Así es como el gobierno ha justificado los presupuestos para 2023. Esta afirmación se basa, parece ser, en que los impuestos a los “ricos” suben, y los gastos “sociales” aumentan más que los ingresos. Esto no quita que estos presupuestos van aumentar la deuda considerablemente, lo que de ningún modo puede considerarse social, al menos para las generaciones futuras. Como explica mi amigo Clemente Polo, en dos sesudos y robustos artículos,
Un Gobierno muy reacio a acometer la consolidación fiscal
Con relación a la firmeza del compromiso del gobierno Sánchez con la consolidación fiscal, hay algunas indicaciones muy reveladoras de sus oscuras intenciones sobre la materia. Ante la afirmación avanzada por La Moncloa en abril de 2022 y recogida casi literalmente en el texto del proyecto de PGE 2023 de que “será necesario proseguir con la agenda de reformas económicas, emprender inversiones públicas de calidad y mejorar la composición de las finanzas públicas, de forma que la reducción de la deuda no dependa únicamente de la consolidación presupuestaria” (Libro amarillo, p. 117), uno no puede evitar preguntarse cuáles serán esas “reformas económicas” e “inversiones públicas de calidad” que permitirán reducir la deuda sin recortar el gasto público, y la única respuesta posible es con más impuestos, una intención enmascarada tras la ambigua expresión “mejor composición de las finanzas públicas”.
Las arriesgadas hipótesis en que basa sus presupuestos este gobierno invalidan casi totalmente la credibilidad en que se vayan a cumplir. Todos los organismos nacionales y extranjeros prevén para España un crecimiento de PIB muy inferior al que el gobierno intenta hacernos creer: mientras dichos organismos prevén un crecimiento en torno al 1,5%, el gobierno se basa en un aumento de 2,4%, un barbaridad de discrepancia.
Probablemente asistamos a un escenario mucho peor. Lo más seguro es que en 2023 asistamos a una recesión mundial, de cuantía imposible de cifrar, por la gran incertidumbre que origina la guerra y su secuela la inflación. Los bancos centrales están intentando bajarla, pero hasta ahora lo que han logrado es activar las expectativas pesimistas. Es más, yo creo que estas expectativas no incorporan el hecho que TODOS los países están contrayendo la demanda, lo que tendrá un efecto multiplicador sobre el resto del mundo, es decir, en todo el globo. La caída de la demanda en EEUU no puede dejar de tener un efecto contractivo sobre Europa, y viceversa, sobre todo por el desequilibrio activos p-pasivos cruzados mundialmente. Y tampoco sé si incorporan un hecho que se está demostrando: el QT no es la inversa simétrica del QE. El QT (contraer la liquidez) pilla a muchos apalancados de los tiempos de tipos de interés negativos. Muchos se declararán en quiebra al subir los tipos y contraer los créditos.
Es por lo que estimo que la recesión mundial no va a ser suave, y menos en países como España, que juegan a subir los impuestos (=contraer la demanda) y, a la vez, aumentar el peso de la deuda... lo que además no va a dejar de entorpecer al BCE en su lucha contra la inflación, y de rebote alertar a Alemania y su representación en el BCE. Auguro que el BCE se quedará a mitad del camino de su intención de acabar con la inflación. Eso sí, causará una recesión fuerte y prolongada. Preveo una crisis financiera como la de 2008..
Como dicen Ambrose Evans-Pritchard en el Telegraph,
The European Central Bank’s lending survey (BLS) is a leading indicator of what is to come. Both the supply and demand for credit definitively buckled in the third quarter, even if the eurozone economy eked out a last gasp of legacy growth. Lending is deteriorating most rapidly in Italy and Spain.
“The tightening in financing conditions corroborates our view that the euro area is headed towards a sharp recession,” said Ludovio Sapio from Barclays. Trouble is baked into the pie already, whatever happens to Vladimir Putin’s war and global gas prices.
Banks are doing what they always do at the rumble of thunder: they are imposing tougher terms on households and small firms; they are rejecting loan applications. This is a self-fulfilling process that can spin out of control at turning points in the business cycle.
En otras palabras, confirma mi sospecha: la recesión europea y española será de todo menos suave y corta. Esto se traduce en que el PIB caerá y el peso de la deuda/PIB aumentará en una medida según lo que aumente la deuda por ingresos fiscales menores y gastos mayores de lo previstoy caída del PIB.
En realidad estamos en una zona se riesgo no incorporada en las expectativas, que se volverán más negras a medida que los mercados empiezan a castigar a los países endeudados. Me refiero a la deuda total, sector público y privado, que Ambrose define así:
Data from the Bank for International Settlements shows that total public and private debt (non-financial) is 351pc of GDP in France, up 70 percentage points over the last decade. The comparable figure is 276pc in Italy, and 271pc in the UK, and 199pc in Germany.
Voy resumiendo: nos enfrentamos a una recesión mundial que agudizará la recesión de España. Sí, he dicho recesión. No simple desaceleración, como pretende que el gobierno. A ello contribuirá la subida de impuestos, que restará capacidad adquisitiva a empresas y familias, que tendrán más dificultades para atender sus pagos de deuda. El aumento de la deuda nos pondrá al borde de un default. No sólo a nosotros. Italia, Francia, etc, están apuntando méritos.