Las sanciones económicas a Rusia, unido a la fuerte caída del petróleo (esta economía depende fuertemente de la demanda mundial de crudo) está provocando que el rublo no termine de tocar fondo. Ayer tocaba mínimos históricos frente al dólar y el banco central de Rusia, en un intento de frenar la depreciación de su divisa, subió los tipos de interés un 1% (al 10.5% desde el 9.5% anterior). Pero está claro que las caídas de los precios energéticos multiplican las previsiones de recesión en Rusia y disparan sus problemas financieros. No en vano el gas y el petróleo representan cerca de dos terceras partes de todas las exportaciones de Rusia. Los datos macro pesan más en el sentimiento de los inversores que la oportunidad de invertir en bonos rusos o en su bolsa que parecen estar a precios de saldo. Veamos los gráficos.
Evolución del índice de las bolsas rusa RTS en dólares. Ha perdido los mínimos del año y la línea que unía los mínimos desde 2011. Hoy cotiza justo en la zona de mínimos del verano de 2.009.
Evolución del dólar frente al rublo ruso. La subida de los tipos de interés no ha conseguido frenar la depreciación del rublo (en el grafico la subida significa apreciación del dólar). Está claramente en subida libre y no se aprecia de momento figura alguna de techo a pesar de la fuerte sobrecompra que se aprecia en el RSI.
Y si miramos la rentabilidad del bono ruso en divisa local, está alcanzado niveles que no vemos desde la caída de Lehman. Hoy cotizan en el mercado secundario al 13% de TIR.
Sin duda, comprar bonos rusos al 13% con un descuento en su moneda superior al 60% puede resultar atractivo para muchos inversores. Es verdad que a priori es droga dura, pero muchos inversores ven estos momentos de pánico como una oportunidad de compra. Ayer mismo en declaraciones recogidas por un periódico nacional de prensa especializada, Jim Rogers (Socio de George Soros en Quantum Fund), dijo que “la renta variable de Rusia es la más odiada del mundo en estos momentos y a mí me interesa todo lo que el resto del mundo odia”.
Tal y como decíamos ayer con las materias primas, no conviene adelantarse y comprar algo en plena corrección. En el argot de los mercados se dice que no se puede coger un cuchillo con las manos cuando está cayendo en picado. Es mejor esperar a que detenga su caída para cogerlo del puño. Así pues, es verdad que estos activos empiezan a tener un gran potencial pero es mejor esperar a que se dibuje al menos un suelo. Putin no es nada torpe y en las últimas jornadas se sabe que está virando su política hacia Asia. Ayer mismo, visitó este jueves India y firmó con suprimer ministro, Narendra Modi, una veintena de acuerdos de cooperación en materia energética, comercio y defensa.
El otro foco de incertidumbre lo tenemos en Grecia. Y lo seguiremos teniendo durante las próximas semanas hasta que termine el proceso electoral adelantado por el gobierno para elegir al presidente de la república. la primera votación se realizará el 17 de diciembre y si el candidato gubernamental no reúne los votos necesarios del Parlamento se pasará a una segunda votación el 23 de diciembre y, en caso necesario, a una tercera ronda el 29 de diciembre. Total, que tenemos un fin de año con volatilidad asegurada en torno a los bonos y bolsa de Grecia. Ayer, a pesar de que las bolsas europeas no corrigieron, la bolsa de Grecia continuó su particular tragedia y corrigió más del 7%.
Evolución del AEX de Atenas, de momento hace amago de rebote en los mínimos del año pasado.
Y sus bonos se disparan al alza. Se habla mucho del bono a 10 años que está por encima del 8.5%, pero lo más destacado es que el de 3 años cotiza por encima del 10%. Con los tipos en Europa al 0% y los bonos alemanes en negativo a ese plazo, sin duda la crisis política afecta y aunque de momento no parece trasladarse al resto de periféricos, sí que todos lo estamos mirando de reojo por las posibles consecuencias para el resto de países de la eurozona. En el gráfico se aprecia que es la prima de riesgo griega la única que ha superado máximos del año.
Por tanto, lo mismo que comentábamos ayer para las materias primas y petróleo, lo comentamos para Grecia y Rusia. A priori si estos mercados se giran al alza se demostrará que los inversores tienen apetito por el riesgo. Con los tipos en mínimos y las bolsas americanas en máximos históricos, no tanto Grecia, pero sí Rusia y los emergentes en general, parecen ofrecer una buena opción si miramos su binomio rentabilidad riesgo. En el siguiente gráfico se observa que el índice genérico MSCI emerging markets cotiza justo en la media de 500 semanas y línea que une los mínimos desde 2.011. Hace unas jornadas comentábamos que la ganancia de competitividad gracias a la devaluación de sus monedas hacían ganar atractivo a las compañías de países emergentes. Pero repetimos lo dicho. Estos mercados ofrecen enorme potencial pero es mejor esperar a que reboten para decidir aumentar exposición a ellos. De momento mejor esperar y ver.