(Y ahora tratan de que sean el de los fondos
de rentabilidad objetivo)
1.- Introducción
Una de
las cosas que más sorprende del mercado español de gestión de activos es la
descomunal proporción de fondos garantizados y de su segunda generación
denominados fondos de rentabilidad objetivo, cosa que no sucede en ningún país
de nuestro entorno.
Dos
datos, más de un tercio de la inversión en fondos en España está en fondos
garantizados y en el año pasado más del 40% de las nuevas aportaciones fueron a
fondos con objetivo de rentabilidad. En fondos de pensiones la foto es similar,
con alrededor de un 35% de los planes y de los activos gestionados en productos
garantizados (532 de 1483, según datos de Morningstar Direct).
En este
post queremos, de una manera lo más didáctica y sencilla posible, explicar cómo
se construyen y porque creemos que no son adecuados para el ahorro inversión y
sí para los bancos.
2.- ¿Qué es un fondo garantizado
y que es un fondo con objetivo de rentabilidad?
Un
fondo garantizado es aquel que garantiza la inversión inicial aportada por el
participe más:
- Una revalorización fija, lo que se denomina garantizado de rendimiento
fijo.
- Una revalorización variable (referenciado a evolución de determinados
índices o cestas o valores), lo que se
denomina garantizados de rendimiento variable.
- La garantía viene dada por un aval externo (normalmente de la propia
entidad bancaria dueña de la gestora).
Los
fondos con objetivo de rentabilidad son (simplificando y con honrosas excepciones) exactamente igual
que los garantizados clásicos, con la única diferencia de que no tienen la
garantía formal de un aval externo, y se venden ahora en vez de los
garantizados clásicos por que la evolución de los tipos de interés y de las
volatilidades impiden que se pueda asumir ese coste del aval externo ya que cuanto más bajos son los tipos de
interés, menor es el importe disponible para comprar opciones y cuanto mayor es
la volatilidad , menor es el importe disponible para comprar dichas opciones.
3.- ¿Cómo se construyen este
tipo de fondos?
Con la
compra del bono cupón cero se asegura que se conseguirá la inversión inicial de
los partícipes y la compra de la opción se destina a cubrirse para determinadas
contingencias que puedan ir surgiendo y/o para conseguir esa revaloración extra
por encima del mínimo garantizado o “objetivado”.
4.- ¿Por qué son adecuados para
los bancos (dueños de las gestoras) y no para los partícipes?
- Los
Bancos han ganado mucho dinero con estos productos por algunos de estos factores:
- El banco vende el derivado al fondo
y se mete el spread entre el coste y su venta. Inicialmente con los tipos altos
llegó a ser hasta un 4%. En la actualidad estará en el entorno del 0,5% que se
lleva la tesorería (del banco dueño de la gestora) por estructurar un producto
que no necesita ser estructurado.
- Las comisiones de ¿gestión? No requieren de ningún tipo de
gestión excepcional, cobrando por gestionar lo que no se gestiona (en realidad
se cobra por la distribución), así se han conseguidos jugosas comisiones para
las redes (la media de las comisiones de los
garantizados está en línea con la media del resto de los fondos que sí
se gestionan (1,10%)).
- Las comisiones de ¿depositaria?, en línea
con el resto de productos, cuando aquí el trabajo para el depositario (el
propio banco dueño de la gestora) es inferior al de un fondo “normal”.
- En algunos casos para estructurar el
producto se utiliza papel del propio banco (dueño de la gestora).
- Comodísimos
para la red
- Como el periodo de comercialización es
limitado se vende en ese periodo y luego se olvida uno de dar más explicaciones
al participe hasta que llega la renovación del mismo, con lo que se consigue que el cliente se tenga que quedar hasta el
vencimiento para conseguir la rentabilidad garantizada y/o objetivo.
- Paradigma
del efecto pernicioso del producto en campaña, como el periodo de venta es por
un plazo -determinado y hay que renovar el importe que vence y/o hay que sacar
un fondo nuevo, hay que vender en toda la red, la parte alícuota del producto
con independencia de que sea o no adecuado para los clientes de cada una de las
sucursales.
-¿Por
qué no son adecuados para la mayoría de los participes?
- Es de lógica pensar que existan muchas
dudas de que el inversor medio en estos productos, entienda cuáles son los
riesgos de estos productos y el potencial de rentabilidad real de los mismos.
En cuanto a la rentabilidad, en muchas ocasiones se construyen en base a cestas
de activos, sobre las cuáles el inversor no tiene forma de saber si son
posiciones acertadas o no. Y lo que es más grave, esos activos subyacentes no
suelen ser seleccionados en base a criterios fundamentales de inversión (comprar
activos infravalorados) sino que obedece a otros motivos que no necesariamente
van en favor del inversor sino en favor del “fabricante”
- Si el inversor medio fuese consciente de lo
que paga anualmente en su fondo garantizado (incluyendo todos los costes),
optaría en la mayoría de los casos por otro producto. Las diferentes capas de
comisiones y costes hacen que el inversor medio no sea realmente consciente de cuántos euros paga por la inversión en este
producto.
- La garantía (u objetivo) solo es efectiva si se mantiene
a vencimiento, luego es un producto poco líquido; el inversor puede incurrir en
pérdidas si tiene que rescatar de forma anticipada (excepto en las ventanas de
liquidez) Digamos que el inversor está en cierto modo cautivo dentro de estos
productos.
- A la hora de comercializar estos productos,
los bancos (dueños de las gestoras) juegan con el efecto psicológico de la
aversión a las pérdidas de los inversores, pero el coste de oportunidad de
invertir en estos productos a largo plazo es elevado.
- En planes de pensiones aún es más grave;
incluso para inversores conservadores no tiene sentido invertir en un fondo
garantizado que vence en pocos años, cuándo el horizonte de rentabilidad es a
largo o muy largo plazo. Quizás en algunos casos aislados tenga sentido, pero
que el 35% de los activos en Planes de Pensiones individuales esté invertido en
productos garantizados carece de lógica financiera.
- Los inversores han de saber que están
sacrificando rentabilidad, lo que penalizará seriamente su nivel de vida tras
la jubilación. Además, los costes para el inversor en planes de pensiones
garantizados se disparan; según datos de Morningstar la comisión de gestión
media de los planes de pensiones garantizados españoles es de 1.39%, a lo que
hay que sumarle el resto de comisiones. Esto quiere decir que una buena parte
de la rentabilidad que se genere se quedará por el camino.
5.- Conclusiones
Hay gente bienintencionada que opina que para
un perfil conservador si son adecuados, yo opino que en algunos casos puedo
estar de acuerdo, pero limitando las comisiones de gestión y depositaria a algo
razonable para el trabajo que dan, y desde luego no para haberlos vendido
masivamente y con el aplauso alborozado de la propia patronal; en mi opinión
para perfiles de este estilo y para conseguir iguales o mejores rendimientos en
los plazos que se marcan estos fondos y
sin los peajes de estos productos, hay otra serie de fondos que son más
adecuados como los de renta fija a corto plazo, perfilados, alternativos,
retorno absoluto, una cesta diversificada, mixtos, pero claro no se gana tanto
y no son tan cómodos de gestionar (no conozco a ningún gestor de fondos al que le guste no gestionar) ni de vender, ni
de explicar, ni de mantener.