artículo de Adrian Ash- Analista jefe de BullionVault
Por fin ha llegado el día.
Ben Bernanke, presidente del banco central de Estados Unidos,
anunciará hoy el comienzo del fin de la flexibilización cuantitativa
(quantitative easing) en la reunión mensual de la FOMC en Washington.
O al menos, eso es lo que todos piensan. Los precios del oro y la
plata parecen estar de acuerdo, y cotizan a nuevos mínimos de semanas
durante la mañana de hoy revirtiendo el patrón adoptado desde que se
anunciara el QE en 2009 hasta su última ronda, hace justo un año. Bernanke dio a entender en junio que el fin del QE tendría lugar este mes. Los encargados de política monetaria han estado hablando de ello desde abril.
Estos dos meses han sido importantes para cualquiera que comercie con
oro o plata. Pero observando la caída del 4% de esta semana, los
traders deben preguntarse si el rumor es más grande que la realidad.
Siempre ha sido al revés cuando el QE crecía. Actuando en lo que se llamó "quanticipación",
los precios del oro y de la plata tendían a subir antes de los anuncios
de QE por parte de la FED (Q1, Q2, Q3). Y una vez que la decisión se
comunicaba, volvían a caer para luego volver a seguir con su camino
alcista a largo plazo.
Así que, ¿cuál es pronóstico para hoy? El objetivo del QE es la de
exprimir activos que podrían ayudar a reactivar la economía o, al menos,
hacen parecerlo. Así que desde mayo de 2009, en lo más profundo del
colapso bancario post-Lehman Brothers, el programa de QE de la Fed ha
creado y gastado alrededor de 2.735 billones de dólares. Eso es más que
la suma total de todo el efectivo y ahorro de los hogares en circulación
hace 25 años. Equivale a un dólar por cada cuatro en posesión de los
ahorradores estadounidenses a día de hoy.
Esta marea de dinero se ha utilizado principalmente para comprar
bonos del Tesoro estadounidense. El plan inicial era el de empujar hacia
arriba el precio de las inversiones "libres de riesgo" gubernamentales,
empujando hacia abajo el tipo de interés que ofrecen. De esta manera,
los inversores podrían ser obligados a realizar apuestas más arriesgadas
si querían obtener una beneficio decente. Los prestatarios podían así
obtener préstamos a tasas más bajas, engrasando los mecanismos de la
economía.
¿Funcionó?
La deuda del consumidor estadounidense es un 12% más baja que en su
pico de finales de 2008, justo antes de que comenzara la primera ronda
del QE. Esa caída ha estado dirigida por una caída en la deuda
hipotecaria, a pesar de que una gran porción del efectivo electrónico de
la Fed también está dedicándose a la compra de bonos respaldados con
hipotecas, así como por deuda del Tesoro.
Mientras tanto, la deuda de Wall Street se ha contraído una quinta
pate, mientras que los préstamos por parte de compañías no financieras
han crecido, pero no por mucho si se tiene en cuenta la inflación. Lo
que se ha disparado, por supuesto, es la bolsa, con el S&P
alcanzando máximos históricos a medida que el QE se ha amontonado sobre
más QE.
En cuanto a los tipos de interés, es evidente que no se han
disparado. Al menos todavía. Pero llas rentabilidades de los bonos a 10
años, en lugar de caer como se había anunciado, han crecido durante el
tiempo que duró el Q1 (del 2,42% al 3,85%). El comienzo del Q2 vio las
rentabilidades de los bonos a 10 años crecer casi un 1%. Después de
esto, los tipos de interés cayeron a mínimos históricos, dos meses antes
del comienzo del QE3.
Así que el QE no hizo lo que se suponía que debía hacer, excepto por
lo de hacer que la bolsa subiese. También falló en su intento de subir
la tasa de inflación en los precios del consumidor, que la Fed esperaba
que hiciera que el valor de la deuda cayera en términos reales.
¿Pero que hay de lo contrario a la deuda? El oro y la plata físicos
son los activos más sensibles a la política monetaria. Concretamente, la
gente compra plata y oro cuando teme que el valor del dinero caiga. El
QE es simplemente una campaña para desviar el dinero del efectivo y de
las inversiones de bajo riesgo al crear tantas de ellas (a su voluntad y
de la nada), que su valor cae. Eso ha sido lo que ha impulsado las
subidas de los últimos cinco años de las inversiones en oro y plata. Así
que aunque ya se haya tenido en cuenta el tapering, reflejado en el
desplome de 2013, el fin del QE empujaría los precios hacía abajo.
Pero recordemos: Bernanke todavía mantendrá encendida su impresora
electrónica de billetes después de la rueda de prensa de hoy. La
diferencia es que, en lugar de imprimir 85.000 millones de dólares por
mes, la Reserva Federal creará y gastará unos 75.000 millones o quizás
un poco menos. Y a partir de ahí, según se comenta, el resto de
flexibilización cuantitativa será eliminado poco a poco, terminando,
aunque no está claro, en 2014.
Este se tratará del primer recorte del programa mensual comenzado
hace 12 meses. Pero los billones creados hasta ahora no serán
destruidos. El dinero está aquí para quedarse, aunque esté atascado en
la Fed donde se creó, en forma de excedente de reservas del sector bancario.
Los "osos" (bajistas) del oro y la plata deberían vigilar sus
stop-losses si ese efectivo se filtra hacia nuevos préstamos bancarios.
Los tipos de interés a cero en el dinero a corto plazo también
perdurarán. Y la agresiva flexibilización cuantitativa estará en el
primer cajón de la gran caja de herramientas de la Fed, esperando a ser
abierta y utilizada de nuevo en cualquier momento.
En resumen, el mayor banco central del mundo no ha terminado con su
QE o con sus tipos de interés a cero todavía. El resto del mundo también
está aplicando el mismo "remedio" para la larga crisis. No, la tasa de
inflación no se ha disparado todavía pero sea cual sea el destino hoy
para los precios del oro y de la plata, el valor del dinero sigue
estando bajo el ataque de la misma gente que está encargada de
defenderlo.