Con la mejora de las perspectivas mundiales, muchos se preguntan qué pasa - o ya dan por muerta - la hipótesis de Larry Summers del Estancamiento Secular (Secular Stagnation). Según esta hipótesis, hay signos evidentes de que desde hace décadas el mundo económico "se está enfriando", y vamos a una situación de mediocre crecimiento que puede durar décadas.
Dicha tesis se puede formular como que el tipo de interés "natural" - el tipo de Interés real compatible con el pleno empleo sin inflación- es tan bajo que resulta inalcanzable para el Banco Central, por muchas artimañas que haga de política de ampliación de su balance. Por otra parte, parece evidente que está política ha puesto en situación precaria la estabilidad de los mercados financieros, al permitirles subir más allá de lo que aconsejan sus parámetros de valoración.
John Williams, presidente de la FED de San Francisco, tiene un artículo en el que analiza los cambio en los principales indicadores del futuro, y augura que la tesis de Estancamiento Secular no debe darse por liquidada. Ni los tipos de interés, ni la producción, ni los datos demográficos, ni la inversión (crucial para el futuro de la productividad) dan señales de haberse despertado con la recuperación actual.
"evidence suggests that low r-star is a global phenomenon, is likely to be very persistent, and is not confined only to safe assets."
En la figura siguiente se representa la estimación del tipo de interés natural para cuatro países, y su crecimiento tendencial. No hay duda de que el profundo bache que se produce sobre todo con el estallido de la crisis hace difícil alcanzar ese bajo tipo de interés real. Una posibilidad sería que a los bancos centrales se les permitiera un objetivo de inflación más holgado - a más inflación, menor tipo de interés real -, mientras las variables reales sigan tan alicaídas.
Como prueba de que esta caída de los rendimientos es general, y no sólo en los títulos seguros del Tesoro, el siguiente gráfico se puede ver que homologando los rendimientos para las acciones y los bonos corporativos, sucede lo mismo que para las letras del Tesoro a 3 meses.
En suma, todas las apariencias invitan a pensar que la recuperación que tenemos a las puertas no va a ser fuerte ni duradera. Hay razones de influencia negativa de la contracción de la demanda en la calidad de la oferta, que se puede ver en el siguiente gráfico, que representa el estancamiento de la inversión empresarial (azul) y la caída de la tasa de participación en el mercado laboral de la población en edad de trabajar.
A nivel mundial, La evolución de demográfica no es prometedora para el PIB, como se puede ver en el gráfico de Bond Vigilantes, en el que se ve que faltan dos años para que la población dependiente sobrebase a los menores de cinco años.
En otras palabras, la oferta (población y productividad, o de la inversión de que depende) no se "estira". ¿La pondrá definitivamente en marcha las promesas de Trump? Primero hay que ver en qué se concretan. De momento han suscitado subidas de La Bolsa, pero poco más. ¿Acertarán los bolsistas que esta vez vamos a ver una gran y duradera recuperación de 10 años? Los datos están en contra, como ya expliqué en, "Matemático: el freno migratorio...". El máximo de capacidad actual de la economía de EEUU es un 2%, y Trump ha prometido un 3,5% durante diez años. Veremos.