Recomendamos a todo aquel que tenga interés el estudio “España: en la cola del paro y a la cabeza de impuestos” que podrán encontrar en la didáctica página del Instituto Juan de Mariana y cuya autoría pertenece a Juan Ramón Rallo, Ángel Martín Oro y Adrià Pérez Martí. Nos permitimos sugerir a todos nuestros lectores la visita a esta web así como a los blogs personales de estos tres autores.
En dicho estudio se puede observar la siguiente tabla:
Todas las explicaciones técnicas que usted necesita se encuentran en ese documento así como una comparativa con los países de nuestro entorno que estamos seguros le sorprenderá y que, además, disipará muchas falsas ideas y creencias no sustentadas en los datos. Por eso no vamos a repetirlas aquí. El que quiera puede leerlo y tenga por seguro que no habrá perdido su tiempo. Se lo recomendamos encarecidamente.
Lo que queremos resaltar es el hecho de que la mayoría de los españoles se encuentran en los tres primeros grupos del cuadro: desde 0€ hasta 53.407€. Esa es la gran perrera estatal. Decimos perrera porque somos de la misma opinión que el escritor P.J. O’Rourke para quien “al Estado le interesa la gente de la misma forma que a las pulgas les interesan los perros.” No se haga ilusiones: es usted un perro y, además, pulgoso. Evidentemente las pulgas son los políticos españoles.
Ya se habrá enterado de que este atraco es por su bien. No podría ser de otra manera. El gobierno del PP es de esa clase de violadores que se despiden de su víctima diciéndole “te quiero.” Solo falta un besito. Este “palo” con navaja envuelta en el Boletín Oficial del Estado (o Diario de Operaciones de los Golfos Apandadores) se ha engendrado ni más ni menos que para paliar el déficit gubernamental y salvar ese tinglado llamado “Estado del Bienestar.” Algún malpensado creerá que más bien se trata de salvar el Bienestar del Estado.
Aún hay más. Imagínese que después de todo lo que le retienen para mayor gloria del sistema de la Seguridad Social y tras haber abonado, en su caso, más impuestos en el IRPF, más el IVA en todos aquellos bienes y servicios que usted consuma más, cómo no, otra inacabable lista de tasas y tributos varios con sus correspondientes recargos autonómicos, imagínese, pues, que tiene usted la absurda idea de ahorrar e invertir con las sobras que el coste de la vida y la voracidad de este comensal bulímico estatal le han dejado. Es más, imagínese que usted llega a ganar dinero, qué osadía, fruto de sus esfuerzos en ahorro e inversión con un capital que ya ha sido tamizado a latigazos por la hacienda pública. En tal caso, eche otro vistazo a la tabla anterior porque le tocará abonar al fisco entre un 21% y un 27% de lo obtenido con sus “sobras.”
A los perros sus amos les echan las sobras de la comida mientras ellos se toman la mejor parte. Este amo es especial. Como observe que usted disfruta de sus restos se abalanzará como si no hubiera mañana sobre los mismos para arrancarle unas migajas de la boca. Pero ojo. No tan rápido. Imagine que con sus sobras usted genera una plusvalía antes de no 456 días o 45879 días o 123456 días sino antes de 366 días, esto es, un año. ¿Adónde creía usted que iba? En ese caso su plusvalía se añadirá a su base imponible fruto de las rentas del trabajo. Si esta es, por casualidad, de 17.707€ y, producto de su ahorro, ha usted ganado 5.000€ tal cantidad no tributará al 21% sino al 30%. ¿Cómo? ¿En vez de robarle el 21%, 1.050€, le sablean el 30%, 1.500€? Si querido amigo canino. Así es.
Verá, al gobierno no le gusta la especulación a corto plazo y quiere que usted invierta a largo plazo. El hecho de que la burbuja inmobiliaria española haya sido una especulación a medio y largo plazo (y la anterior de las punto com también) se la sopla al señor Montoro y al resto de jetas que le ríen las gracias. Sí, lindo pulgoso, según el gobierno, desde un punto de vista tributario, un especulador es aquel que obtiene plusvalías justo hasta el día 365, hora 23:59. A partir de ahí, es usted un inversor. Como usted, además de ser un perro, es tonto y no sabe lo que le conviene es incapaz de ver la lógica profunda que anida en esta sabia ley que ni el propio Moisés hubiera podido parir mejor. Nosotros somos igual de pulgosos que usted y, en nuestra ignorancia, no hemos podido descubrir aún la profunda base filosófica que subyace en este engendro.
Este violador infatigable de patrimonios ajenos quiere además que esta inacabable y brutal sodomía tributaria tenga efectos beneficiosos en la economía. Sí, compañeros caninos, el gobierno desea que usted consuma para reactivar la economía. Lógico. Por eso le quita a usted más dinero. Lógico… El gobierno además quiere incentivar el ahorro e inversión a largo plazo. Lógico. Por eso sube los tipos impositivos a las plusvalías (y ojito con ganar dinero antes de un año no vaya a ser que la Agencia Tributaria le haga la sonrisa del joker). Lógico… Claro. Si usted no fuera tan rematadamente tonto podría verlo. Menos mal que es el gobierno quien se encarga de su pensión de jubilación futura. ¡Qué alivio! Y es que a los perros y a los niños no se les puede dejar solos…
En esta snuff movie fiscal el psicópata de la motosierra lleva además la etiqueta de conservador y hasta liberal. Apariencias, apariencias. Zapatero parece un anarcocapitalista al lado de estos bandoleros de Génova. Esta socialización masiva de las pérdidas del Estado y la banca recae sobre la mayor parte de los españoles que aún aspiran a ser clase media. Muchos de ellos están hipotecados y, qué curioso, se dedican amortizar su deuda en lugar de consumir como belcebús, a pesar de que el gobierno ya les ha dicho mil y una veces que ¡venga majetes a consumir! Mientras estos pringados y los que no están hipotecados (pero pringados también) se aprietan el cinturón y reducen sus gastos, el señor feudal que les expolia las rentas y luego tiene los huevos de decirle ¡oye gástate algo! se lo pasa pipa yendo de aeropuerto en aeropuerto y de autopista en autopista (quebrados) tomando unos pinchos con sus colegas de la banca y de las cajas de ahorro a quienes las reglas del juego del mismo señor feudal les dejaron conceder hipotecas a 30 años incluso a quienes no sabían hacer una o con un canuto.
Como dijo una vez Arthur O. Fraser, economista y sociólogo británico, “los impuestos transforman al ciudadano en súbdito, a la persona libre en esclava y al Estado (nuestro supuesto servidor) en dueño de nuestras vidas y haciendas. Cuanto mayores son los impuestos y más insidiosa la acción recaudatoria, más súbditos y más esclavos somos del Estado.” Si cree que las amenazas contra su libertad vienen de las restricciones al derecho de manifestación y demás menudencias que circulan por las redes sociales es que usted no es consciente del alcance y las implicaciones que tiene en su vida la tabla que hemos extraído del magnífico estudio del Instituto Juan de Mariana. Póngase las pilas y deje de retwittear a los antidisturbios que a fin de cuentas son unos pringados, como todos nosotros, y seguramente tienen las mismas hipotecas y las mismas facturas que pagar. Aún a riesgo de ser menos cool y no merecer un autógrafo de Manu Chao retwittee mejor el cuadro de arriba porque eso sí es un porrazo en todos los c…
Reflexione sobre estas palabras de Luis Ricardo Mequinenza, economista español, para quien “pagar un cinco o diez por ciento de lo que uno gana como empresa o a nivel personal es razonable para sostener las cuatro cosas que sí debe hacer el Estado. Pagar más es una confiscación ilegítima que justifica el empleo de cualquier estrategia internacional para evitar semejante robo.” No podríamos estar más de acuerdo.
Así es, estimado pringado de clase media y clase media-baja: es usted un apestoso perro pulgoso. Más le vale correr porque este violador gordo con motosierra fiscal puede estar ya pensando en su siguiente snuff para distribución privada en la banca española. “Castración tributaria” han soplado que se va a titular.
Guau.
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