Uno de los conceptos que más se utiliza en el análisis técnico, y que a menudo es mal interpretado por los inversores, es el de “sobrecompra” y “sobreventa”. Ambos se podrían definir como situaciones que se producen durante la evolución de la cotización de un activo como consecuencia de un desequilibrio entre la oferta y la demanda.
En concreto, cuando hablamos de “sobrecompra” estamos hablando de momentos en los que el poder de las compras es tan grande que el precio se dispara al alza para posteriormente caer al no encontrar nuevos compradores. Del mismo modo, la “sobreventa” sería una situación en la que los compradores son tan escasos que los vendedores apenas encuentran contrapartida para sus órdenes de venta, lo cual genera que el precio detenga su caída y rebote (en la mayoría de las ocasiones).
Estas dos situaciones son sumamente interesantes, pero al mismo tiempo muy impredecibles, ya que se producen con frecuencia ante situaciones concretos como noticias de gran impacto, eventos, crisis, situaciones de pánico o euforia que motivan que el precio suba o baje de forma muy rápida. Generalmente, la volatilidad se dispara y son ocasiones de gran utilidad e interés para los inversores de más corto plazo. Decimos que son muy impredecibles porque cuando una acción se dispara al alza y entra en terreno de “sobrecompra” no sabemos nunca cuándo va a frenar su ascenso (a pesar de estar sobrecomprada). Lo que sí es cierto es que una vez que pasa la euforia o pánico inicial, el valor suele buscar un nivel de equilibrio donde se asienta.
Existen diversos indicadores técnicos que nos ayudan a la hora de identificar situaciones de “sobrecompra” y “sobreventa”. Uno de los más indicadores técnicos utilizados con mayor frecuencia es el RSI o indicador de fuerza relativa. Como se puede comprobar en el gráfico superior los niveles de “sobreventa” suelen ser la antesala de suelos en la cotización del activo, que generalmente dan paso a tendencias alcistas más o menos sostenidas en el tiempo. Del mismo modo, cuando se alcanzan niveles relevantes de “sobrecompra”, el precio suele detener el ascenso (y corregir de forma lateral) y en ocasiones suelen producirse retrocesos de cierta entidad en el precio.
Del mismo modo, para saber cuándo nos encontramos ante una situación de sobreventa o sobrecompra existe otra forma relativamente sencilla que no implica la utilización de indicadores técnicos como el RSI. Así, cuando se produce un movimiento muy rápido y vertiginoso en el precio, éste suele alejarse mucho de la media (generalmente estamos hablando de una media de corto plazo que sigue más de cerca el movimiento del precio). Cuando esto ocurre, el precio trata posteriormente de recortar posiciones para ir a buscar apoyo en dicha media. Este aspecto se puede comprobar visualmente en el gráfico inferior.
Por último, conviene apuntar que cuando no alcanzan niveles de “sobrecompra” o “sobreventa” no implica necesariamente que el precio vaya a caer o rebotar inmediatamente. Es más, en muchas ocasiones las tendencias más fuertes y sostenidas en el tiempo, tanto al alza como a la baja, se producen cuando se alcanzan fuertes niveles de “sobrecompra” o “sobreventa”.
La “sobrecompra” y “sobreventa” son dos conceptos esenciales a la hora de entender cómo funcionan los precios en el mercado y son especialmente útiles para aquellos inversores de corto plazo que buscan capitalizar pequeños movimientos al alza o a la baja.