La planificación estratégica debe involucrar a todas las unidades de la organización, por lo que puede convertirse en una herramienta motivadora de gran relevancia. Para ello será clave la comunicación vertical, que permitirá que cada miembro de la estructura comprenda su relevancia en la obtención de una ventaja competitiva sostenible.
Podemos definirla como un proceso formalizado de toma de decisiones. Se encarga de decidir sobre los proyectos que la organización va a acometer y sobre los recursos que destinará a esos planes en los próximos años. Es la manera de dar forma al desarrollo futuro de la estrategia.
Se distinguen 4 fases:
En referencia a la estrategia, deben distinguirse 3 niveles dentro de la empresa:
Llegados a este punto, la dirección deberá integrar las estrategias de los distintos negocios, analizando si cumplen las metas corporativas prefijadas. Se procederá a la consolidación y reevaluación de aquellas mediante un proceso de negociación entre la directiva y las unidades de negocio.
Posteriormente se elaborarán planes detallados que deberán incluir mecanismos de control y la correspondiente valoración presupuestaria.
A lo largo de todo este proceso, hay que ir realizando una serie de actividades:
Esto nos lleva a la definición del modelo de negocio, para la cual es muy útil el sistema Canvas. Este divide el modelo de negocio en nueve módulos básicos que reflejan la lógica que sigue una empresa para conseguir ingresos. Estos nueve módulos cubren las cuatro áreas principales de un negocio: clientes, oferta, infraestructuras y viabilidad económica.
En el centro del lienzo (canvas en inglés) debemos situar nuestra propuesta de valor, lo que nos hace especiales en el mercado.
Esa propuesta de valor la tenemos que llevar a una serie de clientes (que estarían a la derecha), con los que tenemos que establecer relaciones. Y para ello debemos utilizar una serie de canales: personal comercial, Internet, tiendas offline y online, redes sociales. Sería la parte externa del modelo.
En la parte interna, a la izquierda en el lienzo, tenemos las actividades y los recursosclave. Es decir, por un lado lo que obligatoriamente tenemos que hacer y lo que es crítico dentro de nuestro modelo de negocio. Y por el otro los socios clave con los que vamos a trabajar.
Por último, pero no menos importante que los otros siete elementos, la estructura de costes y las líneas de ingresos del negocio.
En próximos artículos iré desarrollando en profundidad cada uno de los pasos aquí definidos. Espero que sea de utilidad para aquellos que estén valorando emprender. Si algo debemos fomentar en este país es la creatividad de la función empresarial. Y bien sabemos que toda ayuda es poca en tan arduo camino.
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