Psicología humana y su relación con la
bolsa
Siguiendo con el artículo anterior, continuo
hablando de la psicología de masas y
su relación con la bolsa. ¿Podemos huir del pensamiento y actos
dominantes de la masa?
El
comportamiento gregario
Según un artículo
que encontré escrito por Ricard Lloria “El hombre, por su naturaleza, es un animal gregario, es decir, que tiende a vivir en colectividad. Esta
colectividad suele tener ideas comúnmente aceptadas (el llamado saber popular),
que en muchos casos son correctas, pero en algunos son erróneas, lo que nos
lleva a cometer errores en nuestro
razonamiento a causa del efecto manada.” El efecto manada o efecto arrastre
interviene cuando a menudo las personas
hacen y creen ciertas cosas fundándose en el hecho de que muchas otras personas
hacen y creen en esas mismas cosas.” El comportamiento gregario en los
animales existe cuando “un grupo de animales huyendo de un depredador muestra
la naturaleza de dicho comportamiento. Cada
individuo miembro de un grupo reduce el peligro para sí mismo al moverse tan
cerca como sea posible al centro del grupo que huye. Entonces, parece que
la manada actúa como una unidad en movimiento conjunto, pero su función emerge
del comportamiento no coordinado de individuos que buscan su propio bienestar.”
Ese comportamiento es bueno en ciertas situaciones (en la antigüedad, cien por cien
necesario para la supervivencia humana) pero actualmente, si dejamos que esos sentimientos nos controlen en el mundo
de los mercados financieros, estamos perdidos. Ese sentimiento nos perjudicará más que nos ayudará.
La
Psicología del dinero
El mercado de valores se mueve gracias a miles
de millones de dólares. Pero “esos dineros” no tienen conciencia propia, son propiedad
de miles de personas. De ahí que en la bolsa exista un componente psicológico.
Las emociones de millones de inversores (mi propia definición de inversor es cualquier
persona que tiene algún tipo de relación con los mercados financieros) mueven
los mercados. El mercado sube cuando hay inversores que compran acciones y baja
cuando venden. Cuando los inversores tienen una visión positiva de un título
(psicología), compran (dinero) porque juzgan de manera optimista la situación
financiera de la empresa y además tienen dinero en efectivo para comprar y por
tanto suben las cotizaciones y viceversa, en caso contrario.
Según André Kostonaly la relación dinero y
psicología, explica los movimientos de mercado de la forma siguiente:
- -Cuando el dinero es positivo y la psicología es
positiva las cotizaciones suben.
- -Cuando el dinero es negativo y la psicología es
negativa: las cotizaciones bajan.
- -Cuando el dinero es positivo y la psicología es
negativa: se neutraliza la tendencia, la bolsa oscilaría poco.
- -Cuando el dinero es negativo y la psicología es
positiva: se neutraliza la tendencia, la bolsa oscilaría poco.
Si uno de los dos (dinero o psicología), supera
al otro ligeramente, se produce una ligera alza o baja de las cotizaciones.
Si uno de los dos cambia de signo y pasa a ser
positivos o negativos, se produce una acusada alza o baja.
El componente psicológico de los mercados
financieros, agudiza las tendencia tanto a la baja como al alza. Las
cotizaciones se forman por los fundamentales de las empresas, por la ley de la
oferta y demanda y por un componente psicológico que surge de la inexperiencia
o experiencia en los mercados financieros.
Cuando un inversor amateur acierta con su
inversión, empieza en él un sentimiento de autoconfianza y poderío, y en
general poco a poco va asumiendo riesgos mayores. Por eso para tener éxito en
los mercados es necesario, creo yo, 3 cualidades:
- -Conocimiento
- -Práctica
- -Autocontrol
Se necesita un sistema de inversión ganador y
seguirlo siempre. Para mí cualquier sistema que sigamos y que con ello ganemos
dinero es válido. Tenemos que construirlo, comprobar su funcionamiento y
seguirlo ¡siempre! Pero si nos dejamos influenciar por las emociones como el miedo,
el pesimismo, el optimismo, la euforia, el alivio, la confianza, la arrogancia…
es justo en esos momentos tan importantes en los que no seguiremos el sistema
adecuadamente. En general, los inversores con mejores resultados son las
personas que tienen un equilibrio en estos 3 factores. Realmente es fácil
obtener los conocimientos para operar en bolsa, requiere tiempo, la práctica y
es bastante difícil conseguir el autocontrol para actuar adecuadamente en los
momentos de inflexión.
Alexander Elder dijo: “el trader que se siente
sobreexcitado cuando gana y deprimido cuando pierde no puede acumular capital
porque está controlado por sus emociones”.
Warren Buffett comenta que la clave de su éxito
es: “Gran parte de éxito se puede atribuir a la inactividad. La mayoría de los
inversores no pueden oponerse a la tentación de comprar y de vender
constantemente”.
Vende
cuando todos compren y compra cuando todos vendan
Los grandes y más exitosos inversores, tienen
esa característica en común: el sentido común desarrollado para no ceder, en
los momentos en los que el corazón dice lo contrario a lo que debemos hacer. A
base de conocimiento, práctica y autocontrol ellos saben cómo actuar en cada
momento en el mercado de valores.
Los inversores pequeños, jugamos con
desventaja. Al invertir, estamos compitiendo contra las mentes más preparadas y
con más recursos. La bolsa está preparada para que perdamos. Por eso, somos los
únicos responsables de nuestro dinero y con lo que hacemos con él.
La única forma de ganar es, estar preparados
psicológicamente para tanto en los momentos buenos como malos saber ganar, saber
perder y tener la convicción necesaria para no saltarnos nuestras propias
reglas.
Recordemos que en la bolsa siempre hay 3
partes: el comprador, vendedor y el intermediario. El comprador espera
conseguir una rentabilidad futura de su compra. El vendedor consigue su
plusvalía, pensando que no subirá más la cotización y el intermediario… ¡siempre
gana!. Para que uno compre, otro tiene que vender y viceversa. Así que ¡en este
mundo se compite señores!
La
ley del sentimiento contrario
Cuando la mayoría está convencida de algo,
termina sucediendo lo contrario. Sucede exactamente lo contrario de lo que crea
y haga la masa. Cuando se ven noticias en la televisión no especializada del tipo:
“la bolsa está imparable…” o salen analistas en programas donde antes no
salían, subiendo precios objetivos, elevando las previsiones… tenemos que ir
pensando en vender; por el contrario cuando vemos que todo está muy negro, el
momento de comprar se acerca.
Cuando los inversores están eufóricos,
pensando en que el mercado no dejará de subir, ese es el momento en donde
apenas hay dinero para comprar, pues todo el dinero ya está comprado. La bolsa,
en ese momento, empieza a dar síntomas de debilidad y las subidas empiezan a
ser menores, la tendencia empieza a perder fuerza y finalmente el mercado se da
la vuelta.
Claro está, todo esto ocurriría, exactamente
al revés en un mercado bajista que toca a su fin.
Relaciones Ciclo de bolsa, empresas y actuaciones gubernamentales
Los dirigentes de las empresas
cotizadas no se escapan de las irracionalidades que produce su propia
psicología o su inevitable atracción por la “manada”.
Cuando empieza un nuevo ciclo
económico expansivo, los CEO´s usan todo el dinero para hacer nuevas
inversiones. Es un momento de euforia, en donde poco a poco la liquidez
conseguida va desapareciendo y existen altos tipos de interés. Las autoridades
intervienen para restringir un excesivo calentamiento de la economía. Entonces
las empresas acuden a la emisión de acciones. Poco a poco la economía va
estabilizando sus subidas y la necesidad de dinero disminuye. La rentabilidad
de las inversiones va disminuyendo. Al disminuir la rentabilidad se produce un
aplazamiento de nuevas inversiones. Por tanto, la demanda de créditos baja. La
economía empieza su declive…
Cuando hay una recesión económica,
la bolsa suele subir por causa de los bajos tipos de interés que establecen los
organismos públicos. Los beneficios y dividendos siguen bajando a pesar de las
subidas de la bolsa. La recesión provoca temor de perder trabajos, e ingresos,
aumenta el ahorro. Los bancos bajan sus intereses para dar créditos. Cuando la
acumulación de capital excede la inversión, el dinero sobrante va a la bolsa.
La bolsa trata de luchar contra
la crisis pero aún más, contra las medidas con que el gobierno trata de mejorar
la coyuntura económica, que será favorable más tarde. La bolsa sube, ya antes
de que la economía haya reaccionado favorablemente a las iniciativas de los
gobiernos.
Cuando el pueblo juzga el futuro
con optimismo, acepta los inconvenientes de los malas noticias (beneficios y
dividendos a la baja) porque está convencido de que las citadas influencias
negativas solo tendrán una validez pasajera.
Fases en los mercados de valores
“Los mercados alcistas nacen dentro
del pesimismo, crecen gracias al escepticismo, culminan dentro del optimismo y
mueren en la euforia.” John Templeton
Comportamiento respecto a la bolsa según dos tipos de inversores
Visión de un inversor A que no sabe el funcionamiento de la bolsa y un inversor B que si sabe el
funcionamiento de la bolsa en las diferentes etapas del mercado de valores.
- -Optimismo:
en este mercado alcista tanto el inversor A como el B tienen suficientes
argumentos objetivos como para pensar que existe un buen clima económico para
que las empresas y los mercados en general disfruten de cierto auge económico.
Los dos tipos de inversores, tienen ánimo para iniciar sus comprar (en el caso
del inversor A) y de continuar comprando (en el caso del inversor B) en esta fase
alcista.
- -Entusiasmo:
siguen entrado nuevos inversores del tipo A y del B.
- -Emoción:
Los inversores del tipo A que no entraron, piensan que en el futuro habrá un
momento mejor de compra, esperan una futura corrección y ahí entrarán, o simplemente se deciden por comprar en
ese momento. Los inversores del tipo B que ya entraron anteriormente están
felices. Los inversores del tipo A que compran poco a poco empiezan a tener un
exceso de confianza y de cierta arrogancia. La codicia envuelve sus mentes.
Empiezan a decirse "soy el mejor inversor en el mundo!". Empiezan a
ver cómo el precio tiende a subir poco a poco. En este punto, empiezan a pasar
por alto las valoraciones que hicieron anteriormente y se autoconvencen que sus
compras pueden subir más. Se dicen así mismos que hicieron mal sus valoraciones
y las modifican subiendo su valor objetivo. Por el contrario, los inversores
del tipo B, siguen confiados en su trabajo anterior, ya han disfrutado de
cierta revalorización, y continúan comprados.
- -Euforia: es un periodo que lo llamo “capitulación
alcista”. Los inversores tipo A, rezagados que esperaban una corrección
y los nuevos inversores atraídos por fuertes subidas durante un largo tiempo,
entran en el mercado, atraídos por “el dinero fácil”. Se produce un sentimiento
codicioso de compras irracionales. Las valoraciones son excesivas, pero aun así
los inversores del tipo A entran "a tope". En ese momento, los inversores del tipo
B deciden vender, sabiendo que sus acciones serán compradas por los inexpertos
y poco enterados del funcionamiento de la bolsa, los inversores del tipo A.
- -Ansiedad
marcada: El inversor del tipo A, que compró cerca del pico, simplemente
cree que es una pequeña corrección y mantiene sus acciones, con la esperanza de
que vuelva a subir la bolsa. Algunos que compraron antes, se deciden a vender y
otros aguantan. Los del tipo B, están fuera del mercado o están dentro de bonos
o cortos en índices, acciones…
- -Negación:
Los inversores del tipo B, se frotan las manos, esperando el momento oportuno
para volver al mercado. Los del tipo A empiezan a tener sentimientos de esperanza
pensando que el mercado ya ha tocado fondo y esperan que surja un rebote. Esa
esperanza es fruto de su ignorancia. Fruto de sus malas decisiones de meses
antes.
- -Miedo:
El inversor A entra en un estado de temor y nerviosismo. Duda de su pensamiento,
sobre todo cuando el precio de las acciones sigue siendo plano o cae poco a
poco durante semanas o meses después de la compra. Vender ahora ayuda a
aumentar las bajadas. El inversor del tipo B sigue tranquilo, disfrutando de
sus posiciones cortas, de su exceso de efectivo. El inversor B, sabe que su
momento de volver está cada vez más cercano.
- -Desesperación
y desanimo: Desesperación para A, ansiedad para B.
- -Pánico:
Los inversores de tipo A que no decidieron vender con anterioridad entran en
shock. Su cartera se reduce un 60% 70% 80%. Muchos de ellos venden, soportando
grandes pérdidas y sin apenas efectivo. Los inversores B empiezan a comprar algunas
acciones. Son conscientes del momento único que están viviendo. Aun así las
acciones siguen bajando y los que no venden se ven atrapados en ellas.
- -Capitulación:
es un punto de inflexión en un mercado bajista. Surge cuando el sentimiento
respecto a la bolsa es extremadamente negativo. Las cotizaciones llevan bajando
mucho tiempo. Aquí los inversores tipo A han vendido sus acciones y no existe
ningún comprador tipo A. Ha habido noticias negativas durante mucho tiempo y se
cree que no puede existir más malas noticias. Revisan sus errores y ven en qué se
han equivocado. Los inversores A se dan cuenta de sus errores. Salen
decepcionado de los mercado y ya no se preocupan por ellos puesto que han
perdido mucho dinero. El inversor del tipo B, sigue comprando pero está vez de
manera más fuerte. Todas las acciones vendidas por los inversores del tipo A
caen en manos de ellos. Esos momentos fueron definidos por Edmond Rothschild
diciendo “El momento de comprar es cuando la sangre corre por las calles.”
- -Desaliento:
existe un pesimismo general y surge un sentimiento entre los inversores de
aceptación de la situación. Los inversores tipo A dicen: “en la bolsa no se
puede ganar dinero”. Sigue habiendo noticias negativas pero algo cambia: la
bolsa empieza a subir.
- -Depresión:
Los inversores de tipo A, pregonan que nunca más entrarán en bolsa, aliviando
así sus conciencias, “la bolsa es un engaña bobos…” dicen. A pesar de la mala
situación económica de los países y empresas, empieza a surgir un sentimiento
de pequeño optimismo. Los del tipo B, saben que empieza un nuevo ciclo alcista
a pesar de los malos datos.
- -Esperanza:
El inversor de tipo A, sigue pensando que los mercados no son para ganar dinero
y el inversor del B siente serenidad y continua acumulando posiciones.
Y así sucesivamente. Este es el proceso que siguen las bolsas. Como vemos es un proceso cíclico, que siempre se repite... ¿Esta vez será diferente?
Realmente en la bolsa, conocimiento y el saber el funcionamiento del mercado es primordial para conseguir retornos satisfactorio.
AnalistoADS
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