Advertencia: en contra de lo que piensan algunos lectores, esto no es mi deseo. Es solo un escenario que circula por ahí.
Según algunos observadores, Rajoy es cortoplacista, e improvisará según los resultados. Según otros, Rajoy, Sánchez y Rivera tienen en la cabeza ideas de reformas, que no tienen por qué coincidir. Rivera está ilusionado con las encuentras, que le dan a Inés Arrimadas un gran resultado, aunque no mayoría absoluta. No se sabe qué tiene en la cabeza Albert: es decir, no se sabe que está dispuesto a ceder a cambio de la "normalización", salvo que él y su partido deben ser piezas clave.
Más peligroso es lo que se barrunta que pueden tener en la cabeza Rajoy y Sánchez. Algo así como la concesión (Sánchez) de un cambio en la Constitución que reconozca que CAT es una Nación, y unas ventajas fiscales (Rajoy, Guindos) del tipo del cupo vasco. Esto debe estar ya muy cocido ya.
Lo primero no sería meramente un adorno, sino que conllevaría representación exterior como tal Nación. Lo segundo sería un desastre para la Hacienda española, porque CAT es el 20% de España.
No parece que esto era lo que tenía in mente el rey, pero no puede hacer nada. Tragarse el sapo, y hacer como que todo es normal. Qué, si sigue siendo rey... durante un tiempo, hasta que los catalanistas den el asalto final a lo que queda de soberanía, ya muy mermada, de España. Eso será tanto más fácil cuanto menos recursos queden en manos de la Hacienda nacional. Lo importante aquí es que los nuevos catalanistas estarán convencidos que avanzando poco a poco se consigue más, mucho más. Se va debilitando Madrit, reforzando CAT. ¿Como no se los ha ocurrido antes de declarar esa chapuza de República?
Estas son las tendencias que se ven de las fuerzas que ahora están en juego. Un sentimiento europeo extendido a favor de Cataluña, por mucho que los líderes europeos den la razón a España. Pero el aparato de propaganda catalanistas está intacto, y sigue funcionando. Si no, vean ese primoroso artículo en el FT de David Gardner, "el peligroso camino hacia la independencia es mejor hacerlo despacio", reza más o menos el título. Ni una mención a los catalanes españoles, por supuesto.
Si todo esto se confirma, veremos una gran succión económica hacia Cataluña de las fuerzas económicas españolas, en cuanto los CUP y COLAUs dejen de jugar al izquierdismo, la independencia caiga en manos "sensatas" y se tomen sus tiempos marcados. Poc a poc. (Porque lo que ha asustado a los empresarios es el vacío institucional marcado por el izquierdismo.)
Esto dinamizará a los vascos, que están a la expectativa de lo que sucede en Cataluña.
En resolución, España, de momento, no se romperá de nombre, no habrá, de momento, una República Catalana, que ha sido una chapuza guiada por una calle soliviantada, pero habrá el encaje (¿?) en la Constitución de una nación con representación diplomática, que los vascos no tardarán en pedir, y será el penúltimo paso antes del definitivo.
Si no quieren que lleguemos a esto, pues no ser que decir. Creo que las cartas están ya muy marcadas. Ahora bien, no hay que desconfiar de la gran afición de esta gente al drama y a la comedia bufa. Parecen llevarlo en el alma, como decía Unamuno: "¡Levantinos, os pierde la estética!" - la sentimentalidad. No debemos perder eso de vista.
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