Al comienzo de los tiempos todo estaba comprimido en un punto, y de ese punto se expandió y se sigue expandiendo el universo con unas características concretas que son las que lo rigen. Una de ellas es el proceso natural de equilibrio en un mercado.
Durante mucho tiempo los seres humanos han intentado influir o cambiar los procesos naturales de mercado, distorsionándolos de su tendencia de largo plazo e intentándolo ajustar a sus deseos. Resulta penoso ver a algunos individuos tratando de ser Dios para hacer cumplir sus deseos: conseguir determinado resultado en un equilibrio, pero sin variar las variables que lo determinan. En mercados donde los precios suben mucho más de lo deseable se proponen tomar medidas de precio máximo, lo que provocará un obvio exceso de demanda a ese precio máximo y la creación de un mercado negro que incluso puede llegar a ofrecer precios muy superiores a los que hubieran sido de no haber puesto el límite.
Ejemplo de ello fue la propuesta del ayuntamiento de Berlín para limitar el precio del alquiler de vivienda en la capital (octubre 2019, hasta 2022 luego fijado al IPC). Berlín es una gran capital europea, del país más potente de la UE en términos de PIB, no hace falta ser un lince para entender porqué cada vez más gente desea vivir allí. La demanda de vivienda en alquiler no ha parado de aumentar ante el difícil acceso al crédito para comprar una vivienda, a precios muy elevados en todas las capitales europeas. Más de la mitad de la población de Berlín no es tenedora de vivienda habitual, por lo que el volumen de demandantes es elevado, sólido y creciente. En cambio, la oferta no es tan elevada, es más rígida, poco creciente y temerosa de las regulaciones como las que los socialdemonios han aprobado. Fue viral hace unas semanas ver largas colas en frente de viviendas puestas en alquiler, lo que de forma simple dejó clara una realidad, y es que el problema de este caso concreto, al igual que el de la mayoría de países europeos, es la falta de oferta en las grandes capitales de viviendas para alquiler, o incluso de viviendas sociales, pero no de precios.
El número creciente de gente que quiere vivir en zonas económicas potentes no dejará de crecer, y mientras los salarios lo permitan, los alquileres seguirán subiendo acorde con las características del mercado. Por poner un límite no se arregla nada, de hecho, se empeora, puesto que en el ejemplo de Berlín ya se observan subidas de entre el 25-35% para este año en la renta de alquiler (mucho más del 10% del límite puesto por el municipio). Si lo que se quiere es un mercado con precios más bajos habría que expulsar a parte de la población y prohibir la llegada de nuevos habitantes (¡evidentemente no es la que hay que escoger!) o aumentar el parque de viviendas. Es una solución sencilla, pero para estos inoperantes resulta deshonroso facilitar la promoción de nueva vivienda y es más fácil aprovecharse de los incultos catetos que se creen los cantos de sirena del precio máximo, a afrontar y arreglar la pura realidad de los hechos.
Para un servidor el problema del acceso a la vivienda, así como el desempleo juvenil, son los graves desafíos que Europa va a tener esta década, y en España cómo no por partida doble, que causarán graves diferencias sociales, más profundas para aquellos que no vayan a heredar una vivienda o que no encuentren un trabajo bien remunerado. Es insostenible seguir frenando la promoción a la construcción de nueva vivienda en aquellas ciudades donde los precios del alquiler llegan a cotas muy elevadas respecto al salario medio. Los tenedores de vivienda se verán afectados a corto plazo por una caída en los precios de su vivienda, o en las rentas de alquiler, pero si se realiza de forma adecuada con las libres reglas del mercado esa caída será menor o se estabilizará. Lo esencial es evitar que gran parte de la población quede excluida de un área a la que podía pertenecer si se dejase a las fuerzas del mercado actuar, en este caso a través de la construcción de viviendas.
Que tengan buen fin de semana.
Daniel Pérez Sotelo
Con todos mis respetos, el mercado será de todo, pero natural NO.
Ahí he dejado de leer, los primeros dos párrafos, o tres o cuatro, sobran.
Una intro sobre el Universo compardo con este nido de manipulación que es la bolsa y la economía moderna... En fin. Paro.
¿Que economia Moderna? Retrocediendo algo más de 500 años los hermanos Pinzón consiguieron financiación para las Carabelas e iniciar el viaje para el descubrimiento de América. En la actualidad no existirían ni el ordenador o el telefóno con el que has escrito el mensaje anterior sí las empresas no hubiesen conseguido una financiación inicial y la posibilidad de una posterior salida a bolsa.
En la bolsa se venden participaciones en empresas.
Todo necesita regulación pero pretender conseguir aumentar la oferta de vivienda poniendo un precio máximo solo va a hacer el número de viviendas disponibles disminuya. Quién reformaría una vivienda para ponerlo en alquiler sí no se puede recuperar la inversión inicial. Unos precios elevados incentivan el aumento de la oferta. Un precio limitado por ley va a hacer disminuir la oferta.
Con una disminución de reformas disminuye el trabajo en el sector de la construcción y así disminuye el empleo y progresivamente afectaría otros sectores. El resultado final Paro. En fin...
La economía de los CDO, el high frequency trading, de los bancos centrales imprimiendo dinero, etc.
Respecto al alquiler, tengo algunas ideas pero parece ser que de por sí no se está autoregulando muy bien.
Creo que los precios tanto de alquiler como de venta está muy condicionado por la legislación urbanística y los precios del suelo tan elevados que esto genera, se debería liberar más suelo para construir, saludos