De todos los gráficos de los principales índices bursátiles, me quedo con el del Russell 2000, que insisto, se está mostrando como un indicador adelantado. El viernes a pesar de cotizar sólo media sesión corrigió las subidas de las sesiones de toda la semana para acabar la semana en negativo. Sin duda demuestra que la ruptura de máximos del año del S&P500 y del Dow Jones Industrial no está siendo una señal muy fiable, y puede tratarse de una trampa bajista.
De la apertura de esta semana, las bolsas europeas a pesar de las correcciones, no ofrecen novedades. Lo más llamativa es que el Mib 30 italiano, que también prestamos la semana pasada especial atención, no pudo superar la zona de resistencias a las que se enfrentaba y se está girando a la baja.
Y fuera de la renta variable, toda la atención se la lleva el precio del petróleo. Los 80 dólares por barril ya quedan lejos. Hoy cotiza en la zona de mínimos de 2.010 tras aprobar (el día de acción de gracias, qué casualidad) la OPEP, muy condicionada por su más poderoso productor Arabia Saudita no rebajar la producción de petróleo. Y no es que no haga falta, ya que la sobreproducción es muy elevada. Todo el mundo entiende esta decisión por dos motivos. Esta medida especialmente daña a otro productor, no OPEP, como es Rusia, que se ve condenada a problemas muy serios económicos, pues a este precio y con las sanciones por sus disparates militares no le llegan los ingresos. Por otro lado, los países ricos de la OPEP le han declarado la guerra al fracking y a las nuevas técnicas, para no perder cuota de mercado. Para ellos es un río de dinero igual a 70 que a 100, y si tienen bastante paciencia, conseguirán el cierre de numerosas instalaciones de fracking, especialmente en EEUU que no pueden competir a estos precios. Muchos informes esta mañana hablan del petróleo a 50 o 40 dólares. En el gráfico se aprecia que podría rebotar o al menos frenar las caídas en la zona actual que coincide con los mínimos de 2010 y último retroceso de toda la subida desde 2009.
Así pues, sólo nos queda una noticia positiva por descontar. Este jueves es el turno de Draghi y aunque las últimas declaraciones de miembros del BCE hacen al mercado descartar el anuncio de un QE esta misma semana, sí que los inversores piensan que aunque no se tome ninguna medida, el maestro Draghi será tajante y dará pistas sobre cuándo y cómo se llevará a cabo. Las expectativas de inflación no sólo no repuntan, sino que se están yendo de nuevo a mínimos del año. Sobre todo las de los plazos más cortos. Sin duda el mercado necesita no sólo que haya un QE, sino que se instrumente de forma que la expansión del Balance del BCE acabe en la economía real.
Expectativas de inflación en Europa y bonos Alemanes a 10 y 30 años. Destacar la de 1 año que está en cero…. Con estos datos, Draghi no puede relajarse nada en el discurso de esta semana. Su objetivo es mantener la inflación en torno al 2%.
Y es que las caídas no sólo se producen en el petróleo, sino en el resto de materias primas. El índice genérico de materias primas CRY ha perdido claramente los soportes de la zona de mínimos desde 2012 y ya se dirige claramente a niveles de 2009-2010
Con estos datos, todo apunta a que serían las compañías europeas las mejor situadas de cara al año 2015. Los mercados emergentes suelen estar correlacionados con los precios de las materias primas y en tanto este no suba, no ganarán atractivo. Las compañías americanas pierden competitividad debido a la fortaleza del dólar. Pero las europeas se financian más barato que nunca, gracias a la baja inflación y tipos de intervención al 0.05%, ganan competitividad por la debilidad del euro, y tienen sus costes muy controlados y a la baja (costes financieros, materias primas, energía e incluso costes laborales debido al alto paro).
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