Precio y valor (continuación)

13 de junio, 2012 0

El precio de una acción casi nunca coincide con su valor debido a que ambos fluctúan con el tiempo aunque  por motivos diferentes y en diferente medida. Un gráfico de precios  muestra mucha más volatilidad que un gráfico de valores ya que el patrimonio de las empresas no varía  tanto como las perspectivas de los inversores y especuladores.

El precio es más volátil por la naturaleza maníaco-depresiva del mercado, como dijo B.Graham el Sr. Mercado es un esquizofrénico en el corto plazo pero recupera su cordura en el largo plazo. Las expectativas de los agentes son muy cambiantes, teniendo a lo largo de un mismo año múltiples valoraciones (precios) sobre una misma empresa. Este hecho  afecta a la capitalización de las empresas, al PER, a la rentabilidad por dividendo y a todas aquellas variables que dependen del precio, teniendo para una misma empresa tantos precios como días de de negociación bursátil haya en el año.

Por el contrario, el valor de una empresa es mucho más estable, ya que la realidad económica de una empresa no evoluciona tan rápido como las expectativas que los inversores/especuladores  tienen sobre dicha empresa. 

Se podría decir que el mercado es incapaz de predecir el valor futuro de las acciones a largo plazo ya que la mayoría de los agentes que conforman dicho mercado se centran en perspectivas a corto o medio plazo y no tienen en cuenta factores tan importantes como: evolución de beneficios por acción, ampliaciones de capital o recompra de acciones propias, evolución de la deuda a largo plazo, etc.

 Si el mercado fuera eficiente los precios se ajustarían  automáticamente al valor de las empresas y no habría posibilidad de enriquecerse invirtiendo en bolsa; como dijo W.Buffett: “si el mercado fuera eficiente yo ahora mismo estaría pidiendo limosna”. 

Por tanto podemos decir que el precio es aquello que pagamos o cobramos al comprar o vender una acción y el valor es lo que recibimos o entregamos  a cambio, es decir  una parte del capital social de la empresa y una imagen de marca. Normalmente el precio supera al valor contable de la acción puesto que además de recibir una parte del capital social de la empresa, estamos comprando una parte de una marca. Sin embargo en etapas de crisis como la actual la situación tiende a invertirse, es decir hay empresas que cotizan por debajo de su valor contable.

La diferencia entre precio y valor además nos lleva a hablar de inversiones de valor e inversiones de crecimiento. Una inversión de valor es aquella en la que el precio que se paga por la acción está por debajo de su valor intrínseco. El problema es que el valor intrínseco de una acción es un valor indeterminado, por ello B. Graham propuso basarnos en el valor contable de la acción (como valor aproximado del valor intrínseco) para tener una referencia a menudo muy fiable en la valoración de empresas.

En las inversiones de valor el razonamiento propuesto por Graham es que si la empresa en la que invertimos se liquidara a día de hoy recibiríamos una cantidad de dinero  procedente del reparto del patrimonio neto de la empresa entre los accionistas mayor que el precio de compra de la acción siempre que la empresa cotice por debajo de su valor contable y haya un margen de seguridad adecuado en nuestra compra.

Actualmente hay varias empresas que cotizan por debajo de su valor contable, como diría Graham dichas empresas actualmente tienen más valor muertas que vivas, por ello considero que sigue siendo un buen momento para comprar acciones siempre que exista un margen de seguridad que nos proteja del riesgo.

Por el contrario una inversión de crecimiento es aquella en la que pagamos un sobreprecio en relación con el valor contable de la acción puesto que las perspectivas (flujos de caja futuros) y el activo inmaterial (marca) no se están  incluyendo en el valor  de la acción.

Cuando compramos una acción de Coca Cola, lo normal es que el precio que pagamos por la acción sea bastante mayor que su valor contable debido a que la imagen de marca de la empresa no está contenida en la parte del capital social que adquirimos. Por tanto,  las empresas con una consolidada imagen de marca normalmente exigen un sobreprecio considerable sobre el valor contable de la empresa, ya que en dicho valor contable no se incluye un aspecto tan fundamental como la marca. Uno de los pilares fundamentales en la filosofía inversora de Buffett es “busque empresas con mercados amplios, fuerte imagen de marca y consumidores fieles, como Gillete o Coca Cola”.

http://analisisbursatilrelacional.com/

Twitter: @Serts1

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