Para nada soy un especialista en política ni pretendo serlo. Pero ante la lateralidad de los mercados que comentamos en el día de ayer y la cercanía de las elecciones de Estados Unidos, en el día de hoy vamos a dar un repaso a las principales líneas del programa económico de los candidatos. La idea es ver las principales implicaciones que podría tener para los mercados.
El programa de la favorita según encuestas Hilary Clinton podemos resumirlo en 5 líneas principales:
Claramente el partido demócrata apuesta por la reactivación de la economía a partir de la demanda y apuesta claramente por el apoyo a la educación. Es verdad que la economía de Estados Unidos está prácticamente en pleno empleo pero el empleo es precario y no ha aumentado el poder adquisitivo. Con estas medidas podría solventarse este problema. También persigue la repatriación de compañías, lo que en cierta medida favorecerá el crecimiento del PIB.
Por su parte, las cinco principales líneas del programa económico del partido republicano (Donald Trump) serían las siguientes:
Claramente el candidato republicano busca apaciguar a la comunidad empresarial que financia su campaña. No está claro cómo D. Trump financiará los recortes de impuestos sabiendo que sugiere un posible aumento de los gastos militares e infraestructura. Claramente, este programa conduciría a priori a un aumento de la deuda pública.
Las encuestas de momento dan claro ganador a los demócratas. Hilary, por primera vez, supera el 50% en intención de voto. La encuesta, publicada ayer por la Universidad de Quinnipiac, muestra que Clinton llega al 51% de la intención de voto, contra 41% de su rival republicano Donald Trump. En el agregado de todas las últimas encuestas la ventaja de hilary está en 6 puntos, una ventaja menor pero hay que tener en cuenta que suma los votos a otros candidatos (Johnson, Sttein). En el siguiente gráfico de Bloomberg podemos ver la evolución de las encuestas a lo largo del año.
D. Trump parece estabilizarse en el 40-42% y Hilary en el 48%. De seguir así, es muy poco probable que saltara una sorpresa en Estados Unidos similar a la producida en R. Unido con el Brexit.
Pero independientemente de la sorpresa y de la incertidumbre que pueda provocar en los mercados en las próximas semanas la evolución de las encuestas o incluso el resultado electoral, parece claro que las cotizadas de EE.UU. recogerían de buen agrado cualquier resultado. Si gana Hilary, el consumo interno se beneficiaría y serían las compañías menos globalizadas las más beneficiadas. Y si sale D. Trump, las fuertes ventajas fiscales a grandes compañías las recogería las bolsa por aumento de los márgenes. Sin embargo, el aumento de la deuda pública sí que podría ser un problema y la victoria de D. Trump sí que podría afectar a las compañías no americanas. Él mismo se autoproclama como Mr. Brexit, ya que apuesta claramente por el proteccionismo económico y el endurecimiento de las fronteras.
Estamos seguros que la volatilidad del mercado de divisas repuntaría fuertemente si ganase D. Trump, lo que evidentemente podría a corto plazo provocar fuertes correcciones en los mercados de riesgo en general. Así pues, parece claro que a corto plazo, los mercados aplaudirían una victoria de Hilary Clinton, aunque a más plazo no están tan claras las implicaciones. Basta con ver lo que ha pasado con el Brexit y observar que hoy casi todos los activos están ya en niveles pre-Brexit o por encima.
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