Dentro de las posibilidades de juego que ofrecen los casinos online, las tragamonedas son una de las opciones más atrayentes para los jugadores de todo el mundo, que visitan lugares como Ultra Casino para probar suerte en los diferentes slots disponibles.
Pero no todo es diversión, y los jugadores se preguntan si se puede jugar a este tipo de juegos con tranquilidad y teniendo plena confianza para depositar su dinero en ellos sin correr riesgos.
Pues bien, se puede estar tranquilo porque las tragamonedas de calidad cuentan con un software de alta tecnología que garantizan la total seguridad a sus jugadores, ya que están diseñadas para que la experiencia de juego sea óptima y confiable.
Su software principal, que es el mismo que el de las ruletas y blackjack, entre otros juegos, consiste en el RNG. Este es un generador de números aleatorios que garantiza que la máquina no está trucada. Funciona dando lugar a combinaciones aleatorias que se realizan de forma automática, incluso cuando alguien no está jugando, y que permiten que el juego sea imposible de predecir y de manipular, ni por parte de los jugadores, ni, por supuesto, por parte del casino online. Por tanto, es imposible cometer un fraude en este juego ni adivinar el resultado.
Los proveedores encargados de desarrollar las nuevas tragamonedas cuentan con personal especializado en verificar periódicamente el funcionamiento de dichos RNG para que no tengan fallos.
Además, las comisiones y autoridades encargadas de supervisar el juego seguro, también testean las tragamonedas para comprobar su fiabilidad. Por tanto, una slot ofrecida por un casino legal será totalmente segura.
¿Cómo elegir una tragamonedas online?
Los casinos online disponen de una gran cantidad de tragamonedas online. Puede que nos veamos atraídos por su diseño o temática, pero existen otras cuestiones a tener en cuenta antes de elegir la mejor slot.
Uno de los principales métodos es probar la versión gratuita que ofrecen muchos casinos. Así podrás probar, sin límite ni presión alguna, las funciones del juego, además de formarte una idea de cómo es sin apostar tu dinero.
Por supuesto, antes de dejarte llevar por la atracción de una tragamonedas, debes comprobar cuál es el casino que la ofrece y si este es de fiar, es decir, que tiene licencia autorizada y métodos de pago seguros.
Otra cuestión a tener en cuenta antes de elegir una tragamonedas es el RTP, es decir, el retorno de pago. Este consiste en la cifra de ventaja que tiene la casa, es decir, que con él puedes intuir la cantidad de dinero que recuperarás jugando a largo plazo. El RTP habitual de las tragamonedas es de un porcentaje cercano al 95 %.
Por otro lado, hay que tener en cuenta el nivel de volatilidad. Esto hace referencia al equilibrio existente entre los premios que se entregan y su cantidad y frecuencia. Cuando una tragamonedas tiene una alta volatilidad significa que entrega premios distanciados en el tiempo, pero de una gran cuantía, mientras que, si tiene baja volatilidad, significa que su entrega de premios es más frecuente, pero el importe es más bajo. Conociendo este dato podrás elegir la tragamonedas que más te interese.
Ventajas de las tragamonedas online
Por si aún no te habías decidido a probar las tragamonedas online, te compartimos algunas de sus ventajas con respecto a las tragamonedas físicas, es decir, las que puedes encontrar en un casino tradicional.
Una de sus principales ventajas es que son bastante más rentables, ya que el porcentaje del retorno al jugador es más alto. Mientras que en un casino físico suele estar en torno al 80 %, en uno online, como decíamos, suele rondar el 95 %.
Por otro lado, la variedad de juegos también es superior, así como sus diseños, gráficos, sonidos y temáticas.
Puedes probar demostraciones gratis y aprovechar los bonos y promociones disponibles en los casinos online.
Por tanto, una vez que tienes claro que te encuentras en un lugar seguro y que la tragamonedas lo es, puedes jugar a la que más te atraiga, en función de tus gustos. Debes tener siempre en cuenta que jugar es una forma de divertirse, no de obtener ganancias extras ni vivir de su rentabilidad.