Ayer comentábamos que los índices europeos han roto resistencias al alza. La conclusión que obteníamos no era la de buscar hasta dónde podríamos llegar ni tan siquiera decíamos que el alza debe continuar a corto plazo. Es más, el movimiento más probable a corto plazo puede ser el de un recorte en la renta variable. Decíamos que los inversores que apostaban a fuertes correcciones tras la dimisión de Renzi, son los que han tenido que deshacer posiciones comprando. Esto ha acelerado el movimiento alcista. Evidentemente podemos seguir subiendo, tal y como ocurrió en los mercados de Estados Unidos, en los que tras la salida de cortos tras la victoria de Trump, el mercado siguió subiendo de forma vertical. Pero viendo qué está ocurriendo con los bonos, puede ser que el movimiento más probable en la renta variable sea una corrección o un movimiento lateral para consolidar las subidas.
En definitiva, como suelo comentar a amigos cuando me preguntan en privado, sólo sé que la bolsa puede hacer tres cosas. Subir, bajar o mantenerse. Pues hoy puedo añadir probabilidades a estos eventos. A largo plazo, el escenario más probable es el de subir y a corto plazo me inclino por darle más probabilidad a los otros dos escenarios.
Y, ¿qué es lo que está pasando en la renta fija para poder decir que la renta variable puede tomarse un descanso? Pues simplemente que los bonos habían corregido mucho en precio y algunos inversores empiezan a ver que esta caída es una oportunidad de compra. Y si el dinero viajara de nuevo a renta fija, lo más probable es que la renta variable sufra.
A mediados de noviembre comentábamos que la renta fija a largo plazo estaba llegando a niveles de soporte. El bono de Estados Unidos a 10 años decíamos que en la zona del 2.30% tenía un claro soporte y que podría irse a la zona del 2.50% o, incluso, a la media de largo plazo que se sitúa en el 2.75%. Actualizo el gráfico y vemos que justo está cotizando en niveles del 2.5%.
Más evidente es la evolución de la rentabilidad del bono a 30 años de Estados Unidos. Esta semana ha alcanzado rentabilidades superiores al 3%, zona de máximos de 2015 y justo la línea que une los máximos de los cinco últimos años.
En el bono alemán a 10 años observamos que ya se ha girado a la baja al alcanzar rentabilidades cercanas al 0.5%, nivel que en la segunda parte del 2015 funcionó como soporte.
En los primeros párrafos hemos comentando que en estas subidas de rentabilidad de los bonos de largo plazo, algunos pueden empezar a ver oportunidades. Subidas de Tir se traducen en caídas de precio. Si hemos visto que la rentabilidad del bono de Estados Unidos ha subido casi un 1%, la rentabilidad del bono alemán a ese plazo ha pasado del 0.33% la semana posterior al Brexit al 1.24% alcanzado este lunes. Justo al tocar el 1.24% han vuelto las compras y hoy ya cotiza en el 1.1%. Esta simple subida de casi un 1% se traduce en correcciones en el precio de nada menos que un 20%, tal y como se puede observar en el siguiente gráfico de la evolución del precio del bono alemán que vence en agosto del año 2046.
En definitiva, al igual que pensamos que el escenario más probable a largo plazo para la renta variable es alcista, creemos que para la deuda de largo plazo es bajista. El problema es que a corto plazo nos encontramos con fortísimas correcciones en la deuda de largo plazo y fortísimas subidas en los índices de renta variable. Así que, a corto plazo, entiendo que el escenario más probable es que veamos una especie de rotación. Desde el Brexit, vimos cómo las compañías de beta alta (las más cíclicas y arriesgadas) del S&P500 habían subido casi un 30% mientras que las compañías de baja volatilidad no sólo no habían subido, sino que habían corregido casi un 5%. Pues bien, en las últimas jornadas, parece que empiezan a subir las de baja volatilidad y corrigen las más arriesgadas.
Viendo este gráfico podemos entender que el escenario más probable a corto plazo pueda ser de recogida de beneficios en los valores que más han subido (valores más cíclicos y volátiles) y ese dinero no parece que vaya a ir a liquidez o a refugiarse a renta fija a corto plazo (todo está en negativo) sino que puede ir a valores defensivos en renta variable o a especular con un rebote de la deuda a largo plazo.
Hoy tenemos reunión de la FED. El mercado da por seguro que habrá subida de un cuarto de punto de los tipos de interés. Pero habrá que estar muy atentos al mensaje de Yellen ya que gran parte del mercado empieza a descontar que habrá otra subida en el primer trimestre de 2017. Si Yellen sigue lanzando un mensaje dovish (muy suave y contrario a ser agresiva en las próximas subidas de tipos), lo más probable es que los inversores sí que vean la corrección de la renta fija como oportunidad de compra, y el movimiento que hemos comentado hoy, tenga continuidad.