El mercado siempre avanza más rápidamente hacia dónde provoca más dolor.
Es decir, cuando un activo toma una tendencia inesperada suele coger por sorpresa a la gran mayoría de inversores causando mucho sufrimiento debido al mal posicionamiento de la mayoría.
El conflicto en Ucrania y la rápida recuperación del mercado a los pocos días ha sido un ejemplo muy claro de este fenómeno.
Cuando estalló la guerra muchos inversores vendieron apresuradamente o rebajaron claramente sus niveles de exposición.
De hecho, incluso muchas casas de análisis recomendaron prudencia y posicionamientos defensivos.
Pero en vez de seguir bajando, el mercado se ha estabilizado primero para empezar a recuperar claramente después
Mucho inversor que ha vendido asustado por la guerra en Europa ve ahora como la subida le deja descolocado.
Y no solo eso, el mercado (sin que nadie entienda demasiado las razones) amenaza con seguir subiendo.
Esta dinámica genera mucha incomodidad al inversor que se ha asustado y ha vendido. Su "plan" era esperar a que el mercado se derrumbara y poder comprar de nuevo mucho más abajo. En vez de eso, ahora resulta que no solo no podrá comprar más abajo si no que se está perdiendo la recuperación.
Y todo ello sucede sin que se haya concretado ningún tipo de acuerdo que pueda indicar que la finalización del conflicto está cerca.
Si esto sucede, la gran mayoría de índices pueden rebotar 10%- 15% fácil, especialmente si la paz llega con visos de ser duradera y definitiva.
¿Qué puede pasar en este entorno? Que tanta incomodidad acabe provocando que los mismos inversores que vendieron con las malas noticias se apresuren a comprar de nuevo antes de que el mercado se les escape aún más. Y sean precisamente esas compras las que sigan empujando el mercado hacia arriba generando una circulo que se retroalimente.
Adicionalmente hay que recordar también que los mercados son tremendamente anticipadores con lo que pueden empezar a cotizar el fin de las hostilidades (o una bajada de la inflación) mucho antes de que sea evidente para el inversor medio.
Vemos pues que ir entrando y saliendo del mercado al son de las noticias o de las sensaciones es tremendamente difícil.
Casi siempre es una mala estrategia.
Los humanos somos muy emocionales y el entorno "informativo" cada vez es más sensacionalista, sesgado e invasivo. Y estando demasiado expuesto a él casi siempre se toman malas decisiones.
Como nos dijo Peter Lynch.
"Se ha perdido más dinero intentando prever las correcciones y protegiéndose frente a ellas que sufriéndolas realmente".
Pues eso.
Eso si, esto solo "funciona" siempre que tengamos una cartera amplia y diversificada. Lo de esperar y esperar como receta para que una acción en concreto recupere es un tema mucho más peligroso (y demasiadas veces ilusorio).
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