¿Qué podría pasar con el euro en 2015?

5 de enero, 2015 0

Todo el mundo esta a la espera de que este mes, Draghi y el BCE comiencen su política de flexibilización o QE europeo, usando la deuda soberana no muy diferente al QE seguido por el sistema de la Reserva Federal de los Estados Unidos.

Muchos analistas tienen previsto un euro a mitad de este año en el $1.1500, un descenso del 4%.

La razón es que las economías de la zona euro no lo están haciendo muy bien. Las previsiones económicas para 2015 son tristes debido a que la posibilidad de deflación son cada vez más altas. El BCE parece ser el único jugador y el único de acuerdo en que el estimulo debe ser aplicado.

Otra preocupación es que los partidos populistas están apareciendo por todos lados, están ganando mayor tracción y en las próximas elecciones que se presentan a lo largo del año estos partidos pueden generar un enfoque coherente y consistente para el problema que afecta a la zona euro.

Esto puede significar para el euro tres cosas: un tipo fijo de cambio, una libre circulación internacional de capitales y una política monetaria independiente.

Dentro de la zona euro, hay una tasa fija de cambio que es el euro y el libre flujo de capitales entre todas las naciones de la eurozona. Por lo cual se tienen dos de las tres significancias asumidas.

El tercer componente del problema, una política monetaria independiente, necesita ser ampliada para incluir las políticas fiscales que se encuentran detrás de la conducción de la política monetaria.

Hasta el momento, la unión económica ha estado tratando de desarrollar una política fiscal unificada dentro de la zona euro y se han estado moviendo pasito a pasito para lograr ese objetivo. Pero, como los acontecimientos se están desarrollando, una unión fiscal parece muy lejana.

Por otra parte, es necesario ir más allá de sólo una unión fiscal para lograr la unión monetaria con el fin de sostener el euro. Las políticas laborales de cada país, la conducta del gobierno de cada país, el tratamiento de fraude y corrupción de cada nación, y así sucesivamente, deben ser puestos en línea.

Muchos piensan que en esta época no habrá un retorno a una situación que controla o limita el flujo internacional de capital. Esto sin duda no va suceder dentro de la zona euro.

Por lo tanto, a menos que las naciones de la eurozona realmente hagan algo con sus problemas fiscales y con la cultura de gobierno, parece como si el sistema tuviera un tipo de cambio "fijo", conllevando a que se presentaran situaciones extremas.

La mayor flexibilización por parte del BCE es sólo un recurso provisional, y en la mente de muchos, no muy buena para eso. Para muchos analistas las tres rondas del QE en los Estados Unidos lograron poco en términos de crecimiento económico más rápido. Como consecuencia de ello, no se tiene mucha fe en que un periodo de flexibilización cuantitativa por parte del BCE haga mucho bien a la zona euro.

También se piensa que Draghi ha llevado a poner en marcha la ronda de flexibilización cuantitativa; ya que es escéptico sobre la posibilidad de que tal política ganaría mucho.

Parece como si Draghi finalmente diera su consentimiento para poner al BCE en marcha de realizar el QE. Esto dará lugar a un nuevo descenso en el valor del euro. Y como piensan muchos, esta flexibilización no va a tener muchas posibilidades de éxito en la reactivación de la tasa de crecimiento de la eurozona.

Así es la presión, con el fin de salvar el euro y la eurozona. Serán aún mayor la flexibilización por parte del BCE? Y, los gobiernos de Europa, especialmente la parte sur, se enfrentarán a más y más populistas que van a presionar con que se estimule fiscalmente sus economías. La unión Europea para muchos se enfrenta a pruebas muy fuertes de estrés de cara al futuro.

Ante este escenario, el valor del euro debe seguir disminuyendo.

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