El gráfico de esta semana representa el precio medio frente al número de matrículas ofertadas y demandadas acumuladas en 12 meses en Shanghai desde el año 2002.
Considerando exclusivamente la población que vive dentro de los límites administrativos, Shanghai es la ciudad más grande del mundo, con unos 18 millones de habitantes. Si se tiene en cuenta el municipio, alcanza los 23 millones, siendo también el más poblado a nivel mundial.
No es de extrañar que sea éste uno de los motivos por el cual el gobierno controle el tráfico de vehículos en la ciudad mediante la restricción del número de matrículas que asigna a través de subastas mensuales, con el fin de que no se produzca una congestión insostenible. En China se venden cada mes más de un millón de automóviles, en concreto, el mes de Octubre alcanzaron la cifra de 1.3 millones de turismos. En lo que va de año llegan hasta las 12.6 millones de unidades vendidas, un incremento interanual del 6.9%.
En cualquier caso, obviamente estas restricciones en las matrículas no aplican a todas las ciudades de China y, en aquéllas dónde si está vigente, como en la capital, el precio es bastante más bajo. Sin lugar a dudas en Shanghai se paga el precio más alto en este sistema de subastas que comenzó en el año 2000, mientras que en Beijing se lleva aplicando desde finales de 2010. En Julio de este año también se ha puesto en marcha en Guangzhou.
En el periodo considerado de unos 11 años, se han concedido un total de 830,696 matrículas para 1,825,059 peticiones. De esta forma, la demanda ha superado en más del doble a la oferta en media, con un ratio cercano a 2.7 en los últimos 2 años. Desde mediados de 2009 en Shanghai se han adjudicado cada mes entre 8,000 y 9,500 matrículas. En el acumulado anual se han entregado 89,300 placas para un número de peticiones de 231,338.
Como se puede observar en el gráfico, en la última subasta celebrada en Octubre el precio medio marcó un nuevo máximo histórico en los 66,708 yuanes, unos 8,400 euros al tipo de cambio actual. Por otro lado, el precio mínimo llegó hasta los 65,200 yuanes, 8,200 euros aproximadamente. No es un precio nada asequible, ya que muchos coches de gama baja cuestan menos dinero. Hace tan sólo 10 años el precio medio fue tan bajo como 14,057 yuanes, algo más de 1,700 euros, concediéndose entre 2,000 y 3,000 matrículas para algo más de 4,000 solicitantes.
No es tampoco nada despreciable la recaudación obtenida por este tipo de ingresos, que sólo el mes pasado fue de 634 millones de yuanes, lo que equivale a unos 80 millones de euros. En estos 11 años se han ingresado en total 33,190 millones de yuanes, aproximadamente 4,200 millones de euros considerando el tipo de cambio vigente.
Con estas cifras se puede comprobar cómo, pese a la fuerte desaceleración que muchos avecinan, todavía en muchos aspectos el consumo interno continúa fuerte y será uno de los motores del crecimiento en los próximos años. Y más concretamente parece claro que al sector automovilístico en China todavía le esperan varios años de bonanza.
Hay que tener en cuenta que en este momento en China sólo existen 114 millones de automóviles, una cifra inferior a 10 vehículos por cada 1,000 habitantes. En países cómo Estados Unidos ronda los 430 coches por cada 1,000 habitantes.
También como comparativa, en el año 2010 se fabricaron en China 9.5 millones de automóviles, mientras que en Estados Unidos la producción fue tres veces menor, en concreto, 2.7 millones de unidades. El gigante asiático ha tenido un crecimiento explosivo, ya que esta cifra fue de sólo 605.000 unidades en el año 2000. Por el contrario, en el país americano se ha reducido a la mitad, ya que en aquél momento se fabricaron 5.5 millones de turismos.
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