El IBEX Medium Cap, el segmento de mediana capitalización de la bolsa española, tiene el honor y el privilegio de presentar al público inversor los resultados correspondientes al ejercicio 2015. Damas y caballeros, pasen y vean.
Llegó la hora de evaluar el eterno “sé lo que hiciste el último verano” y que mejor modo de hacerlo que comenzando ni por lo más grande ni por lo más pequeño sino por el medio. BME ha parido y seguirá pariendo índices en el futuro. Ya hay de todo un poco: sectoriales, apalancados, inversos, total return, dividendos a tope, bancos… Sólo falta el Chicharrada Mix para que nadie se sienta marginado y los chicharreros de rigor puedan lucir orgullosos un marco de respetabilidad. Mientras tanto, aquí nos ceñiremos al IBEX35, al IBEX Medium Cap y al IBEX Small Cap así como a ese grupo de zombies rodeados de unos cuantos héroes al cual llamaremos “el Otro Mercado Continuo” a falta de una mejor inspiración para temas bautismales. Habíamos pensado en “Quebin Cosner” pero ya nos lo han pisado.
El IBEX Medium Cap tiene menos miembros y “miembras” que los otros segmentos de capitalización oficiales y extra oficiales arriba mencionados. Todo parece moderado en el medio, cual centrista partido bisagra de corte institucional. Sin embargo, hay también de todo un poco y un poco de todo.
Estos son “los 20 del medio”:
Los 20 son en realidad 18 porque como ya sabrá Quiet Investment no es amigo del sector financiero. Nuestra postura al respecto es la de siempre y el nuevo año 2016, que promete emociones electorales no aptas para portadores de marcapasos en la casa del SP500 y no menos movimiento en el “Estado Españolista”, no nos ha hecho variar de opinión. Tenemos dos motivos de peso para porfiar, cuan rebecos en pugna a cornada limpia, en nuestra particular obsesión.
El primer motivo es claro y determinante por sí mismo: Quiet Investment no sabe analizar empresas del sector financiero. En concreto, bancos y aseguradoras. Su contabilidad se presenta de manera muy diferente a la del resto de compañías y la dificultad que plantea su comprensión así como el trabajo que hay que invertir en el análisis en términos de tiempo y esfuerzo no nos compensan. No nos sentimos culpables por ello. Casi nadie sabe hacerlo realmente incluidos los profesionales. Los bancos son de por sí negocios muy apalancados, todo es pasivo, sujetos a un torrente de regulación que ya nadie comprende y con balances “petados” de activos que bien pueden serlo o bien pueden albergar más fiambres que la despensa de Leather Jack. Con las aseguradoras nos pasa lo mismo y además ahí entran en juego temas de valoración de riesgos muy complejos. Ya tenemos bastante con las 102 compañías del mercado continuo que hemos fiscalizado más las que añadiremos este año del MAB salvo que éste estalle víctima de un “pillado suicida.”
El segundo motivo deriva del primero, la ignorancia, y radica en la desconfianza acerca de los estados contables de las distintas entidades. De hecho, seguramente ni ellos mismos, los gestores de los bancos, puedan sostener sin autoengaño ni tomaduras de pelo al inversor lo que valen o es probable o posible o factible o imaginable o inimaginable o abominable que sus propios emporios valgan. Ahí están todos, jugando al juego de la silla mientras Mario Draghi toca el violín y la clase media les entrega su efectivo a modo de munición en la sempiterna Guerra de los Depósitos cuya ramificación más reciente es la Guerra de las Comisiones.
Quiet Investment sólo recomienda al inversor que se mantenga alejado de estos actores a nivel particular y que si quiere tener algo que ver con ellos recurra a la indexación donde todo se diluye y no hay que romperse la cabeza.
Por tal motivo ni Liberbank ni el Grupo Catalana Occidente entran en nuestro ámbito de análisis, especializado en el mercado continuo español. Ni mucho menos entra en nuestro círculo de competencia, concepto este que aplicado al sector financiero y especialmente al bancario debiera llamarse “cuadricírculo de incompetencia.” Dicen que es más fácil robar un banco que fundarlo pero ahora es más fácil fundarlo que llegar a entenderlo. Nuestras felicitaciones para todos aquellos capaces de realizar un análisis razonable de cualquier activo del sector. Se han ganado 7000 vírgenes en el paraíso.
Hemos clasificado a las 18 compañías restantes en cinco grupos:
Como puede observar los grupos son autoexplicativos si bien cada uno merecerá su particular explicación. El IBEX Medium Cap es un lugar de cierta calidad y prueba de ello son las 4 empresas de crecimiento y las 5 que siempre han ganado dinero (incluidas Almirall y Meliá, como matizaremos próximamente). Existen tres caso especiales derivados de la naturaleza de la actividad de la compañía, Alba, y de cambios traumáticos en el negocio y sector, Colonial, o una evolución reciente favorable, Pharma Mar (ex Zeltia). Después aparecen las entidades que vieron la luz en 2014 (Applus, Hispania y Logista) y en 2015 (Cellnex y Euskaltel) para las cuales no hay un período suficiente de tiempo a partir del cual extraer conclusiones válidas según nuestros procedimientos pero de quienes trataremos en el futuro para esbozar algunas líneas generales sobre las mismas.
Como caso aislado tenemos a NH Hotel Group. Oficialmente ha perdido dinero en 2009-2010 y 2012-2014 presentando un pírrico beneficio en 2015. A nuestro entender ha perdido pasta sin interrupción entre 2009-2015 y lo mejor que podemos decir del ejercicio anterior es que ha perdido menos dinero que en los otros años. Sirva esto como muestra de la mejora de la economía nacional y europea. NH Hotel Group es la oveja negra del Medium Cap por mucho que su situación ahora sea mejor que hace años. Su caja es un desastre y nada bueno puede derivar de la misma. Mientras lo anterior no cambie la empresa se verá envuelta en líos que terminarán con refinanciaciones o venta de activos o ampliaciones de capital y otros desaires similares. Salvo petición popular no le vamos a dedicar más tiempo.
No así a las empresas que componen los otros grupos y teniendo en cuenta que dentro de cada uno hay que realizar sus correspondientes matizaciones. Pero eso, como decía el cronista de Conan el Bárbaro, ya es otra historia. Próximamente en Quiet Investment.