La Calidad de nuestras Vidas es la suma de la Calidad de nuestras Decisiones más un poco de suerte.
Los Modelos Mentales y Sesgos Cognitivos son un tema que me ha apasionado por años, y en el tiempo que llevo estudiándolos y practicándolos solo algunos de ellos sobresalen para ser usados como piedra angular y de ahí comenzar a construir y utilizar los demás.
Una de estas piedras angulares es el modelo Proceso-Resultado que fue popularizado por el genial autor Michael Mauboussin. Este modelo nos ayuda a entender 3 cosas principalmente:
- En la mayoría de las situaciones de la vida real donde existe aleatoriedad (azar), incertidumbre e información incompleta, nosotros no tenemos el control total sobre los Resultados y por lo tanto debemos enfocarnos en tener un buen Proceso, del cual sí tenemos bastante más control. De esta forma aumentaremos las probabilidades de tener buenos Resultados la mayoría del tiempo, a pesar de que tengamos algunas malas rachas de vez en cuando.
- Entre más aleatoriedad, incertidumbre y falta de información exista, será más importante nuestra suerte que nuestra habilidad y que nuestro Proceso. Es por esta razón que debemos escoger muy bien los juegos o ámbitos en los que participamos.
- No podemos tener Resultados favorables de forma constante si antes no fuimos capaces de generar un buen Proceso. Muchas personas se enamoran de los Resultados y los quieren de forma inmediata, pero no son capaces de tener la paciencia ni de realizar los sacrificios y esfuerzos necesarios que un Buen Proceso requiere. Es en el Proceso que descubres quién merece estar en el Resultado.
Tabla 1
We have no control over outcomes, but we can control the process. Of course, outcomes matter, but by focusing our attention on process we maximize our chances of good outcomes., James Montier, Value Investing: Tools and Techniques for Intelligent Investment
El origen de este Modelo Mental es un sesgo cognitivo llamado outcome bias (o sesgo del resultado) que es nuestra tendencia a juzgar las decisiones ―nuestras y de los demás― con base a sus Resultados y no en el Proceso que llevo a tomar esa decisión.
No está mal ver los Resultados, de hecho es necesario e inevitable hacerlo. Pero existen dos puntos importantes a la hora de analizarlos:
- A toro pasado (sesgo de retrospectiva o hindsight bias) veremos que muchas veces los Resultados podrán ser desfavorables, pero si analizamos el Proceso de toma de decisiones tal vez encontraremos que fue lo mejor que se pudo hacer con las herramientas disponibles y bajo un ambiente de información escasa, mucha aleatoriedad e incertidumbre. No siempre se escoge entre lo bueno y lo malo, muchas veces debemos tomar decisiones entre lo muy malo y lo muy feo.
- El problema es que miramos los Resultados de forma individual o anecdótica, en lugar de hacerlo de forma estadística viendo toda la distribución de posibles resultados y sus respectivas probabilidades dentro de una muestra amplia y heterogénea.
Si hiciéramos lo anterior no juzgaríamos las decisiones ―nuestras y de los demás― (i)con base a unos pocos resultados y (ii)también pondríamos más atención en la calidad del Proceso, porque después de todo si el Proceso es bueno entonces la mayoría de los resultados serán favorables. Si el Proceso es malo la mayoría de sus resultados serán adversos y hasta catastróficos.
Parte de lo anterior se puede apreciar en el siguiente video. No trato de hacer mofa de la terrible situación[1], pero es importante destacar que tal y como la Tabla 1 muestra, el perrito tuvo suerte de tontos las dos primeras veces (Mal Proceso y Buen Resultado) y justicia poética en la tercera ocasión (Mal Proceso y Mal Resultado).
Algo similar pasa en la vida diaria cuando vemos que a alguien le ha ido muy bien, pero ha tomado malas decisiones. Todos tenemos el amigo que es pésimo manejando, pero jamás ha chocado por su suerte de tontos. O el caso contrario, alguien que casi siempre toma buenas decisiones y en algún momento tiene una accidente fuerte. ¿A quién le prestas atención: al que tiene suerte de tontos o al que ha tenido mala suerte?
Obviamente como todo en esta vida siempre hay peros. Los dos más comunes son estos:
1. Hay decisiones que sólo tomamos una vez en la vida (como explorar Marte) o pocas veces en la vida (como divorciarnos) o de forma apresurada (escapar de un incendio). y por lo tanto no tenemos estadísticas suficientes ni propias.
Respuesta:
Lo anterior es cierto, pero siempre habrá metodologías sólidas ― además del método científico― sobre las cuales podemos comenzar a construir/descubrir/inventar algo nuevo; siempre hay estadísticas y encuestas en las cuales nos podemos apoyar para tener una tasa base; siempre habrá protocolos y recomendaciones que si se practican regularmente pueden salvarnos de una situación de peligro. Conocer las metodologías, estadísticas y protocolos forman parte de un Buen Proceso.
2. Muchas veces confundimos un Buen Proceso con buena retórica o una narrativa seductora o una dialéctica persuasiva u opiniones contundentes y afirmaciones cautivadoras. Otras veces caemos en la falacia de autoridad y efecto halo, y pensamos que porque alguien posee grandes conocimientos o tiene una personalidad encantadora o reputación intachable o ha sido exitoso en un ámbito, entonces su Proceso necesariamente es bueno. Esto es un Error. Al pensar lo anterior caemos en una infinidad de sesgos cognitivos como el pensamiento motivado, el sesgo de confirmación, el error fundamental de atribución, pertenencia y polarización, etc.
Respuesta:
Un buen Proceso siempre va a tener buenos resultados la mayoría de las veces, si no los tiene entonces no es un buen Proceso por más que sus argumentos confirmen lo que ya creíamos o nos haya convencido con su verborrea. Un Buen Proceso acepta que hay ámbitos dónde es mejor no meterse ni pronosticar. Un Buen Proceso tiene la capacidad de revisarse y ser evaluado constantemente para mejorar. Un Buen Proceso trata de ser robusto y antifrágil.
En la cultura de hoy enfocada a resultados, este modelo mental es un faro de luz para mejorar nuestras decisiones y poner los pies en la tierra. Nos enfocamos en resultados rápidos, ya sea los beneficios trimestrales, los cuerpos marcados y atléticos de instagram, la vida de lujos de artistas y famosos, las grandes hazañas de los atletas de Redbull, la fama de youtubers, el reconocimiento a grandes emprendedores y empresarios, etc.
La mayoría se enamora de eso y es lo que comienzan a querer imitar, pero no se dan cuenta de dos cosas:
A. Si no comienzan con un Buen Proceso (y disculpen mi redundancia y repetición pero creo que es necesaria), entonces los Buenos Resultados nunca llegarán o desaparecerán porque fueron suerte de tontos. Ahí está la inmensa lista de los “One Hit Wonders”, personas que tuvieron un éxito de 5 minutos y quedaron en el olvido porque en el Proceso se vio que no merecían Buenos Resultados la mayoría de las veces.
Querer vestirse como Jay Z sin haber dedicado los años que él lleva en su Proceso dará como resultado, muy probablemente, la bancarrota como a muchos les ha pasado.
Si queremos ser el siguiente Gates y Zuckerberg abandonando los estudios, entonces terminaremos, muy probablemente, desempleados porque ellos aunque no terminaron al menos lograron ingresar a una de las mejores Universidades del mundo.
Si queremos ser los próximos Soros, Buffetts, Tudors o Livermores porque nos creemos más listos que la mayoría o porque le hemos atinado un par de veces o porque tenemos una dialéctica muy seductora que hace que hasta nosotros mismos nos tomemos nuestro propio koolaid, entonces lo más probable es que terminemos engañando a la gente y a nosotros mismos con el argumento de que tenemos un Buen Proceso, pero el tiempo no ha sido el suficiente para probar que tendremos buenos resultados.
Si necesitamos más tiempo para probar que estamos en lo correcto mientras seguimos obteniendo resultados desfavorables una y otra vez, entonces hay que recordar el segundo punto («) del inicio del post: debemos escoger muy bien los juegos o ámbitos en los que participamos; de lo contrario habrá que revisar y mejorar el Proceso, o aceptar con humildad que debemos cambiarlo porque además de los resultados desfavorables que se van acumulando, también está el costo de oportunidad en el que estamos incurriendo.
B. Aquellos que han tenido buenos Resultados de forma constante tienen atrás de eso un Proceso de años que incluye sacrificios, esfuerzo, dificultades, errores, aprendizaje, fallos, etc
Un buen proceso dará buenos resultados en la mayoría de las ocasiones, es por eso que los resultados se tienen que revisar para saber si en la mayoría de las ocasiones han sido buenos. Esta es la forma de evaluar porque de lo contrario podríamos estar disfrazando una narrativa seductora como “Buen Proceso”. Además hay que preguntarnos si entendemos bien el Proceso; ¿cuál es el espectro de resultados posibles y sus probabilidades? ¿Seguirá funcionando en el futuro? En qué ámbito estamos trabajando para ver la cantidad de aleatoriedad que existe y así darnos cuenta si los resultados se deben más a la suerte o a la habilidad.
Queremos gratificación instantánea pero olvidamos que lo que nos da resiliencia y fortaleza es el estrés, la presión y el agotamiento que vivimos durante el Proceso. Esto es lo que nos hace crecer como personas y es así como se obtiene la experiencia y madurez y una mejor visión.
Para terminar el solo quiero comentar que tenía mucho tiempo que no escribía y me siento un poco nervioso por la calidad de este post ya que estoy un poco oxidado. Ofrezco una disculpa a mis lectores habituales por abandonar este espacio que espero retomar. Ojalá el post sea de su agrado y del agrado de los nuevos lectores.
NOTAS:
[1] La culpa y responsabilidad como siempre es de los dueños de estas mascotas que por querer grabar una situación cómica ponen en peligro otras vidas.