Los fans de Mad Men amanecimos ayer con una sensación agridulce. Tristes por un lado, porque termina una etapa de 7 años en la que hemos esperado con impaciencia la llegada de nuevos capítulos cada temporada, pero al mismo tiempo paladeamos aún la estupenda sensación que nos ha dejado el grandioso final de la serie.
Mad Men es, por encima de todo, su personaje principal, Don Draper, el extraordinario director creativo de una agencia de publicidad que sin embargo va convirtiendo su vida en un desastre. Un tipo complejo, acosado por demonios interiores que le llevan por una senda autodestructiva, pero del que aún así podemos sacar algunas enseñanzas. ¿Cuáles son?
- En primer lugar, si por algo destaca DD es por una tremenda seguridad en sí mismo. Es capaz de dar respuesta a cualquier situación, siempre que se plantee entre las cuatro paredes de su oficina (lo que ocurre fuera de ella ya es otra cuestión). En el trading, esta seguridad se plasmaría en la confianza en nuestro sistema, que debemos seguir a rajatabla y actuar sin dudas cuando veamos una oportunidad. Solo así podremos poner la probabilidad a jugar a nuestro favor.
- Relacionado con lo anterior, está la claridad de ideas de la que hace gala DD. Una claridad que viene sin duda del conocimiento exhaustivo de su profesión, en la que persigue siempre la excelencia. Tiene claro dónde debe poner el foco, qué es lo fundamental y qué lo accesorio. En nuestro caso, nos encontramos en ocasiones con dificultades para abstraernos de todo el ruido que se genera alrededor de los mercados, cuando en realidad deberíamos centrarnos en una única cosa: la próxima operación. Demasiados indicadores, demasiada información terminar por desorientarnos, operar contra tendencia o impulsivamente. Un error bastante común...y caro.
- Se trata de una persona práctica y realista, lo que en ocasiones le lleva a ser duro consigo mismo y sus subordinados. No se trata de que los traders nos flagelemos por cada oportunidad perdida u operación errónea, pero tampoco debemos ser displicentes: analizar las operaciones, las sensaciones que tenemos, el por qué hemos actuado de una determinada manera son requisitos indispensables para el éxito.
- Tiene definidos sus objetivos y camina hacia ellos. Sin embargo, la mayoría de los traders no se han parado a pensar en los suyos. ¿Ganar dinero? ¿En cuánto tiempo? ¿Con qué riesgos? ¿Desde dónde parto? Son preguntas que deberíamos tener muy claras antes de empezar.
- El dinero es solo un medio. No se trata de quitarle la importancia que tiene al dinero, que en el caso de Draper se trata de un desprendimiento casi patológico, sino de restarle presión a la operativa. Si te centras en el dinero, y no en las posibilidades del mercado, estás muerto. No hay que estar siempre en el mercado, ni establecerse objetivos económicos más allá de los que nuestro sistema puede darnos. El caso contrario traerá la sobreoperación y las pérdidas.
Estas son algunas de las ideas, aplicables no solo al mundo del trading sino a cualquier profesión e incluso a la vida. Don también nos ha enseñó en más de una ocasión qué cosas no debemos hacer pero eso lo dejamos para otra ocasión.
Seguro que a vosotros se os ocurren otras muchas situaciones de las que sacar un consejo, las espero vuestros comentarios.
Feliz miércoles y feliz trading.