Como aficionado a la meteorología, y desde que ésta se hizo popular en los medios televisivos, solo he conocido un "hombre del tiempo" capaz de disculparse por haber errado en su pronostico. Se llamaba Alfred Rodiguez Pico, un catalán apasionado de la ciencia, y sin problemas para pedir disculpas y explicar el error.
En el mundo financiero son muy pocos los que son capaces de dar ese paso, y asumir sin complejo alguno, "por ahora me estoy equivocando", y por si no quiere darlo todo por perdido, añadir a continuación "estoy perdiendo una batalla, pero no la guerra...".
Efectivamente, si nos ponemos a revisar lo que los gurus, bancos de inversion, e instituciones del mas alto prestigio pronosticaban en enero para el año 2015, y lo que luego realmente ha sucedido, nos llevaríamos las manos a la cabeza.
¿Cuantos han reconocido su equivocado pronostico?
¿Por que hay tanto miedo a reconocer un error?
¿Va con la condición humana?
Aquellos que quieran triunfar, antes de alcanzar la gloria tendrán que acertar, equivocarse, reconocer los errores y aprender de los mismos para luego brillar.