¿Reflejan los datos macro la degradación a bono basura de Rusia por S&P?

4 de febrero, 2015 0
Especializado en el área corporativa y financiera. Legal & Corporate Counsel en Globality, Grupo Munich Re.  Desde Luxemburgo al... [+ info]
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La semana pasada se hacia público el anuncio de la agencia de calificación Standard & Poor’s de degradación del rating de Rusia a "bono basura", algo que no sorprendió al mercado porque era algo que se veía venir en los últimos meses.

Rápidamente desde el Gobierno ruso, en declaraciones del vicecanciller Vasily Nebenzya, se respondió que esta medida respondía a "una maniobra impulsada por Washington" para presionar a Rusia.

Este argumento, como lo han sido otros del Kremlin, podría ser una mera excusa para escurrir el bulto ante la convulsa deriva que atraviesa Rusia, como lo hizo en el encuentro mundial de Davos, diciendo que la actual inestabilidad económica es consecuencia de que aun no se han recuperado de la crisis interna de 2008, sin embargo analizando los datos podemos darnos cuenta que la decisión de S&P no descansa en una circunstancia real para "bono basura".

Standard & Poor’s justifica en su informe que el motivo de esta nueva calificación es que Rusia se encuentra aislada del mercado internacional, dejando entrever un próximo incumplimiento de la deuda.

Es cierto que el pasado año Rusia ha visto muy castigada su economía, sin embargo podemos encontrar datos que hacen dudar de la calificación y de la cercanía de impago de la obligación de deuda, que a continuación comentamos.

Uno de los principales referentes para conocer el endeudamiento de un país son los datos del PIB, si nos fijamos en el gráfico descubrimos que los niveles de deuda respecto al PIB es del 9,2% y que comparada con otros países como Alemania, Hungría o Japón existe menor debilidad que otros países mejor calificados.

En circunstancias de aislamiento a los mercados de capital, Japón tendría que utilizar el PIB total de más de dos años para afrontar un solo año de la deuda pública. Rusia, por su parte, podría pagar su propia deuda en algo más de un mes.

Además este calculo no tiene en cuenta que los gobiernos no disponen de todo el PIB del país como un fondo líquido para dar cobertura a la deuda, y si lo que ello genera en ingresos fiscales.

Por tanto, vamos a fijarnos en los ingresos tributarios en relación al porcentaje de deuda pública total, la situación no mejora tampoco para los países desarrollados altamente endeudados.

España o EE.UU necesitarían 3 años de la renta real para dar servicio a un 1 año de la deuda pública y Japón 7 años. Los ingresos fiscales de Rusia, sin embargo, podría cubrir sus obligaciones por partida doble en un solo año.

En un escenario de emergencia y de riesgo alto de la economía rusa, su único amortiguador sería sus reservas. Sin otra fuente de capital, no tendría más remedio que echar mano de las arcas para financiar las necesidades estatales y sus obligaciones de deuda con su propio dinero y activos de reserva. Pero incluso en este caso extremo, Rusia está preparado para soportar el peor escenario por un tiempo sorprendentemente largo. Esto es debido a que durante los años de abundancia y alta actividad de las exportaciones de petroleo, el Gobierno hizo una importante provisión para circunstancias de declive.

El Banco Central de Rusia podría cubrir en a penas por dos años las obligaciones de deuda con sus reservas. La Reserva Federal de Estados Unidos, en su caso, podría cubrir el valor de la deuda sólo tres días y se quedaría sin fondos en poco tiempo.

Curiosamente, haciendo retrospectiva sobre los niveles históricos de reservas del Banco Central de Rusia, se muestra que, en términos de cobertura sobre las importaciones, Rusia se encuentra en una situación más saludable de lo que era en 2004 cuando la agencia calificación de riesgo Fitch elevó a "grado de inversión" la deuda rusa. Lo que también nos muestra un mejor escenario, a día de hoy, que el que se afrontaba en 1998.

Si bien este escenario ilustra la solidez de la economía rusa, esta no tiene en cuenta los niveles altos y crecientes de inflación que sufre ahora mismo Rusia (situado en - 11%),lo que por sí sola podría afectar a la línea vital de Rusia considerablemente.

Sin embargo, la situación planteada por S&P especulando con la suposición de que Rusia se encuentra completamente fuera de los mercados de capital como consecuencia de las sanciones, lo que se ha demostrado ser falso tras el respaldo dado por otros países como China, India o Brasil y la financiación corporativa que están obteniendo las principales empresas país ruso por entidades extranjeras, entre ellas algunas americanas y europeas, circunstancia que abordaremos en otro post más adelante.

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