Mario Draghi se enfrenta a una reunión complicada en el día de hoy. No tanto por la decisión que termine tomando el Banco Central Europeo en el día de hoy, sino por las declaraciones que realice en la rueda de prensa de las 14h30 y la reacción a la misma que pueda tener el mercado. En primer lugar, hay que decir que nadie en el mercado espera ninguna decisión en cuanto a movimiento de tipos de interés. El precio oficial del dinero se quedará en el 0% y el tipo de depósito se mantendrá en tasa negativa del -0.4%. Pero los oídos estarán puestos en la decisión que tome el organismo europeo en cuanto al programa de recompra de activos. De momento se mantiene en 60.000 millones de euros mensuales, y también se baraja como escenario más probable que esta cifra se mantenga.
Sin embargo parte del mercado sí que parece estar descontando que el BCE, al menos hoy avance cuáles y cuándo serán los próximos pasos a dar para ir retirando estímulos. Lo más probable es que sea después del verano cuando empiece a reducir el programa de compra de bonos, y será cuando este acabe cuando comience la subida de tipos. Atendiendo al mercado de futuros, no se espera a día de hoy que los tipos suban hasta la reunión de junio del año que viene. Es más, la probabilidad se ha igualado fuertemente en las últimas jornadas, pasando de un 70% de probabilidad hace 10 días al 45% de probabilidad actual. Adjunto el gráfico con la evolución de la probabilidad de subida de tipos (blanco) para la reunión de junio del 2018 y la de mantenerlos (en azul) ha pasado del 30% al 55%.
Pero si desglosamos los débiles datos de inflación de la eurozona últimos publicados, vemos que no han sido tan malos. A cierre de junio, el precio del petróleo ha corregido un 4.74% en los 12 últimos meses, mientras que el índice general de materias primas ha corregido un 9.24%. A pesar de este efecto negativo que ha implicado estos componentes, el dato de inflación de la eurozona adelantado el pasado 30 de junio fue una décima superior a lo esperado (1.3% frente a 1.2% esperado) y sólo cayó una décima respecto a mayo. Y lo que es más importante para el BCE, es que la tasa de inflación subyacente (descuenta energía y alimentos no procesados) ha repuntado en junio dos décimas respecto a la tasa de mayo (1.1% frente a 0.9% anterior y por encima del 1% estimado). Es la primera vez que la tasa subyacente se estabiliza por encima del 1% (dos de las tres últimas lecturas) desde 2013. En el gráfico siguiente vemos la tasa subyacente en naranja, pero lo más destacable es que las expectativas de inflación a 5 años (verde) y 10 años se están estabilizando entre el 1.20% y el 1.40% a pesar de las fuertes caídas recientes del petróleo que sí que han afectado a las expectativas a un año (en rojo).
Precisamente esta estabilidad de la inflación subyacente y de las expectativas de inflación a medio plazo es lo que ha provocado que repunte la rentabilidad del activo sin riesgo en Europa. En el gráfico anterior vemos que en las últimas semanas ha repuntado la rentabilidad de los bonos alemanes a dos años (gris) y 10 años (azul). Entendemos que, a pesar del repunte reciente, a estos bonos les quedaría aún recorrido al alza. En concreto, el bono alemán a 2 años podría irse al menos a la tasa de depósitos del -0.40% y el bono alemán a 10 años podría dirigirse a niveles del 0.8%-1%, que significaría acercarse a los niveles de inflación subyacente medios de los últimos meses.
Además, entendemos que el BCE no sólo está mirando la evolución de las tasas de inflación de cara a la reunión de hoy, sino que está vigilando la evolución del euro. El euro, gracias a la buena situación macro en Europa, se ha revalorizado fuertemente en los últimos meses. Al contrario de lo que se descontaba a principios de año, donde muchísimos analistas hablaban de que el euro iría a la paridad contra el dólar debido a que la FED sería agresiva este año, nos encontramos que nuestra moneda se ha ido a la zona de máximos de los dos últimos años. Una vez más se ha demostrado que los mercados descuentan mucho antes las actuaciones (subida de tipos de la FED). Cuando realmente se está produciendo esta subida (ya lleva dos este año), el dólar en vez de revalorizarse, se está depreciando.
En el gráfico del Euro-Dólar podemos ver que está esperando la reunión del BCE en clara zona de resistencias. En el gráfico de velas semanales vemos un claro lateral desde principios de 2015, entre 1.05 y 1.15 dólares por euro. Desde el punto de vista técnico, si se produce un cierre semanal por encima de 1.15, el cruce se podría dirigir hacia niveles de 1.20, pero no parece factible que a corto plazo vaya mucho más allá. El RSI está marcado niveles claro de sobrecompra.
Hoy, tras el discurso de Draghi veremos si el BCE se encuentra cómodo con el tipo de cambio actual. Una divisa fuerte con un repunte este año superior al 9%, encarece nuestras exportaciones, lo que resta competitividad a las compañías europeas y claramente está frenando las subidas de nuestras bolsas, que se están quedando rezagadas en los últimos meses frente a las de Estados Unidos y Emergentes. Además, al abaratar nuestras importaciones, añade más presión bajista a los precios, por lo que se dificulta la capacidad del BCE de generar inflación. Así pues, si el BCE realiza un discurso que frene el ascenso del Euro o que cambie el rumbo del mismo, conseguirá el doble beneficio de ayudar a la renta variable y aumentar expectativas de inflación (encarecerá importaciones). Y para que el discurso consiga este efecto, tendrá que continuar con una política monetaria agresiva. Seguirá con el programa de recompra de activos y tipos al 0%. Quizás sería positivo para el mercado, o un guiño al sector bancario que el BCE plantee la posibilidad de que los tipos de depósito dejen de ser tan negativos (-0.40%). Esta medida se tomó por motivos excepcionales, que parece que ya no son necesarios.
En definitiva, es difícil predecir cuál será el discurso y cómo se lo tomará el mercado. Pero sí que es más fácil saber que un techo en el euro será beneficioso para la renta variable europea e indirectamente será negativo para los bonos (genera inflación).
El artículo original se encuentra en el Blog de Unicorp Patrimonio S.V.
(http://blog.unicorppatrimonio.es/)