Se suele analizar una economía en torno al concepto de PIB, producto interior bruto. “Interior” quiere decir producido dentro de las fronteras del país, sea por agente nacionales o extranjeros. Hay otro concepto de Producto que es el PNB, producto nacional bruto, que es lo producido por factores nacionales, es decir, de nacionalidad del país, dentro o fuera de las fronteras.
Un ejemplo de PNB es los beneficios ganados y repatriados por un país de sus inversiones en el exterior. Por ejemplo, los beneficios obtenidos por Telefónica o Banco Santander, o INDITEX, de sus inversiones en el Mundo.
Naturalmente, a estas rentas ganadas por factores nacionales por su empleo extra fronterizo, hay que restar las que ganan los factores foráneos por participar en nuestra economía. Por ejemplo, beneficios ganados y expatriados a su sede por Amazon o Apple.
No hay ningún misterio en ello, y por eso es fácil ver que las diferencias entre PIB y PNB se reducen a:
PNB = PIB +- rentas netas de factores nacionales en el exterior.
Lo que es interesante es ver la diferencia de comportamiento de los países entre éstos dos conceptos. Hay países que exportan mucho capital, y reciben por tanto muchas rentas anuales, lo que hace que su PNB suele ser superior a su PIB. Relacionemos PNB/PIB y veamos lo que hacen los paises, tan diferentes, en el gráfico siguiente.
La línea roja es el PNB/PIB de España, y como se ve, apenas hay diferencia entre ambos, estando cerca, aunque por debajo, del 100%. Esto quiere decir que España tiene más inversiones extranjeras que ganan más rentas que las inversiones españolas fuera, aunque con poca diferencia. La línea verde de trazos es Suiza, un país que recibe muchas más rentas de fuera, por lo que su PNB supera su PIB destacadamente.
Finalmente, tenemos el extraño caso de Irlanda, que yo llamo el “portaviones de capital extranjero”, porque su PNB/PIB indica que se filtra un montón de rentas de capital exterior - casi el 20% del PIB- para pagar la enorme cantidad de inversiones exteriores de que disfruta.
En realidad éste ha sido el secreto de Irlanda: una muy baja presión fiscal a las empresas extranjeras para que se instalen ahí, con libertad total de sacar y desinvertir como les viene en gana, es decir, con “alfombra roja” para dichas empresas. Así, Irlanda se ha hecho usuaria de capital y tecnología de las principales multinacionales, pero los beneficios parece que no se quedan para ser reinvertidos. No totalmente, desde luego.
Irlanda es un caso aparte en la UE, aunque a Francia no se la ve muy contenta con las ventajas que le dejan disfrutar, y que ha amenazado periódicamente con quitarles la libertad fiscal con la que actúa.
Muchos país de la UE podrían beneficiarse de esa política si en vez de criticar a Irlanda la imitaran, pero la mayoría prefiere una presión fiscal alcista.
A España particularmente, le vendría bien un impulso de inversiones exteriores, que siempre conllevan nueva tecnología, algo de lo que carecemos netamente. España es un país que castiga al capital interior y al foráneo, y así nos va.
Original en mi blog www.miguelnavascues.com