A principios de febrero el Brexit se hizo realidad.
No ha sido un proceso fácil ni mucho menos. Hasta en 4 ocasiones el parlamento británico rechazó en 2019 las diferentes propuestas de salida que el gobierno conservador, presidido por Theresa May, había puesto encima de la mesa.
Esto de que los diputados sean incapaces de alcanzar grandes acuerdos no nos tiene que resultar de nuevo. En España, sin ir más lejos, hemos tenido el "espectáculo" de 4 elecciones generales en 4 años, viendo a todos los políticos desfilando por el plató del Hormiguero cada dos por tres para mostrar lo guays que son.
El caso es que en Inglaterra el Brexit parecía una misión imposible. Con las fuerzas "laboristas" bloqueando el adiós a Europa, la primera ministra se veía en un callejón sin salida.
El 7 de junio May asumió el fracaso e hizo pública su dimisión, en una fría comparecencia al borde de las lágrimas. Dejaba el cargo a Boris Johnson, enfrentándose al mayor reto que un político ha tenido en lo que llevamos de Siglo XXI: sacar a Reino Unido del mapa europeo.
En las elecciones de diciembre, hace apenas un par de meses, el partido conservador arrasó, ganando sobradamente con mayoría absoluta sobre sus contrincantes.
La suerte ya estaba echada. Esta vez sin los laboristas entorpeciendo el Brexit sería cuestión de semanas, haciéndose efectiva el pasado 1 de febrero.
Es mucha la polémica y el miedo que se ha generado en torno a la escisión de Reino Unido, prácticamente todo el mundo tiene una opinión formada sobre si está bien o mal que el pueblo británico haya decidido dejar sin un miembro más a la UE.
No quiero meterme en berenjenales innecesarios, así que simplemente te diré lo que le escuché Ana Patricia Botín en el programa de Calleja, a principios de año:
"En Europa somos muy lentos. No nos damos cuenta que competimos con China y Estados Unidos, cuando yo quiero lanzar una nueva aplicación para mejorar el servicio a mis clientes, mis competidores ya lo han hecho hace meses porque no han tenido que hacer tanto papeleo. En la revolución industrial Europa fue ganadora, pero en la digital nos hemos quedado atrás"
La reacción de la bolsa al Brexit: lejos de lo que nos están contando
Ya ha comenzado una nueva era y lo que antes parecía un futuro lejano, ahora es presente: el divorcio se ha hecho efectivo y los británicos han dejado de estar unidos a los lazos europeos.
En este contexto de turbulencias e incertidumbre, los medios se han dedicado a transmitir demasiada negatividad sobre lo que estaba sucediendo y a lanzar unas perspectivas da corto y medio plazo pésimas.
Encendiendo la televisión un día cualquiera, lo más lógico es pensar que la economía inglesa haya sufrido un descalabro por la supuesta "irresponsabilidad" del gobierno conservador, asumiendo también daños colaterales en bolsa.
Nada más lejos de la realidad, la renta Per Cápita británcia lleva 2 años creciendo y cerró 2019 cerca de los 38.000€, un 43% por encima de la renta per cápita española, que se situó en los 26.420€.
En términos medios, nunca un ciudadano británico ha ganado tanto dinero como hasta ahora, exceptuando el excepcional 2015, en el que la renta anual marcó un histórico dato por encima de los 40.000€ . Además la tendencia es claramente alcista, probablemente en muy pocos años veamos superados los registros de 2015.
Con esta serie histórica debería quedar desmentido el mito de que la economía británica está sufriendo las irremediables consecuencias del Brexit, no hay nada más poderoso en las argumentaciones que los datos objetivos, a pesar de que los medios de desinformación normalmente se olviden de ellos.
La siguiente variable que más te debe interesar es: ¿Cómo se han movido la bolsa y la libra desde el histórico 1 de febrero de 2020? ¿Realmente la volatilidad y el pánico se han apoderado de los mercados?
La respuesta es simple: la bolsa británica apenas ha notado el impacto del Brexit en estas dos semanas fuera del mercado común europeo.
El FTSE 100, su principal índice bursátil, lleva una subida cercana al 2%. El precio se ha quedado en un rango lateral-alcista, y el temido pánico ni ha llegado ni se le espera.
Por su parte, la libra tampoco ha experimentado ningún movimiento destacado. Lleva en un rango lateral desde diciembre y la semana pasada visitó la zona de Soporte marcada en verde en los 1.2900 zonales. Ahí la mano fuerte cargó compras y el GBP salió rechazado con violencia desde ese último testeo el 7 de febrero.
Puede que hasta ahora el post te esté decepcionando un poco, ya que no he venido a contarte el fin del mundo ni el colapso de la economía británica tras el Brexit, sino que simplemente te he relatado lo que ha ocurrido: nada destacable en los mercados.
Pero no siempre la bolsa estuvo tan tranquila, a continuación te cuento mi experiencia haciendo Trading el día más loco que he vivido en mis 6 años como trader profesional.
Trading en Noticias: la volatilidad aparece en el momento más inesperado.
Seguramente te estarás preguntando por qué la bolsa y las divisas apenas se han movido si ha sucedido un hecho tan extraordinario en el mundo, algo que seguramente no se repita en décadas. La respuesta es sencilla: se sabía públicamente desde hace semanas la fecha exacta de la desconexión.
Y cuando todo el mundo sabe algo, esa información no vale nada.
¿Entonces qué tiene que ocurrir para que haya movimientos "locos" en los mercados, con picos de volatilidad extremos?
Que pase algo que nadie esperaba.
Te pongo un ejemplo: el atentado del 11 de septiembre de 2001 sobre las torres gemelas en Nueva York.
Nadie podía imaginar que unos suicidas de Al-Qaeda iban a secuestrar dos aviones y, en nombre del Islam, los iban a estrellar contra uno de los mayores símbolos de crecimiento, riqueza y bienestar de la sociedad americana: las torres gemelas.
Las consecuencias en la bolsa no se hicieron esperar: el Dow Jones no llegó a abrir esa sesión de martes, y permaneció cerrado hasta el lunes 17, abriendo con pérdidas superiores al 5%. Esa misma semana se llegó a desplomar un 16%, aunque en pocos meses recuperó toda la caída.
Ahora bien, ¿qué hubiera ocurrido si ese atentado hubiera estado perfectamente previsto y todo el mundo supiera con anticipación que el 11 de septiembre de 2001 dos aviones iban a estrellarse contra las torres gemelas causando más de 3.000 muertes civiles?
Que la bolsa ni se hubiera inmutado.
Sé que puede parecer extraño, pero hubiera sucedido exactamente lo mismo que con el Brexit en febrero de 2020: ningún movimiento fuera de lo normal. El mercado ya descuenta todas las expectativas con la información pública que cualquier ciudadano de a pie puede manejar, así que, a no ser que llegue algún bombazo, la calma de la bolsa no se va a ver alterada tan fácilmente.
Ojo, tampoco hace falta irse a un evento tan poco probable como un atentado terrorista. Todas las semanas y meses se lanzan datos económicos importantes, como el dato de empleo USA o las decisiones de tipos de interés de bancos centrales.
Vámonos a un primer viernes de mes, 14:30 hora española: publicación de las nóminas no agrícolas USA (creación de empleo en la mayor potencia económica del mundo). Si el consenso (dato público) espera que se creen 200.000 nuevos empleos pero el dato real destruye 100.000 puestos de trabajo, lo más seguro es que se te quede una tarde movidita en bolsas y divisas.
Por eso mismo debes estar preparado y saber que cuando aparezca algún evento extraordinario puedes ganar dinero en un contexto de incertidumbre mientras la masa miedosa está fuera observando:te recomiendo que te leas este otro post en el que te doy consejos para aprovechar la volatilidad a tu favor.
Lo que te estoy diciendo es que te alejes del montón (el 95% de traders minoristas pierden toda su cuenta en menos de un año) y aproveches las circunstancias para llenar el bolsillo. Tú eliges.
Cuando el Brexit sí tuvo efecto y dejó una de las jornadas negras de la bolsa europea: la noche de San Juan de 2016
Hasta el momento te he hablado de los factores que se tienen que dar para que llegue la volatilidad al mercado y haya fuertes movimientos en cualquiera de las dos direcciones (aunque suelen ser bajistas): que ocurra un hecho relevante e inesperado.
Si bien es cierto que el Brexit pactado a finales de enero-principios de febrero de 2020 era previsible y por eso los mercados apenas se han movido, hubo una vez en que Reino Unido dejó al mundo boquiabierto: el día del Referendum sobre la permanencia en Europa.
El 23 de junio de 2016 todos los ciudadanos británicos estaban llamados a las urnas para responder una simple pregunta:
"Should the United Kingdom remain a member of the European Union or leave the European Union?"
Lo que traducido era: "¿Debería el Reino Unido permanecer como miembro de la Unión Europea o abandonar la Unión Europea?"
Con dos posibles respuestas:
- Permanecer como miembro de la Unión Europea
- Abandonar la Unión Europea.
Después de meses de feroz campaña política y de cientos de encuestas y análisis socio-políticos, nadie daba por posible el rechazo a Europa.
Ni en las previsiones más extremas se esperaba que los separatistas pudieran vencer, pero a medida que el recuento avanzaba a lo largo de la noche la sorpresa saltaba en todos los noticiarios: Reino Unido decía NO a Europa con un 51.9% de los votos, llegando a totalizar casi 17 millones y medio de personas en contra de la permanencia.
Entonces llegó el momento más "bestia" que he vivido jamás en bolsa: los índices bursátiles europeos abrían con caídas del 10% de media.
En un suspiro el mercado decía que todas las empresas europeas valían una décima parte menos que el día anterior. Una absoluta locura.
En empresas internacionales con parte de su negocio en Reino Unido el desplome fue todavía más acusado. Por ejemplo, el Banco Santander abrió un 25% abajo para terminar cerrando en -20%.
Nuestro Ibex35 registró la mayor caída de su historia en una sola sesión, dejándose un -12,35% viviendo momentos de absoluto pánico. Nuestros hijos o nietos lo estudiarán como una de las jornadas negras del parqué europeo.
Y precisamente eso es lo bonito de la bolsa: como reflejo de la sociedad está en constante cambio y evolución, nunca habrá una sesión igual que otra, por lo que el principal trabajo de un Trader es adaptarse al mercado, ya que él nunca se va a amoldar a tus necesidades.
Trading en la noche del Brexit de primera mano: por aquel entonces era un pececillo curtiéndome en un mundo de tiburones.
Por último, te voy a contar brevemente cómo viví el Brexit trabajando para una compañía británica de Prop Trading.
Fue una jornada de absoluta locura. Esa noche la mayoría de los traders que estábamos en las oficinas de la calle Veláquez, en Madrid, pasaron la noche pegado a las pantallas mirando encuestas a pie de urna y publicación de resultados, lo que provocaba giros verticales en el mercado.
Cuando salía que una región de Inglaterra decía SI a Europa los futuros subían con fuerza, mientras que a medida que el NO se imponía el pánico hacía efecto con caídas fuera de lo común.
Hubo algún trader que no duró ni dos horas en el mercado porque le cogió un movimiento a la contra con demasiado volumen y tuvo que cerrar con cuantiosas pérdidas, mientras que otros aprovecharon la volatilidad a su favor y sacaron buenos Profits de un mercado turbulento como pocos.
El caso es que por aquella época mi estrategia apenas se limitaba a tradear Brent y sus derivados. Hubo volatilidad en commodities, pero no tanta como lo que se vivió en índices y divisas.
No sé si hice 3 o 4 operaciones con beneficios, pero tampoco mucho más. También te reconozco que, sobre todo los que llevábamos menos tiempo, teníamos instrucciones claras por parte de la dirección para ser conservadores y no liarla: era uno de esos días en que es más fácil perder todo el trabajo del año que ganarlo.
Y yo no tenía muchas ganas de que terminase mi carrera como Trader por ser avaricioso en un momento extraordinario de nuestra historia sin realmente saber qué podía ocurrir.
Por lo que mi Brexit particular fue similar a una sesión cualquiera, de hecho queda bastante lejos de ser el día en que más dinero he ganado.
En otro post te contaré cómo preparamos aquella noche, la tensión de los "Risk Managers" al acercarse el momento de la verdad, las prohibiciones que teníamos como traders profesionales que movían miles de euros, cómo reaccionaron los reguladores del mercado (CNMV o CME) para tratar de mitigar las caídas y curiosidades haciendo Trading en mitad de la madrugada que seguro te gustarán.
¡Seguimos en los mercados!
