Si los políticos que nos maldirigen hubieran trazado un plan para dinamitar el euro, con total seguridad no habrían conseguido algo tan perfecto.
Vaya por delante la premisa de que no creo en el fin del euro, pero eso no es obstáculo para que si se producen una serie de hechos objetivos no haya más remedio que ponerlos en su contexto, así que vamos a ello.
¿Recuerdan cuando era España la que estaba a punto del rescate? Seguro que sí, y si se esfuerzan también recordarán que no fueron ni uno ni dos los comentarios que aseguraban que los alemanes intentaban bien una voladura del euro, bien la creación de un euro para el "norte cumplidor" y otro para el "sur derrochador".
Recordarán que la clave para terminar en aquél momento con las turbulencias fue un discurso de Mario Draghi en el que se aseguraba que el futuro del euro estaba asegurado y fuera de toda duda y se ratificaba que "el BCE no escatimará esfuerzos" para ello.
Ni qué decir tiene que todos los mandatarios europeos hablaron durante meses de la seguridad del euro, del compromiso irrenunciable con la moneda única y de no sé cuántas otras cosas. Y los mercados les concedieron el beneficio de la duda.
Pero la tregua ha durado justo lo que ha tardado en llegar la siguiente crisis, incluso cuando esta crisis era tan insignificante como la de Chipre. Los secuaces de Frau Nein se han encargado de liarla lo más gorda posible y eso supone volver a sacar del armario todos los fantasmas posibles.
Enumeremos los que han salido esta vez y sobre salen dos. En primer lugar, las restricciones a los movimientos del capital. Una de las normas fundamentales del euro es que se pueda mover libremente, pero esta sacrosanta norma ha sido violada impunemente en Chipre. En segundo lugar, la confiscación de depósitos. Camuflada con la apariencia de una tasa con la que contribuir al salvamento del banco, los depósitos de más de 100.000 euros van a ser objeto de una quita.
Todo enfocado hacia el mismo objetivo y no es otro que debilitar al euro. ¿Alguien en su sano juicio va a apostar por una moneda de reserva que puede ser confiscada si tienes más de 100.000 unidades? Imagino a los chinos, que tan interesados estaban en convertir al euro en reserva alternativa al dólar mirando con lupa los acontecimientos y soltando euros a mansalva.
Pero para colmo, hoy ha salido el Banco de Inglaterra (otro "aliado" tradicional del euro) con la especie de que al sistema financiero de la City le hacen falta como unos 25.000 millones de libras para afrontar futuras pérdidas y conseguir que fluya el crédito. Lo que faltaba para la confianza total en cualquier sistema financiero europeo, porque recuerdo que en Alemania los bancos de los lander huelen a chamusquina...
No es de extrañar que la jornada haya sido especialmente complicada para el euro y para los bancos. Y tampoco es de extrañar que los aficionados a las conspiraciones y a ver cosas raras detrás de cada movimiento empiecen a atar cabos de nuevo.
Vienen a la cabeza las palabras de despedida de Juncker cuando dejó de ser el presidente del Eurogrupo: "Europa debe escuchar al sur". Pero no es eso precisamente lo que parece motivar la actuación de su sucesor, el holandés rebuznante de apellido impronunciable. Es un acólito de Frau Nein, que ahora ya controla lo único que de cuando en cuando le daba quebraderos de cabeza.
Creo sinceramente que todo se debe a la torpeza, a la falta de criterio y al desvarío general que impera en la UE, pero realmente parece un guión escrito para dar muerte al euro de una vez por todas. Porque en el colmo del despropósito, el tercer mayor país de la Eurozona es ingobernable y se encamina de nuevo a unas elecciones de pronóstico cada vez más incierto.
Y eso es exactamente lo que está temiendo el mercado. No le gustan los corralitos, no le gustan las confiscaciones, ya no puede confiar en el euro como moneda de reserva alternativa, ¿que hacer? Soltar lastre. Es la única opción. Y a fe que lo está soltando. Y no les cuento cómo va a huir el capital de Chipre en cuanto pueda (y son euros, les recuerdo).
Al cierre, el Dax perdió un 1,15%, el FTSE un 0,18%, el CAC un 0,99% y el Ibex un 1,13%. Por cierto, nuestro selectivo estuvo hoy presionado además por la revisión del déficit desde el 6,74% al 6,98% por parte de Eurostat. Y yo le digo directamente a nuestro Mariano: ¿retuviste las devoluciones de Hacienda pensando que iba a colar? Lo dejo aquí que me caliento y termino siendo carne de querella.
