Las subastas de apertura y cierre son periodos de negociación en el mercado de valores en los que se puede introducir, modificar y cancelar órdenes, pero sin que se ejecuten las negociaciones. El sistema calcula en tiempo real un precio de equilibrio entre oferta y demanda y todas las subastas finalizan con un cierre aleatorio de 30 segundos.
Nos centraremos en esta ocasión en el funcionamiento de la Bolsa Española, cuyo horario es de 08:30 a 17:35 (aprox.) de lunes a viernes:
Durante estas subastas se introducen órdenes del mismo modo que ocurre con el mercado abierto, las cuales se irán añadiendo a las que ya estaban en el libro en el momento de iniciarse la subasta. Mientras dure la subasta no se ejecutarán órdenes aunque pudiesen cruzarse. Simplemente se irán almacenando.
Al finalizar la subasta se marca el precio de cierre o inicio del día. Ese precio final de las subastas es el precio al que se podrían cruzar el mayor número de acciones de todas las órdenes que se encuentren en el libro en ese momento. Es un precio único para todas las órdenes que se crucen en ese final de subasta, por lo que podría haber inversores que viesen ejecutadas sus órdenes a un precio mejor que el que se habían marcado como límite. Para determinar ese precio de cierre de las subastas se tienen en cuenta los precios límite y los volúmenes de cada orden. Por este motivo, no se podrán enviar órdenes ‘a mercado’ (Market) durante la subasta.
Las subastas de inicio y fin de sesión tienen como finalidad marcar un precio más justo, entendiendo por tal, el precio con el que están de acuerdo el mayor número posible de inversores.
En la subasta de apertura también se fija un precio estático y un rango estático que oscilará entre el 4% y el 8%. El precio dinámico oscilará en función de cada negociación y el rango dinámico estará dado de acuerdo con la volatilidad y será entre el 1% y el 8%. Estos niveles de precio y margen se utilizarán en el caso de que se dé una subasta de volatilidad.
El final de la subasta varía siempre en unos 30 segundos para evitar, en la medida de lo posible, aquellas órdenes introducidas para influir en los demás inversores y que son retiradas un segundo antes del cierre de la subasta.
Suponiendo que en la subasta no se pueda cruzar ninguna orden (a veces pasa con valores pequeños que tienen poca liquidez) el precio de cierre será el de la última operación que se ejecutó durante la sesión, independientemente de cómo quede formado el libro de órdenes al terminar la subasta.
Para finalizar, comentaremos que estas subastas no se producen del mismo modo en todas las Bolsas y que existen algunas, como la Bolsa de NY, que no tienen subastas, sino un periodo After-Hours (al cierre) y Pre-Market (antes de la apertura), donde acontece el cruce real de órdenes, aunque el volumen de negociación sea muy pequeño en comparación con el de la sesión.