Dudas sobre si estamos ante un simple recorte o techo relevante del mercado. Es lo que se desprende del movimiento de los mercados, no sólo de renta variable sino de renta fija. Da la sensación de que los inversores no hacen apuestas fuertes de cara a largo plazo y se quedan en los micro movimientos. El bono español por ejemplo, la semana pasada los inversores compraban con mucha fuerza llevando la tir del 10 años a mínimos históricos, rozándose en el mercado secundario niveles del 2%. Esta semana por la excusa de la posible secesión de Escocia, todas las prisas por comprar se han convertido en prisas por vender y ayer se llegó a cruzar el mismo bono de referencia de 10 años a una tir del 2.31% ayer a media sesión. Estos movimientos que en TIR no parecen exagerados, en el precio del bono suponen movimientos superiores al 2%, rango suficiente para generar operaciones de compra venta con un buen margen de ganancias, tal y como se aprecia en el siguiente gráfico de la evolución del precio del bono de referencia desde final del agosto.
En los bonos alemanes ocurre algo similar. El repunte de rentabilidad de las últimas sesiones se giró justo al acercarse a la media de 50 sesiones y parte superior del canal bajista.
Y es que en cuanto se alcanzan niveles algo más altos de rentabilidad (2,3% de ayer), los inversores a sabiendas de que el BCE apoyará tarde o temprano, vuelven a comprar renta fija. Pues en la renta variable pasa algo similar. Con los tipos de interés tan bajos, los inversores de renta variable difícilmente piensan en el potencial de revalorización de la bolsa a largo plazo y se apresuran a “hacer caja” en cuanto el activo que han comprado se revaloriza un 3%-5% por poner un ejemplo. Esta es la mejor forma de justificar el que los índices europeos estén en su mayoría en un terreno lateral de una amplitud aproximada del 10%. El Ibex lleva desde final del año pasado moviéndose entre 10.000 y 11.000 puntos, el Eurostoxx entre 3.000 y 3.300, 9.000 y 10.000 para el DAX y 180-210 puntos para el sectorial bancario del Eurostoxx 600. Es precisamente en este último donde mejor se aprecia este rango.
Evolución del sectorial bancario del Eurostoxx 600. La zona de 180-190 está funcionando como barrera de soportes y resistencias desde el verano. En tanto no se salga del mencionado rango, no se pueden tener pistas sobre cuál será el siguiente movimiento para este sector clave en la recuperación de los índices europeos.
En cuanto al Eurostoxx en dólares que veíamos ayer, se mantiene sin cambios. La figura del más amplio Eurostoxx 600, sigue la misma pauta que la comentada ayer para el Eurostoxx 50.
Evolución del Eurostoxx 600 en euros. Estamos justo en la mitad del canal alcista de los tres últimos años. La semana pasada los máximos anuales funcionaron como resistencia y se aprecia un claro lateral desde principios de año entre 320 y 350 puntos. Es lógico que los inversores esperen un recorte, o la superación del 350 para incrementar riesgos en cartera. La media de 50 semanas está funcionando como soporte pero la ha perforado varias veces en los últimos años.
Evolución del Eurostoxx 600 en dólares. También lateral entre 450 y 550 dólares. Está justo en la base del canal alcista desde 2012 aunque clara muestra de debilidad al cotizar ya 6 semanas por debajo de la media de 50 semanas. En el gráfico se aprecia que eta media ha funcionado perfectamente en los últimos años. Por tanto un cierre semanal por encima de esta media, sí que podría ser una señal alcista clave que nos haría apostar por la ruptura del rango lateral de las bolsas europeas al alza.
En cuanto al S&P500, Aunque hay días que parece que se puede girar a la baja, a la vista del gráfico, está claro que es un mercado alcista con sucesión de máximos y mínimos ascendentes. Sólo un cierre por debajo de 1.900 (último mínimo significativo) pondría en duda esta tendencia.