Dentro de dos días la FED pronunciará su oráculo sobre los tipos de interés. Los mercados, después del mal dato de empleo del mes anterior, se han relajado y descuentan ue no habrá subida. No obstante, expertos como Mohamed El-Erian dice que no está tan claro: que los meracdos se han confiando demasiado. Es posible que suban tipos contra toda expectativa...
Lo cual no está justificado ni por los datos de empleo ni por los de precios.
Yellen tiene un dilema: ubérrima subir los tipos cuanto antes, pero sin romper la vajilla. Hay muchos antecedentes que muestran que la FED ha provocado casi todas, sino todas, las recesiones desde la post guerra. Ven el gráfico de las subidas del tipo de la FED y su correlación con la aparición de una recesión, marcadas por las bandas grises:
Obviamente, como la FED no quiere provocar una recesión, esto demuestra que la FED no controla todos los escenarios. Sube tipos cuando cree que la inflación sube peligrosamente, y casi siempre pilla a los mercados a contrapie, de ahí la recesión. Es más, la recesión es lo que permite enfriar la economía y volver la inflación a su nivel normal.
Ahora, obsérvese la normal situación de hoy, con tipos casi a cero, y sin embargo sin trazas contundentes de inflación, al revés, si acaso de debilitamiento del ritmo de actividad. Además, Yellen aviso que habría que subir los tipos antes de final de año dos veces, y lo sigue diciendo. Por lo que sí no sube en junio, le que dará menos margen para subir dos veces. Un galimatías. Un galimatías que ella misma alimenta, cuando dijo recientemente:
At an event hosted by the World Affairs Council of Philadelphia, the non-profit organisation, last week, Ms Yellen said: “The monthly labour market report is an important economic indicator, and so we will need to watch labour market developments carefully.
“At the same time, I continue to think that the federal funds rate will probably need to rise gradually over time to ensure price stability and maximum sustainable employment.”
En otras palabras, está posicionándose en un rincón del que es difícil salir con la honra sin mancha y sin provocar una recesión. Sería la recesión más extraña del mundo, cuando no hay amenaza de inflación. Es más, cuando se busca que la inflación suba al 2% y se estabilice a ese nivel. Ahora, imagínense que el FOMC decide subir los tipos el miércoles, y que eso provoca un pesimismo y los tipos de mercado caen por dejo del tipo de la FED. Una situación aún más complicada si cabe.
En lo que no ha anda fina Yellen, como hemos dicho otras veces, es en la forward guidance, de la que tanto alardea como instrumento básico de comunicación y formación de expectativas. Que por cierto, ahora mismo las de inflación han remitido sensiblemente desde hace un mes, como se ve en el spread de bono deflactado respecto al normal.