A lo largo
del verano y con ese afán absurdo de intentar adivinar o pronosticar grandes
catástrofes, dado que lo cotidiano no vende, y el personal debe pensar que a
mayor magnitud de la catástrofe, mayor magnitud de su fama, me he cansado de
escuchar el vaticinio de otro crack bursátil, por diversas y múltiples razones:
el final del QE3, el techo de deuda, el DJ en máximos históricos, la caída de
la hoja… las razones van desde las consensuadas económicamente hasta las más
peregrinas o como yo les llamo, “la teoría de lo absurdo”.
Por contra nos
hemos encontrado con un mercado cabezonamente alcista que se ha empeñado en
llevar la contraria a los gurús ; con razón o sin ella, pero eso, en realidad, qué importancia tiene...?? Si no fuera por la
cantidad de cuentas y de pasta que se llevan por delante los vaticinios… Que
viene a ser más o menos como esas personas que consultan su futuro a un adivino
de bola de cristal (que por cierto, menudo negocio!!) pues esto es lo mismo…
Siempre he
dicho que adivinar un techo del mercado es como buscar una aguja en un pajar,
básicamente porque la Bolsa puede mantener su exuberancia irracional mucho más
tiempo del que tu puedes mantener tu solvencia.
Cuando uno
se posiciona en el mercado con una actitud determinada, automáticamente se
inflexibiliza nuestra mente y sólo esperamos que el mercado nos de la razón, cueste lo que
cueste… que suele ser irremediablemente, la pasta.
A la mayoría
de la gente lo que le mola es encontrar el Santo Grial, la fórmula matemática,
la cuadratura del círculo para anticiparse y predecir los movimientos
bursátiles. Y somos capaces de inventar hasta lo absurdo, secuencias,
retrocesos, correlaciones, parámetros, estadísticas, sistemas… para dar con la
clave del éxito, la piedra Roseta que descifre este complicado jeroglífico que
representan las cotizaciones. Cuando las cotizaciones son el reflejo de la
psicología de masas.
En la Bolsa se aúnan todos los sentimientos
posibles, no existe nada parecido en ninguna otra profesión: el miedo, el
éxito, el fracaso, la codicia, la autoestima, el autoengaño, la envidia, la
necedad…. Y así hasta el infinito.
Tratar de
controlar todo ese caos de emociones y sentimientos no es sencillo, ni se
consigue en poco tiempo, pues de eso va a depender nuestro éxito o nuestro
fracaso.
Ya lo dijo
Einstein: “ si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”
Rosario,con todo respeto,cogiste tu toda la gran subida ,del verano?hubo buenos sustos,como la posible guerra en siria,fin de Qinfinito,hubo quienes como Sergio Torres que nos dieron datos buenísimos en el anio,para ganar buena pasta
Hubo quienes como Francisco Toledo,creen en un posible techo,muy coherente,explicado,cuyos argumentos siguen en pie
Ya lo dijo Einstein: “ si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”
Tu colgaste esto,estoy 100 por ciento de acuerdo,pero lo que yo creo que lo que mas debemos cambiar los humanos,y mas hacemos,es criticar el trabajo de los demás,siempre vemos la paja en el ojo ajeno,y lo digo por mi también
Saludos
Perdon Margarita,no Rosario ya te dije soy puro error,je ,saludos
Ni me llamo Rosario, ni estoy criticando a nadie. El mío es un post para la reflexión , quien la quiera hacer, naturalmente. En cualquier caso es mi opinión y como tal la expreso y la comparto. No tiene porque gustarle a todo el mundo. Saludos
Aunque estoy de acuerdo con parte de los argumentos que expones hay un detalle importante que me gustaría compartir, no como una crítica sino como una aportación constructiva. En concreto, la psicología de masas es importante al tiempo que el mercado puede ser más tozudo que tú pero, siendo esto cierto la economía, los datos económicos también son tozudos. Por mucho tiempo , tanto los mercados bursátiles como el Gobierno español se negaron a aceptar la realidad económica pero ésta terminó por imponerse. Se pueden negar los datos durante mucho tiempo pero no indefinidamente. Y, repito, simplemente es mi visión subjetiva de la realidad.
De todas formas, es interesante que haya diferentes opiniones para que dispongamos de más elementos a la hora de formarnos una idea, una opinión o incluso una teoría. La realidad no es tal sino la interpretación que hacemos de la misma gracias a lo que percibimos a través de nuestros sentidos y, como éstos falsean la realidad y no la captan en su totalidad, no podemos esperar que seamos 100% racionales y respondamos fielmente a los datos y, por tanto, no podemos esperar que los mercados respondan fielmente a los datos. Si fuésemos máquinas muchas veces no podríamos tomar decisiones, éstas son fruto de los estímulos más nuestros sentimientos. El sentimiento es lo que mueve los mercados pero sigo opinando que el sentimiento, fácilmente manipulable por medios y entorno, finalmente acepta los datos y responde a los mismos porque el ser humano no puede mantenerse en la fase de negación indefinidamente. En última instancia pasará a la fase de aceptación. Lo difícil en este caso es conocer que datos son importantes y ver la evolución de los mismos, a mi parecer, ya que lo demás es ruido.
Un saludo.
Alfonso todo esto que comentas está muy bien, pero yo lo simplifico todo mucho más.
Procuro no tratar de formarme una idea y menos aún una opinión de lo que va a hacer el mercado... Solo lo observo y sigo la evolución del precio para ello uso un gráfico de velas y un indicador, todo lo demás me estorba, es ruido para mi, incluso las noticias.
De todos modos, gracias por tu comentario Alfonso
Un saludo