El pasado 29 de octubre la FED puso oficialmente fin a su ambicioso programa fragmentado de expansión cuantitativa. Está más que claro cuales fueron los efectos que tuvieron los tres programas, en especial los QE2 y QE3, en relación a la comparativa de los índices SP500 y Stoxx50 en cuestión. La QE1 se noto con una espectacular subida a partir de marzo de 2009 pero apenas hubo divergencias entre los dos indices porque en ese periodo post Lehman-Brothers USA se estuvo al borde de una catástrofe financiera. La descorrelación fue patente a partir de finales de 2010 con el estallido de la crisis de la zona euro, aparte de que las QE2 y QE3 también hicieron lo suyo.
El BCE acaba de poner en marcha su ambicioso plan expansivo que ha de durar en principio hasta 2016. En USA las últimas subidas son muy rancias, al igual que algunos datos macro con lo que los primeros síntomas reales de agotamiento ya aparecen en los gráficos norteamericanos. Es muy improbable que en Europa las bolsas se desplomen con el plan cuantitativo, cuanto menos ya se empieza a notar que cuando USA corrige en exceso, Europa lo hace de manera muy suave y viceversa, es decir que cuando USA sube suavemente, Europa sube más fuerte. Del Dax alemán poco que decir salvo que asciende como un misil.
No sería descabellada la idea de una estrategia dual, bajista en USA y alcista en Europa mientras dure la flexibilización cuantitativa del ínclito Mario Draghi.