Sobre la devaluación interna

24 de febrero, 2013 0

Muchos economistas han planteado la necesidad de devaluar internamente en un país con la inmediata finalidad de convertirle en uno competitivo. En el momento en el que España entró en la Unión Europea, la posibilidad de devaluar su moneda para convertirse en una entidad más competitiva y hacer más atractivas sus exportaciones (lo que daría lugar a una hipotética guerra de divisas con la que se ha especulado desde hace unos meses) lo que finalmente dejaría las balanzas con un índice positivo. Pero, ¿es esto totalmente cierto? Recientemente, la profesora Gotpinah, de Harvard, publicaba un paper muy interesante en el que intentaba tratar esa realidad: la de las devaluaciones fiscales. Pero antes de entrar de lleno con el trabajo de la profesora Gotpinah, conviene que echemos un vistazo a la situación europea. Para empezar, "el Grupo de los 27" está viviendo la primera crisis de su historia. Los poderes monetarios han sido conferidos al Banco Central Europeo que, con puño de hierro, está ejerciendo una política monetaria, para muchos confusa. Como decía el profesor Paul de Grauwe en VOX, estamos viviendo una austeridad autoimpuesta promulgada por "unos" que no podrían ser más idiotas. Efectivamente, Europa está viviendo una falta de crédito terrible en sus países del Sur. Pero lo peor es que los del norte parece que no se dan cuenta de la situación. Lo sucedido en Alemania y la gran victoria de algunos países sobre otros está convirtiéndose en un asunto de máxima actualidad y para el que es necesario buscar alternativas. Efectivamente, el siguiente gráfico relata quién ha ganado ésta crisis realmente:

7681717b8a7a1e1cc16c31a328cb87ef.jpg

Efectivamente, Alemania está financiándose a un precio muy barato (y a día de hoy está próximo al 0%) mientras que Grecia, Irlanda, Italia y España continúan en una carrera por poder financiarse a un bajo precio. La teoría nos dice que, a mayores riesgos haya en nuestro país, mayor tendremos que pagar por financiarnos porque los inversores, el mercado, no se fía de nosotros. Esta teoría lleva siendo desarrollada durante mucho tiempo y por muchos economistas. Ahora bien, en medio de ese debate macroeconómico sobre cómo atajar las crisis surgen distintas voces. Es necesario reivindicar la posición del profesor Paul Krugman que con sus teorías sobre la globalización o la intervención estatal, han revolucionado éstas. Mención también a Joseph Stiglitz, profesor de la Universidad de Columbia sobre su teoría de la globalización, desigualdad y pobreza.

¿Devaluar internamente hace más pobre a la población?

Gina Gotpinah es una profesora de Harvard. La conocí a raíz de Pol Antràs, un profesor de comercio internacional en esa misma Universidad. He de decir que he leído a Pol bastante, sobre todo en lo que publicaba en el blog de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (con los que algunas veces simpatizo y otras no). Tras leer su paper,  sobre devaluaciones fiscales. (Por aclarar: la devaluación fiscal supone una bajada de los tipos impositivos; es una batería de medidas cuya finalidad es hacer más atractiva los productos en los mercados exteriores. Además, esta devaluación fiscal pretende bajar los costes de producción para, como decíamos, hacer más atractiva la producción nacional en el mercado extranjero. Ahora bien, la devaluación interna es otra cosa. Consiste en hacer descender los salarios (y que caiga el poder adquisitivo de las familias) con lo que baja el coste por unidad producida, con lo que aumenta la productividad y consiguientemente, la competitividad. Todo este tipo de políticas públicas, porque son ejecutadas por el Estado, repercuten en la ciudadanía. La postura del que aquí habla es que todas las políticas públicas cuyo objetivo sea discriminar a un agente implicado (sean quien sea) son negativas. El desarrollo de esta postura deriva en tres factores: a) la superioridad de un agente sobre otro, amparada por el Estado, hace que el que sale peor parado no tenga ningún incentivo.* b) la incentivación de la clase trabajadora y empleadora (unos para estudiar o formarse en lo que se demanda y otros para proveer de empleo) solo se puede producir, eficazmente, a través del Estado como un órgano objetivo*. c) el sector privado siempre buscará sus propios intereses por lo que sólo el sector público, a través de políticas ejercidas por el propio Estado, podrá buscar la nula discriminación de los agentes*. (*Tanto a, como b como c responden a una aplicación puramente teórica de la teoría económica y de una derivación de ésta que el que escribe estas líneas ha observado en la actualidad. La aceptación de estos tres preceptos no quiere decir que su cumplimiento sea exhaustivo y que se realice siempre; la teoría dista mucho de la práctica y este caso no es una excepción. Por eso, ante la imposibilidad de plantear supuestos prácticos aquí, se plantean los supuestos teóricos). Ahora bien, ¿bajar los salarios hace más pobre a la población?

347d7462c66820d8a8b30fbd2519169d.jpg

La variable a observar en este caso sólo puede ser una que relacione la competitividad con el PIB per cápita de los ciudadanos de distintos países. Se entiende que a mayor competitividad de éstos, mayor beneficio económico lo que provocará un ascenso del PIB per cápita. Ahora bien, la teoría de la Riquza de las Naciones tiene que explicar todavía muchas cosas. ¿Bajar los salarios empobrece o enriquece? Para responder a esta complicada pregunta tendríamos que ajustarnos a otras dos variables más. Primero influye mucho la situación de la economía global. Bajar los salarios en una época de recesión sólo provocará una caída del consumo, aunque los impuestos (situación muy hipotética) desciendan. Al final, el conjunto bajada salarios - bajada consumo solo provocará una acentuación de la recesión (porque el círculo vicioso de "no consumo -> no demanda -> no empresas -> no beneficio" se produce hasta que no haya algo que lo detenga). Por otro lado, es muy necesario que echemos un vistazo a la situación del sector privado y  del sector público. Bajar los salarios cuando el sector privado ha bajado precios provoca una igualación de la situación. Pero siempre hay que tener en cuenta el fenómeno de la estanflación, que nos dice que pueda darse una situación en la que los salarios desciendan pero la inflación aumente lo que provoque un desequilibrio. Por lo tanto, si el sector privado está dispuesto a asumir los costes de esa devaluación interna y si el sector público le respalda, la devaluación interna podría ser considerado. Pero, incluso estando en una situación como esa, la devaluación interna podría parecer una locura. Porque efectivamente, ese tipo de planteamientos van ligados de la mano a la idea de austeridad: ¿quién en su sano juicio pensaría en hacer bajar los salarios cuando de éstos depende el consumo? Paul Krugman, en su artículo Notes On Internal Devaluation (Wonkish) publica éste curioso gráfico con el que pretende representar los efectos de la devaluación interna. 

57a2efcffae6828d25aa1623f8e6b426.jpg





Usuarios a los que les gusta este artículo:

Este artículo no tiene comentarios
Escriba un nuevo comentario

Identifíquese ó regístrese para comentar el artículo.

Síguenos en:

Únete a inBestia para seguir a tus autores favoritos

Etiquetas destacadas