En la formación en trading, como en todas, no hay un final y después de un tiempo nos puede pasar que estemos andando en círculos.
La forma de salirse de ese sin fin es desarrollar un plan de estrategia estático que pueda validarse, o referenciado, en diferentes mercados y en diferentes marcos de tiempo. Un plan estático, es importante porque sin continuidad, no puede haber validación.
Cuando vemos una señal, necesitamos saber desde un comienzo las probabilidades de éxito, con base en el método de porcentaje ganador y proporción de riesgo/beneficio. Una vez tenemos un plan con el que nos sentimos cómodos, y que nos produce satisfacción durante un largo período de tiempo, podemos empezar a operar en una cuenta de práctica con lotes pequeños, e iniciamos el proceso de alinear nuestra estrategia con el desempeño real.
El proceso de validar el método de trading registrando su desempeño se llama benchmarking, y sin esto, los operadores encontraremos dificultades en tomar el riesgo que requerimos para ser exitosos. El benchmark, usualmente se da en forma de hoja de cálculo que registra todas las entradas y salidas de un método, y por ende es esencial por varias razones.
Todos los traders deberíamos registrar nuestros métodos, incluso si éstos son una copia de otro. Ésto nos asegura tres cosas importantes:
El benchmark por definición es, una medida hipotética con éxito en dos aspectos reales:
Dado que el benchmark es puramente mecánico, proporciona una representación más precisa sobre el desempeño de un método.
En pocas palabras, este intenta medir el éxito de un método o plan en particular, así que antes de que nos decidamos a operar, asegurémonos de validar, o benchmark (referenciar), nuestro método para que éste genere resultados consistentes y retornos satisfactorios.
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