Como todos los principios de año, los que nos movemos en temas de publicaciones de inversión y leemos todo lo que nos cae, nos encontramos con artículos, donde se predice que la Bolsa española va a subir un XX%, o que hay 5 valores que van a dar la campanada este año, y les ponen nombres y apellidos, o que como los tipos van a llegar a yy, la Bolsa va llegar a hh. En fin pronósticos, que nunca vuelven a mirar a fin de año y dicen si acertaron, o no dieron ni una, que debe ser lo habitual, ya que si acertaran lo estarían recalcando todo el final de año.
De los fondos nunca pronostican, cual va subir o cual va a bajar. Debe ser porque tienen menos popularidad que los índices o que los valores. Tampoco suelen aclarar si subirán más los de empresas grandes o pequeñas, ni distinguen entre sectores de actividad, lo cual nos viene bien porque así somos nosotros mismos los que acertamos o nos equivocamos.
Zona de Bolsa trata de cubrir ese vacío que se observa sobre publicaciones relacionadas con fondos y planes de pensiones y, a través de su sistema LUMAGA SYSTEM, que es un sistema lento, trata de detectar cambios de tendencias y si nos fiáramos de los pronósticos que se publican a principios de año, ya tendríamos buena parte del trabajo realizado, pero tengo que decir abiertamente que no me fio en nada de los pronósticos, porque si los hacen sobre 3 valores, ya os digo que uno subirá más de la media, otro hará lo que haga la media y el tercero hará menos que la media, por lo que posiblemente nos hayamos quedado como estamos a principios de año.
Todavía me acuerdo, cuando hace muchos años había un programa en televisión española, creo recordar que los jueves donde iban los más entendidos de futbol del país y hacían su pronóstico de las quinielas. Debía ser el jueves, porque así daba tiempo a que el viernes la gente llevara sus boletos y los sellara. Los sellaban con un sello con dos partes iguales, una parte se quedaba el aportante y otra se quedaba el Patronato de Apuestas Mutuas Deportivo Benéficas, que era un organismo público que no tenía nada que ver con la Lotería Nacional como ahora.
No recuerdo exactamente cuanto valía cada apuesta, aunque creo recordar que valía un duro cada columna, aunque si recuerdo que en el 1968 a Gabino “el de las quinielas” le tocaron 30 millones de pesetas que era el mayor premio que se había dado en España hasta esas fechas. Entonces un piso bueno no costaba más de 300.000 pesetas, por lo que podéis haceros una idea de la importancia del premio en cuanto a su valor adquisitivo se refiere. Os dejo un enlace al NO-DO de aquella época, donde nos dieron la noticia.
Encima el chico presumía de qué había hecho la quiniela tirando los dados, lo que ya era el colmo de la suerte. Pero en estos artículos hablamos de inversiones, no de apuestas, y si saco el tema de Gabino a colación es para ver la diferencia entre hacer apuestas y hacer inversiones.
En las quinielas de entonces y de ahora, o en el euromillones con poco dinero que arriesguemos nos puede tocar un premio muy grande, si no acertamos nadie se empobrece, ni por las 10 pesetas de la quiniela de entonces, ni por los 2 o 3 euros que valgan ahora, pero si acertamos nos resuelve la vida para nosotros y para nuestros hijos, por lo menos.
Pero en las inversiones pasa lo contrario, pues arriesgamos mucho y hay muchas posibilidades de no acertar, aunque a priori no parece que sea difícil acertar, incluso a posteriori, todos sabíamos que la bolsa iba a subir o por el contrario que la bolsa iba a bajar.
En resumen que con las inversiones, si acertamos podemos ganar mucho, pero si nos equivocamos podemos perder mucho, lo cual es una gran diferencia con quinielas y apuestas parecidas.
Otra diferencia importante con las apuestas, puede ser que en las inversiones puedes hacer la toma de posición en cualquier momento, aunque naturalmente mientras más tardes entres en una subida, menos recorrido al alza quedará o si va para abajo la tendencia, mientras más tarde salgamos, más pérdida nos chupamos.
Más diferencias, pueden ser la multitud de ayudas con las que nos encontramos, empezando por las más sencillas como los sistemas basados en los cruces de las medias, que son métodos sencillos pero con buenos resultados, y según queramos o sepamos lo podemos ir complicando cada vez más, con tal de que mejoremos los rendimientos obtenidos a medio o largo plazo. Indicadores podemos encontrar cientos más la adaptación que cada uno le haga, nos llevan a tantos indicadores que llegarían a miles.
Otra diferencia sobre las apuestas es que podemos ayudarnos de medios informáticos, que en segundos nos permiten hacer extrapolaciones al pasado y ver si el sistema que acabamos de descubrir o perfeccionar, da solo aciertos en los dos últimos años, o por el contrario tiene consistencia durante un periodo de 10 ó 20 ó 25 años, como es nuestro caso.
Pues bien llegado a este punto, creo que es momento de quitar la prohibición de hacer pronósticos, como he titulado este artículo. Yo no soy nadie para prohibir nada, solo lo he titulado así, para recordaros una vez más que mi lema es que la Bolsa es impredecible.
Pero no quiero dejar pasar la ocasión para hablaros de la confusión de papeles que se da en esta nuestra sociedad, donde tenemos a los Bancos Centrales, tanto europeo, americano, o de los respectivos países que si tienen que hacer pronósticos de la macroeconomía del respectivo territorio en que gobiernan. Y por otro lado están los gestores de fondos, por la parte que nos toca, que tienen obligación de hacer pronóstico de multitud de empresas, para meter o no en sus respectivas carteras, pues del acierto o error, dependerá su crecimiento o que el fondo se marchite e incluso desaparezca.
Pero lo inversores de infantería que es quien va a leer estos artículos, no nos corresponde ni hacer pronósticos macro, porque no sabemos, ni micro porque no tenemos datos precisos en el tiempo y además fiables, solo nos subiremos al tren cuando veamos que se pone en marcha y bajaremos cuando se pare, y si el tren se mueve por energía verde o eólica no es de nuestra incumbencia.
Los “pronósticos” que hagamos será siempre “reservados” como los que da el médico que nunca se compromete a que el paciente saldrá bien o mal de la operación y siempre avisa de que habrá que ver la evolución de las próximas 24 ó 48 horas, y es que con que acertemos en el pronóstico de la próxima semana es más que suficiente para ganar mucha rentabilidad, respecto al que va con una mano delante y otra detrás, y solo apoyado en su intuición o en un amigo del banco, pues remato diciendo que la bolsa no es anárquica.
Seguimos insistiendo en que ni recomendamos comprar, o mantener, o vender ningún valor, índice, ni fondo, y que solo damos aviso de los cambios que detecta nuestro sistema, para que cada uno haga el aprovechamiento que considere más oportuno con la noticia publicada.
Nuestro lema, es que la Bolsa es impredecible, pero no anárquica, y cada vez me lo creo más.