Hay un tiempo en la historia en que las ideas aparecen prístinas, vírgenes, y como tales resultan sumamente atractivas, claras directas y explícitas, luego viene el devenir de la historia a ensuciarlas y empolvarlas, las ideas se desdibujan, emborronan y pierden su atractivo para hacernos ver el camino. Ese tiempo es el momento de la primera vez, el del comienzo, el de los actos fundantes, el tiempo del comienzo, el tiempo del primer beso de las ideas…
El 26 de agosto de 1789 la Asamblea Nacional Constituyente Francesa aprobó la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, la primera vez que se declaraban por escrito las instituciones fundamentales de una democracia, que son las que nos rigen actualmente, con mucho polvo y suciedad ideológica encima.
En esta declaración, en su Artículo 17 dice:
“Siendo la propiedad un derecho inviolable y sagrado, nadie puede ser privado de ella, salvo cuando la necesidad pública, legalmente comprobada, lo exija de modo evidente, y a condición de una justa y previa indemnización.”
Francia, así, inició la superación del feudalismo y el absolutismo monárquico, en medio de una grandísima inestabilidad social y una gran dosis de violencia, que tuvo su paroxismo en el reinado del terror de Robespierre, el avance de la Historia hizo que dicho derecho fuese incorporado, no ya a todas las constituciones formales de los países occidentales, sino también a las constituciones “reales”.
La finalidad de esa declaración fue la reafirmación del individuo frente a los poderes feudales y absolutistas que literalmente expropiaban la propiedad de los súbditos manu militari.
¿Qué significado escondido tiene esa institución? ¿Qué se nos escapa? ¿Qué le aporta al ser humano? ¿Por qué es tan atacada?.
Desde 1789 no se ha inventado ninguna variante, nada nuevo bajo el sol, todas las derivadas de la propiedad, que se puedan imaginar, están contenidas en esta declaración, nadie ha inventado de nuevo la pólvora con respecto a la institución de la propiedad. Y como no hay quien invente nada que la pueda desvirtuar o sustituir, ha sido objeto de un constante ataque por parte de todos: las ideologías de izquierdas, los estatalistas, tanto de izquierda como de derecha, los autócratas dictadores, los capitalistas de izquierda, los capitalistas de derecha, todos, todos, intentan debilitarla, desacreditarla, relegarla, darle un tinte·”social” (la última, la pretendida "originalidad" del reconocimiento de la propiedad privada de la tierra por los grupos indigenistas, nada que objetar, si lo ha decidido el juez, por supuesto) porque creen que hay que lavarle la cara a esta institución, para inducir la idea subliminal de que es una institución “sucia”.
¿Por qué es tan atacada esta institución hoy en día, no solo por sus enemigos naturales, los socialiscomunistas? ¿Por qué los partidos de derecha no la defienden? ¿Por qué los estados no la defienden? ¿Por qué es tan denigrada? Y paradójicamente ¿Por qué todos la quieren y la buscan?.
Es muy curioso ver a la gente como, ante los medios de comunicación (que encarnan la presión ideológica ambiental que ejerce el grupo) ensalzan siempre lo público, el reparto de la propiedad (acuérdense de la Lotería de Navidad: “el gordo ha salido muy repartido”, cuando la finalidad esencial de una lotería es hacer millonarios, lo que no se logra si fraccionas el premio), mientras que, con sus actos están diciendo lo diamentralmente opuesto: que creen en la propiedad, en el acceso a la propiedad y en que la propiedad les hará ser más felices, ¿para qué, sino, se gastarían el dinero que se gastan, en lotería?. Y este solo es un ejemplo de los muchos que pueden encontrarse: en cuanto una persona empieza a trabajar, empieza a apartar dinero, se compra su primer automóvil, no lo alquila, no lo comparte, se lo compra, lo privatiza, niega su uso a los demás, porque es suyo y tiene valor para el…
Por tanto podemos afirmar, una vez levantamos el velo de la inmensa presión ideológica ambiental, que la institución de la propiedad es muy, muy, querida para el ser humano. Eso es porque tiene una profunda conexión con el libre desarrollo de la personalidad, nos reflejamos en las cosas que tenemos, utilizamos, fabricamos, usamos. Una persona que no puede disponer de la propiedad de los medios que utiliza para trabajar, cocinar, desplazarse, guarecerse de la intemperie, comunicarse, culturizarse, etc, es una persona pobre y la pobreza produce alienación y esta produce miseria, miseria moral, que es la más humillante de todas.
Hay una característica, implícita en la propiedad privada, el derecho a excluir a los demás del disfrute de ese bien ¿por qué es tan importante?, porque la propiedad, el poder de una persona sobre un bien, es la otra cara de la responsabilidad en el cuidado de ese bien, es lo que otorga valor al mismo, piénsenlo, en realidad un bien no es más que un espejo en el que se refleja la personalidad de quien lo utiliza y lo cuida. Solo con ver un automóvil lo cuidado o descuidado que está, lo reparado o averiado que está, los adornos que tiene, el color, las yantas, ya te puedes hacer una idea de la personalidad de su dueño. Y eso es así porque el bien es para su propietario, porque tiene el poder de evitar que nadie pueda entrar a modificarlo, cuidarlo, convertirlo en algo distinto de aquello que define, de aquello que hace más humano a su dueño.
Y a la inversa, lo que es de todos, no tiene nadie que lo cuide, no tiene nadie que lo personalice o “humanice”, no tiene nadie que lo defienda, esta huérfano y termina por perder valor o directamente por no tener valor para nadie. Acuérdense de la frase lapidaria de nuestra inefable ministra, de credo socialiscomunista (uso esta palabra porque, como nos ha demostrado la realidad, hay un continuo muy real entre el socialismo y el comunismo): “Nosotros administramos dinero público, y el dinero público no es de nadie". Aunque a todos nos recorrió un calambre por la espalda, cuando lo oímos, en realidad, con su característica locuacidad, nos estaba contando la verdad: cuando una cosa no es de nadie, nadie es responsable de su cuidado, y de aquí nace la tragedia de lo público.
“No tendrás nada y serás feliz” nos promete la agenda 20-30, así en toda la cara, para deslumbrarte y no dejarte pensar, luego nos desgranan las consecuencias, entre ellas que se dispondrá de todo mediante alquiler o renta. ¿Y cuando haya un periodo de escasez? ¿y cuando no haya para todos?: si no es tuyo no puedes garantizarte su uso en los periodos de escasez, pierdes una importante herramienta para protegerte a ti y a los tuyos.
¿Por qué atacan a la institución de la propiedad, los estados, sometiéndola a pesados impuestos?: Porque una persona con un mínimo de riqueza acumulada en propiedades es mucho más difícil de manipular. Si te gastas todo el sueldo que tienes, si no ahorras, si no acumulas riqueza en forma de propiedad, siempre estarás influido por los políticos (que son los que manejan el estado, constituyéndose en una clase privilegiada, en la que se entra a dedo, dedo del jefe del partido, claro) que te digan que te “van a dar algo” que van a “repartir la riqueza” (la propiedad), que “van a subir los impuestos a los ricos” mientras ellos hacen lo diametralmente opuesto: por ejemplo, adquirir propiedades inmobiliarias usando créditos próximos al cero por ciento, con el dinero del partido, que el partido obtiene del estado, (ojo, del estado, no de las cuotas de sus afiliados…).
¿Por qué la atacan los partidos de derecha? Porque se han convertido en partidos de izquierda, creyendo que ya no había futuro para las ideas liberales y conservadoras. Porque se han convertido en partidos estatistas, a los que les encanta el estado y las prebendas que ello les conlleva, no tienen responsabilidad frente a nadie y en cambio cobran sueldos elevadísimos que en el sector privado ni siquiera olerían…
¡Y la teoría del punto gordo! ¿por qué los capitalistas no defienden la propiedad privada? ¿capitalistas progres de izquierdas? Porque lo que no defienden es TU propiedad privada, LA SUYA claro que la defienden, más allá de la retórica que utilicen, cuando un estado se pone chulo, votan con los pies, deslocalizan su fortuna o su producción y pagan en el estado que les grave menos; A los capitalistas les interesa que pidas créditos al consumo, carísimos y absolutamente irracionales desde el punto de vista de la gestión doméstica; A los capitalistas les interesa que te gastes hasta el último euro en el mercado, engordando sus cuentas…
Y al contrario, una persona con patrimonio puede elegir cuando compra una cosa, puede esperar a que baje de precio y puede presionar para obtener bienes con relación calidad-precio mucho mejor que cuando tienes que comprar si o si porque no puedes guardar para malos tiempos…
¿Acaso una persona, a través de la posesión de bienes, no es más fuerte ante la influencia de los poderosos, no es más fuerte ante el estado, no es más fuerte ante la injerencia de los grupos de influencia, no es más fuerte ante los infortunios? ¿No es mejor tener bienes que depender de lo que te quiera dar el estado en cada momento?. ¿Ya no les cuentan la fabula de la cigarra y la hormiga a los chavales?
Y no se crean la propaganda barata que nos venden, aunque usted sea un mileurista, todo el mundo puede acceder a la propiedad, la propiedad no es solo para los ricos o los políticos poderosos, en realidad a ellos les da lo mismo porque les sobran propiedades, la propiedad es para los pobres, es el dique de contención contra sus abusos, por eso la odian tanto. A la gran propiedad (inmobiliaria) se puede acceder mediante prestamos, constituyendo una forma de ahorrar y de crear patrimonio. A la propiedad se puede acceder mediante herencia. ¡A la propiedad se puede acceder de mil maneras!, ¡No se dejen adoctrinar!
Por último, ¿Que porque me mola la Propiedad Privada?, pues porque la propiedad privada es para todos, porque nos humaniza, porque nos protege de los infortunios, porque nos protege del estado, porque nos protege de los ricos y porque nos protege de los poderosos!.
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