La corrección de los mercados no comenzó ayer tras la reunión de la FED. Ya estaba totalmente descontado que el organismo oficial de Estados Unidos subiría tipos un cuarto de punto. La corrección comenzó a las 14h30, justo cuando de publicaron los datos de inflación de Estados Unidos. EL IPC norteamericano ha subido en los últimos 12 meses un 1.9%, sólo una décima menos de lo esperado, aunque se ha quedado dos décimas por debajo de los datos de abril (2.2%). Está claro que, con las correcciones recientes del petróleo, el mercado ya contaba con una menor subida del IPC. Pero lo llamativo de los datos de ayer es que el dato de inflación subyacente (que no incluye energía ni alimentos no elaborados), se quedó dos décimas por debajo de lo esperado (1.7% vs 1.9%). El dato ha sido en más bajo desde el verano de 2015.
Contrasta claramente el dato de inflación a la baja con la subida de tipos de un cuarto de punto de la FED. En el siguiente gráfico comparamos la evolución de la inflación subyacente (rosa) frente a las expectativas de inflación a 1 y 5 años (azul y morada), así como la rentabilidad del bono a 5 y 10 años. El movimiento de los bonos ayer no hizo caso a la subida de tipos, sino que hizo todo lo contrario. Las rentabilidades bajaron, ya que su movimiento va más en consonancia con los datos de inflación que con los movimientos de la FED.
En el gráfico se aprecia claramente cómo este año la rentabilidad del bono a 10 años está siguiendo claramente los pasos de la tasa de inflación subyacente. Así pues, tal y como adelantábamos hace ya varias semanas, la FED se encontraba ayer en una difícil situación. Había adelantado tan claramente que ayer subiría tipos, que no podía echar marcha atrás. Si ayer no hubiese subido tipos, habría lanzado un mensaje muy pesimista al mercado y podría haber generado muchísimos nervios. Pero es que la subida de tipos ayer, coincidiendo con una corrección de la tasa de la inflación subyacente, está poniendo también nerviosos a los inversores.
La duda que a todos nos surge es si verdaderamente la debilidad macro en Estados Unidos es pasajera o será permanente. La FED insistió ayer en que es pasajera e incluso revisó al alza el crecimiento del PIB para este año hasta el 2.2%. Y los miembros de la FED insisten en mantener el calendario de tres subidas este año (lleva dos, por lo que nos quedaría una más a final de ejercicio), e incluso avanzó sus planes de ir reduciendo su balance (a final de año ya no irá reinvirtiendo los cupones de los bonos que tiene en cartera). Esta última noticia sí que parece que está afectando al dólar. Ayer corrigió de inicio pero se giró al alza, y hoy tímidamente intenta continuar el rebote. Si vemos la situación del Dollar Index, apreciamos que está intentando hacer suelo en la base del canal bajista iniciado en diciembre. La clave para confirmar el rebote sería superar la media de 500 sesiones, que pasa por 97.6 puntos.
Hablando de media de 500 sesiones, el futuro del WEST Texas ayer la perdió tras filtrarse noticias de que los productores OPEP podrían volver a incrementar producción en 2018. El comportamiento del petróleo es otra presión añadida a la baja para los datos de inflación. En el gráfico del West podemos ver que está cotizando en la línea que une mínimos desde el Brexit y muy cerca de mínimos de las elecciones de Estados Unidos.
Las bolsas europeas, al contrario de lo que esperábamos ayer, no consiguieron romper al alza y hoy de nuevo se han ido a soporte. El Eurostoxx cotiza en la media de 50 sesiones y zona de mínimos de las últimas semanas.
Por tanto, aunque mantenemos nuestra visión alcista que comentábamos ayer, y pensamos que este lateral en Europa es el preludio a un nuevo tramo al alza, debemos extremar la precaución. Si el mercado sigue "nervioso" pensando que la FED se ha precipitado subiendo tipos y esta precipitación pondrá en peligro la recuperación de Estados Unidos, los soportes de corto plazo en Europa están en peligro y habría que buscar nuevas zonas de soporte en las que formar el rebote de las bolsas europeas que estamos esperando. Además, uno de los factores que está penalizando a los mercados de renta variable europeos es la fuerza del euro, que resta competitividad a nuestras compañías. Si el dólar rebota en los niveles que hemos visto, nos beneficiará. Quizás en el gráfico del sectorial bancario del Eurostoxx es donde mejor podemos resumir la situación técnica en la que están las bolsas europeas.
El RSI ya está en zona de compra; el precio está en clara zona de soporte, donde coinciden los mínimos de la semana pasada, resistencia de marzo y abril y sobre todo, la línea que une mínimos desde el Brexit. En soporte es donde hay que asumir riesgos, por tanto este sector está en zona de compra. Si pierde el soporte comentado, hay fortísima zona de soporte en niveles de 120 puntos, que es donde cruzan las medias de largo plazo, y está el soporte de los mínimos de abril.
Debemos tener claro que el sector bancario es uno de los que más se beneficia de la posibilidad de subidas de tipos. Prueba de ello es que esta semana, justo cuando se anticipaba que la FED iba a subir tipos, el sectorial bancario del S&P500 ha rebotado en la misma directriz alcista que los europeos y ha roto al alza el lateral bajista. Lo más probable es que los bancos europeos sigan el camino de los de Estados Unidos, pero eso solo se podrá saber con certeza en las próximas jornadas.
El artículo original se encuentra en el Blog de Unicorp Patrimonio S.V.
(http://blog.unicorppatrimonio.es/)